Tengo para ti una noticia excelente: Bam Bam y Lisa están esperando un niño. Sé que te gustará saberlo, parecen muy compenetrados y creo que van a ser muy felices juntos.
Ya te he contado que mantenemos el contacto, Bam Bam y yo. Hace siglos que no nos vemos, pero de vez en cuando uno de los dos llama por teléfono y nos ponemos al día de nuestras cosas.
¿Quién iba a decirlo, verdad? Al principio le odiaba y finalmente hemos terminado siendo buenos amigos, ¡la vida es tan sorprendente!
Por cierto, he vuelto a quedar con Somi , espero que no te importe. ¡Qué tontería, de sobra sé que te alegras por mí! Ella está muy ilusionada, pero yo no acabo de decidirme. No querría hacerle daño, y todavía no sé si estoy preparada para tener una nueva relación seria.
¡Me gustaría tanto que me aconsejaras sobre lo que debo hacer!
***
—Es estupendo que salgas con alguien, celebro oír eso.
No podía culpar a Tiffany, me cobraba una barbaridad por cada hora de terapia y, sin embargo, parecía vivamente interesada en conseguir que mejorara para poder así darme de alta. Desde el principio, tuve la sensación de que se tomaba mi caso muy a pecho, con un interés verdadero por ayudarme en mi desconsuelo.
—Háblame de esa tal Somi.
—Bueno, es simpática, razonablemente atractiva... se desvive por complacerme...
—¿Lo ves? Te dije que este momento llegaría.
Me removí un poco incómoda en la silla, aquella tarde no estaba siendo del todo sincera en mi sesión de terapia.
—¿No habrás vuelto a escribir cartas a Mina, verdad?
—¡No, claro que no!
—Sé que puede ser duro, pero tienes que pasar página. Y esté donde esté Mina, estoy segura de que no querrá verte sola en casa y pensando en ella a todas horas.
Sí, sabía que en eso tenía razón mi terapeuta pero, ¿Cómo explicar que Somi era cariñosa, amable y encantadora, pero a pesar de todo tenía un defecto insuperable? Somi no era Mina, y ni en un millón de años podría yo olvidar ese pequeño detalle. Era consciente de que debía luchar y reponerme, y a fe que lo intentaba con todas mis fuerzas pero, sin embargo... no podía dejar de pensar que, cuando iba sola por la calle, por ejemplo, Mina existía plenamente, mucho más desde luego que mi fiel Somi. ¿A quién hacía daño si a veces, de camino a una cita, fantaseaba pensado que quien me esperaba en la cola de un cine era mi antigua amante, y no esta risueña jovencita que ahora agitaba la mano y me lanzaba un beso de bienvenida? Supongo que sólo a mí misma, y eso estaba dispuesta a asumirlo.
Parece mentira, pero ya llevo cuatro años con Somi, ¿te lo puedes creer? Es una chica maravillosa, me adora y se desvive por mí. Realmente, he sido muy afortunada al conocerla.
La he hablado de ti, y las dos hemos llorado juntas recordándote. ¿Qué dices, que pensabas que ya no iba a escribirte más? No sé cómo puedes decir eso, estoy por enfadarme contigo.
Te dije que nos íbamos un mes a ver a los padres de Somi, que viven en un pueblo apartado donde no hay ni internet. A veces tengo la sensación de que no prestas atención a lo que te cuento.
En fin, no quiero discutir contigo. Por cierto, Bam Bam va a ser padre otra vez, ¡están muy felices! Pero ahora tengo que dejarte, te lo contaré mañana, en cuanto encuentre un momento para sentarme en el ordenador...
ESTÁS LEYENDO
Te amo , Luego existes (Michaeng Adaptacion)
Fanfic¿En qué instante una amistad inocente se transforma en una atracción irresistible? ¿Qué palabras o qué hechos son necesarios para que todas las barreras que erigimos con cautela salten por los aires dejándonos sin defensa? Me había hecho a mí misma...