Hace ya tres años que no estás conmigo, pero créeme si te digo que te siento a mi lado continuamente. Sí, tú existes aunque no pueda verte, y sé que siempre te llevaré junto a mí, haga lo que haga y esté donde esté.
También sé que te alegrará leer que he conocido a una chica estupenda. Se llama Somi , trabaja en una asesoría y coquetea mucho conmigo cuando nos encontramos en la clase de yoga. No sé, tal vez pueda haber algo entre nosotras, supongo que debo concederle una oportunidad. No es ni de lejos tan guapa como tú, pero a estas alturas ya he comprendido que no debo comparar a nadie contigo.
Sigo sintiéndome tan sola por las noches... Para serte sincera, me siento sola a todas horas.
***
Guardo un recuerdo brumoso de aquella mañana. Algunas frases, determinados gestos, se quedaron para siempre en mi memoria, volviendo en forma de pesadillas en el duermevela de las eternas noches que siguieron. Otras cosas, sin embargo, se han borrado por completo de mi mente, y tengo que recurrir a la imaginación para rellenar los huecos que me faltan. Todo parecía normal a mi alrededor.
Al llegar al instituto puse mis cosas en mi taquilla y, casi a la carrera, me dirigí a dar la primera clase de la mañana. En la calle, en el autobús, o viendo las caras somnolientas de los alumnos, el mundo parecía el mismo de siempre, y nada hacía suponer que para mí ya todo fuera a ser distinto. Creo que fue la mirada de Junho, al entrar a la sala de profesores en el descanso, lo primero que me alarmó: estaba blanco como el papel y le temblaban las manos como si en lugar de un joven profesor de Gimnasia fuera un sexagenario a punto de jubilarse. Sólo entonces me di cuenta de que había mucha gente a mi alrededor, y de que todos tenían una mirada extraña, incrédula.
—Chaeyoung, cariño...
Junho había venido hacia mí y me había dado un abrazo en el que, sin lugar a dudas, percibí apoyo y sincera amistad, en lugar de sus segundas intenciones habituales. Detrás de él,Jinyoung, el director, observaba la escena con un aire tan compungido que inmediatamente supe que había sucedido algo terrible.
—Es Mina... ha tenido un accidente.
No podía hablar, no conseguía articular palabra ni hacer nada coherente. ¿Mina? No podía ser, la había dejado en mi propia cama apenas un par de horas antes ¿Por qué no me llamaba ella misma para contarme lo que había sucedido? Con desesperación, busqué la mirada de Junho exigiendo una respuesta.
—Acaba de llamarnos Bam Bam —dijo entonces Jinyoung con voz entrecortada—, todavía no consigo creerlo.
Era incapaz de entender lo que me decían: un desgraciado accidente,alguien se saltó un semáforo; había sucedido tan sólo media hora antes, justo mientras yo daba la primera clase del día... Mis piernas se negaban a sostenerme, las voces me llegaban desde muy lejos y los colores se tornaron increíblemente oscuros. Sólo recuerdo las manos de Junho sosteniéndome, la mirada preocupada de Jinyoung y a una de las profesoras buscando un vaso de agua mientras pedía a los demás que se apartasen y me dejaran respirar.
***
Lo que más me indignó fue la indiferencia del universo. No hablo de la gente cercana, me refiero a la ausencia total de empatía en el devenir cotidiano. Allí seguían su estúpido cepillo de dientes, su ropa y sus zapatos, ¿es que eran acaso más importantes que ella? La programación de la televisión seguía siendo la misma, las noticias parecían similares a las de la semana pasada... y sin embargo, para mí ya nunca nada volvería a ser igual.
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Te amo , Luego existes (Michaeng Adaptacion)
Fanfic¿En qué instante una amistad inocente se transforma en una atracción irresistible? ¿Qué palabras o qué hechos son necesarios para que todas las barreras que erigimos con cautela salten por los aires dejándonos sin defensa? Me había hecho a mí misma...