Midnight Memories

Capítulo Nueve.

Se le había hecho algo pesado y difícil despegarse de sus sábanas ya que quería seguir durmiendo. 

No estaba acostumbrada a dormir tarde y despertarse temprano; sin embargo, no tenía más opción que esa.

Suspiró pesadamente a la par que se dirigía al baño, se aseó y se vistió con lo más cómodo que encontrara. Se hecho algo de perfume y cepillo su cabello. Agarro su mochila, su celular que poco uso tenía, y salió de su dormitorio.

Estaba en el cuarto escalón cuando su cerebro recordó algo.

Ese dia visitaría a Alice.

Su rostro, el cual había estado relajado hasta hace unos momentos, cambió bruscamente a uno de sus gestos que mostraban inseguridad.

Volvió a su habitación y saco más dinero, rebuscó entre sus cuadernos y guardó una de as muchas cartas que le había escrito a su mejor amiga durante todo ese lapso de tiempo.

Bajó corriendo las escaleras, puesto que su tiempo se encontraba más corto de lo usual, y estaba muy segura de que Noah llegaría pronto.

-¿Cómo amaneciste?- le preguntó su madre luego de servirle su desayuno.

-Relativamente bien- respondió la pelirroja dándole un mordisco a su pan.

Chanel no pronuncio algo más, solo se dedico a terminar el desayuno.

-Creo que alguien te ha venido a recoger, Chan.

Courtney levantó una ceja en dirección a su hermana con una sonrisa picara. 

Entonces, sin ganas algunas de hacer esperar a su amigo, la chica se despidió de su familia y salió de la casa.

-Hey, Buenos días.-recibió el saludo de Noah con una sonrisa.
Francamente, no tenía muchas ganas de dar alguna sonrisa, así que todo lo que su rostro mostró fue una mueca.- ¿Estas bien?

-Define bien.

Se colocó el casco que aguardaba por ella y se montó en la moto detrás de Noah.

-¿Quieres la de la Wikipedia o la mía?

Ella negó.

- Visitaré a Alice en la tarde, junto a sus padres, y para ser sincera, no sé cómo se hace, creo que no estoy preparada para verla ahí.

Noah encendió el motor y no dijo algo más desde ahí.

|•|•|•|•|

Cuando el timbre sonó indicando que era fin de la jornada, Chanel estaba pensando en que tipo de flores le compraría a su mejor amiga. O si sus padres estaban corriendo con esos gastos también. También pensaba en si sería adecuado ir primero a su casa y tener un cambio de ropa, o sí era mejor entregarle todas las cartas de una vez. O quizá en decirle a Noah que la acompañara.

No, eso no.

Estaba pensando mucho, cosa que no ayuda a su estado de humor.
Estaba nerviosa. Maldición, si que lo estaba. No tenía ni idea de cómo iba a reaccionar al ponerse enfrente de la lápida de lo que alguna vez fue su mejor amiga.
No quería seguir llorando,no quería volver a deprimirse porque ya no la tiene a su lado.

A su lado.

¿Qué significaba eso?

Alice siempre le recalcaba que estaría a su lado en cada momento, que ese era su lugar. Pero, ella no la veía, ni siquiera la sentía- lo cual, de suceder, sería completamente escalofriante- no escuchaba su voz y mucho menos sus bromas. Quería tenerla ahí, contarle todo lo que Noah le hacía sentir y lo agradecida que estaba con él de que la este ayudando con su perdida.
Ya no se negaba a su muerte, Alice no iba a volver.
Estaba muerta.