18. COSAS NUEVAS

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21 de agosto

Estamos David, Emma Óscar y yo en el coche, vamos de camino a casa de mi abuelo, ya que dijo que nos tenía que decir al importante.

Cuando llegamos Ingrid nos recibe y nos acompaña hasta el salón.

-¡Abuelito!- Emma corre hasta él y le abraza.

-Hola, pequeña...- la sonrisa en su rostro desaparece y nos mira- ha llegado el testamento de vuestra abuela.

Nos sentamos en el sofá frente a él, Óscar coge a nuestra hija en brazos y entra un hombre de unos cuarenta años, lleva puesto un traje y tiene un maletín en su mano.

-Hola, yo soy el abogado de la señora Olga- se sienta en un sillón, abre el maletín y saca unos papeles.

Empieza a leerlos, al parecer tenía una casa en Barcelona y se la deja a David, después de decir unas cuantas cosas más, menciona una casa en Miami, que al parecer se la deja a su nieta, ósea, a mi.

-¿Es enserio?- pregunto algo confusa- quiero decir, la abuela no me soportaba...

-En realidad, le hizo mucha ilusión que tú nacieras, siempre quiso tener una nieta- dice mi abuelo- pero lo que no me gustó, fue que te parecieran a tu madre...

-No sé qué decir.

-Di que estaba loca, porque es la verdad- comenta mi hermano rodando los ojos.

El abogado continúa hablando, un piso en Madrid también se lo deja a David, y a mí sus joyas y su dinero.

Después de firmar unos papeles y estar un rato más con nuestro abuelo, nos vamos a casa.

-¿Que vamos a hacer?- pregunta Óscar sentándose a mi lado en el sofá.

-No lo sé, el dinero al parecer me lo ingresarán en unos días en la cuenta, y las joyas mi abuelo ya me las ha dado...

-Yo voy a vender la casa de Barcelona y me voy a ir al piso- comenta mi hermano mientras juega con Emma- no quiero vivir en Barcelona.

-¿Y yo qué hago con una casa en Miami?- suspiro y miro mi vientre- me encantaría vivir allí, pero una mudanza estando embarazada...

-Podemos esperar a que nazca la bebé- dice Óscar.

-¿Aún no tiene nombre?- mi hermano se ríe- con Emma te quejabas de que estabas gorda, y a esta no le tienes nombre...

-Si, tu ríete...- ruedo los ojos y devuelvo mi atención a Óscar- amor, no quiero que dejes a tu familia aquí por irnos a Miami.

-En realidad, llevo mucho tiempo pensando en irme a Estados Unidos- me mira por unos segundos- podemos vender la casa de Miami e irnos a Los Ángeles, me han ofrecido algún trabajo allí.

-Estás loco, ¿dejarías todo lo que tenemos aquí por irnos a Los Ángeles?- sonrío muy confusa, este hombre es una caja de sorpresas.

-¿Y por qué no?

-¿Y cuándo?

-¿Hablas enserio?- me pregunta emocionado, y yo asiento- pues... Te diría de empezar a preparar todo antes de que nazca, así cuando ya esté con nosotros, nos podremos ir.

-Vale, pero tenemos que hablarlo con tus padres.

-¿Me vais a abandonar?- pregunta mi hermano con un puchero.

-Eres bien tonto- empiezo a reírme y él me saca el dedo- sabes que vas a poder venir siempre que quieras.

-Bueno, no suena nada mal eso de una semana de vacaciones en Los Ángeles.

Desde Que Estamos Juntos|O.C.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora