EPÍLOGO

162 10 5
                                    

27 de enero de 2028

-¡No pienso irme a casa del tío Joel sólo porque vayan a nacer los mellizos!- el grito de Emma hace que salga corriendo hacia el salón, bueno, más que correr podría ir rodando.

-¿Se puede saber por qué estás gritando? Acabo de dormir a Romeo- está de pié en medio del salón mientras que Óscar le mira, ambos están enfadados.

-Papá me ha dicho que tenemos que irnos porque según él ya van a nacer- señala mi tripa y luego se acerca a mi- ¿Por qué no puedo quedarme yo con mis hermanos? ¿No me ves lo suficientemente responsable?

-¡Mi amor bello claro que eres responsable!- tomo su cara entre mis manos- pero no es lo mismo quedarte una tarde con tus hermanos que varios días, además, me quedo mucho más tranquila si os vais a casa de Joel.

-Pero mami, este año ya voy a cumplir once años- hace un puchero.

-Cállate, no me lo recuerdes- la abrazo y dejo un beso en su cabeza- ¿Por qué no quieres irte con el tío?

Emma se gira a ver a su padre y es cuando me doy cuenta de que nos está mirando con el ceño fruncido.

-¿Por qué siempre llegas y la convences como si nada?- se acerca a nosotras con los brazos cruzados sobre su pecho.

-Porque sé cómo hablar con ella- alzo una ceja y doy un paso hacia él, pero por culpa de la enorme tripa choco con su abdomen- maldita barriga de embarazada.

El dolor de espalda se hace presente, ya que llevo casi diez minutos de pié, camino hasta el sofá y me siento con cuidado, estoy deseando que los bebés nazcan ya, me he pasado una semana de mi fecha probable de parto y tengo la barriga más grande que nunca, por no hablar de que he engordado casi diez quilos y me veo horrible.

-¿Nos dejas hablar solas?- le pregunto a mi marido cuando Emma se sienta a mi lado.

-Iré a junto Selene, ella si me quiere- rueda los ojos y sube las escaleras.

-¿Me lo vas a decir?- paso una mano por el pelo de mi hija.

-Emilia no me cae bien- suspira- siempre me habla mal y me dice lo que tengo que hacer.

-¿Enserio?- frunzo el ceño, delante de mí siempre ha sido muy cariñosa y respetuosa con los niños- es que no tengo otra persona con quién dejaros, Emma.

-¿Y por qué no viene el tío Joel para aquí?- me abraza y apoya la cabeza sobre mi pecho- no quiero estar con Emilia.

-Le llamaré a ver qué puedo hacer.

[...]

Estoy sentada en el sofá jugando con Boo-boo cuando siento como me hago pis encima.

-¡Oh mierda! ¡Óscar!- es lo único que puedo decir, acabo de romper aguas y no soy capaz de moverme.

-¿Qué pasa preciosa?- aparece a mi lado con una sonrisa, pero cuando ve que mi ropa está mojada la sonrisa desaparece completamente- ¿Estás de broma?

Me ayuda a levantarme y llama a Emma, la cual nos mira confusa.

-Llama al tío Joel y dile que venga ya- le da su móvil- mamá va a tener a los bebés.

Apenas soy capaz de hablar, estoy demasiado confusa y que estén empezando a darme contracciones no ayuda.

Diez minutos después estoy cambiada y llegan Joel y Camila, las contracciones van demasiado deprisa y casi puedo sentir como uno de los bebés está colocado para salir.

-No vamos a llevar- siento lágrima es mis ojos- siento que en muy poco voy a tener que empezar a empujar.

-Venga nena, aguanta un poco- Óscar llega con las bolsas y me ayuda a subirme en el coche- llegaremos en cinco minutos, pero tienes que ser fuerte.

Desde Que Estamos Juntos|O.C.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora