Strangers

Sexto año

El constante recordatorio de que su fracaso podría significar terribles consecuencias para él y su familia impedían que Draco Malfoy disfrutara de sus días en el colegio, se acababa el tiempo y sus misiones seguían incompletas. Todas las noches sus pesadillas incluían a su madre susurrándole palabras y al Señor Tenebroso repitiendo las consecuencias de no cumplir con sus cometidos, de vez en cuando sus sueños empeoraban cuando Cedric aparecía y le pedía que se detuviera; debido a esas pesadillas Draco no dormía lo necesario y su apariencia lo demostraba, cada vez su rostro se alejaba más de aquel chico que se jactaba de poder conseguir a quien sea cuando sea, y no es que le importara, desde la muerte de Cedric había decidido alejarse de la posibilidad de una relación; sin embargo, sentía una constante presencia que no lo dejaba en paz: Potter, desde hacía semanas que notaba que ese chico lo seguía, por lo que evitaba encontrarse con él y había empezado a faltar a clases.

No quería volver a ver ese rostro después de el encuentro que tuvieron durante el año pasado y menos ahora que su padre estaba en prisión debido a su culpa.

-Durante la noche del cementerio, Cedric logró pedirme que te diera un mensaje... "Dile a Draco que siga adelante"- murmuró Potter a pesar de que Draco lo tenía sujeto del brazo en donde sin duda estaban las cicatrices de los muchos castigos recibidos por haber formado parte del Ejército de Dumbledore.

-No sé a qué te refieres- Draco trataba de recuperarse, sin embargo su corazón había dado un salto enorme.

-Yo sé lo de Cedric- parecía que Potter estaba haciendo un esfuerzo por continuar- los vi juntos.

Draco soltó al chico para luego apuntarle con su varita, sin embargo, no lanzó ninguna maldición.

-No sé lo que viste o creíste ver- la voz de Draco se estaba quebrando poco a poco- lo único que interesa es que perdimos a un excelente estudiante por tu causa y me encargaré de que no lo olvides nunca.

- Cedric no hubiera querido esto...

- ¡Cállate! Tú no lo conociste, ¿cómo sabes qué es lo que hubiera querido? - Draco estaba a punto de quebrarse, no podía soportar tener enfrente a la persona responsable de la muerte de Cedric.

-¡Draco! Te he estado buscando, ¿dónde has estado? - la voz de su compañera lo trajo de nuevo a la Sala Común, para variar ella estaba usando su voz que intentaba sonar encantadora, pero no tenía el efecto deseado.

-Estaba disfrutando de la tarde Parkinson, ¿qué se te ofrece? – a pesar de los desesperados intentos de la chica, Draco no lograba verla de otro modo, aunque la mantenía cerca debido a la costumbre y a lo que alguna vez Cedric le había dicho sobre distraer la atención de las personas, parecía ridículo que Parkinson se había convertido en su Cho Chang.

-Lo que pasa es que hace mucho tiempo que no pasamos tiempo juntos, siempre tienes cosas que hacer y me has dejado sola.

Draco no tuvo que pensar en una excusa ya que su amigo Blaise se acercó y al ver la situación intervino.

-Te estaba buscando, ¿me prestas tus apuntes de Pociones? Creo que he olvidado algo importante de la clase pasada.

-Claro Blaise- se giró a ver a Pansy- regresaré pronto.

Ambos chicos se alejaron y subieron a los dormitorios.

-Te debo una

-No es nada Draco, pero creo que sería más fácil que le dijeras que pierde su tiempo. O si consiguieras a alguien... Sólo es cuestión de que te animes, tienes a varias chicas al pendiente de ti, podrías conseguir a quien sea- su amigo le dio un codazo a modo de juego y Draco solo soltó una risa que trató de sonar despreocupada.