Capítulo 10: Confesiones

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Sabaku No Gaara Pov

Me sentía demasiado afligido, por lo que tras cruzar la puerta deje salir libremente mis lágrimas, no tenía ni idea de adonde ir, ya que siempre me traía Itachi en su auto, pero ahora me doy cuenta que todo parecía un laberinto si andaba a pie.

En cuanto estuve fuera de la residencia Uchiha tome mi móvil dispuesto a marcarle a un taxi, aunque pensándolo bien, nunca le pregunte la dirección exacta de su casa. Una amarga sonrisa se formó en mi rostro y es que Mikoto tenía toda la razón, no nos conocemos lo suficiente, hay tantas cosas que no sabemos de nosotros mismo…

«Que idiota soy»

Me digo a mi mismo comenzando a caminar sin rumbo fijo, al menos esperaba ver una avenida principal o algo que me dijera exactamente donde estoy, ya que ir a preguntar estaba descartado, puesto que estas calles están completamente vacías, pero es lógico ya que pasan de las once de la noche. 

Después de un rato caminando sin rumbo fijo me detengo recargándome en una pared, abrazándome a mí mismo ya que una corriente de aire frio me ha hecho tiritar levemente. Al menos ya tengo una idea de donde me encuentro, por lo que saco el móvil para pedir el taxi pero me quedo helado al ver que la batería se ha acabado y tampoco hay cerca un teléfono de monedas.

—Realmente genial —ironizo cansado, dejándome caer por la pared hasta el suelo, quedándome en la misma posición lo que parece ser una eternidad. Al menos traigo suficiente dinero para quedarme en un hotel, toca llamar a Sakura y explicarle todo para que no se preocupe… o puede que termine pidiendo un taxi desde ahí, da igual.

Deslizo las manos por mi rostro, sintiéndome un tanto desesperado, pero tras un gran suspiro me levanto sacudiéndome el pantalón, dejando escapar el aíre de mis pulmones como si con eso me sintiera mejor, aunque muy dentro de mi quiero que eso suceda.

Un poco más tranquilo comencé a caminar, ya que tres calles más adelante se encontraba un pequeño hotel, pero el ruido de unas fuertes pisadas me erizaron la piel, temeroso voltee pensando lo peor debido a que estas calles suelen ser bastante peligrosas de noche, sobre todo para alguien solo como yo, por lo que internamente rogaba a que fuera solo mi imaginación. En cuanto lo he hecho siento como unos fuertes brazos me aprisionan contra su cuerpo, impidiéndome cualquier movimiento.

—¡Suéltame!

Forcejeo un poco, sopesando la idea de gritar lo más fuerte que pueda para pedir ayuda, sin embargo me detengo al percibir aquella colonia que tan bien conocía, por lo que confundido levanto con temor la mirada, observando el rostro afligido de Itachi y como si le aliviara el verme me vuelve a apretujar entre sus brazos, escondiendo su cara entre mi cuello, mientras siento como su acelerada respiración se va calmando.

—No vuelvas a hacerme esto —pide separándose un poco de mí, observándome con esos encantadores ojos negros.

No tengo ni idea de a que se refiere, por lo que coloco mis manos sobre su pecho, apartándolo un poco más, doy un paso hacia atrás y con una expresión seria enfrente su penetrante mirada.

—Itachi yo…

—No digas nada —musita colocando un dedo sobre mis labios—. Estaba muy preocupado al no verte, sobre todo cuando Sasuke me ha dicho que te marchaste sin decir nada más. Incluso he llamado a Sakura… realmente no sabes lo mucho que me preocupaste cuando me ha dicho que aún no llegabas…

—No quería ser una molestia —me apresure a decirle, pero contrario a lo que pensé me miró un poco enfadado, por lo que continúe antes de que me interrumpiera—. Tu madre tiene razón… no nos conocemos, ni siquiera fui capaz de pedir un taxi para regresar a casa porque no tengo tu dirección… no sé qué te gusta, que te molesta… tus pasatiempos, lo que quieres… nada. Hay momentos en que siento que somos extraños, pero en otros creo conocerte de toda la vida.

Promesas de alcobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora