19. ¿QUIERES INTENTARLO?

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8 de octubre

Emma sube a la cama y se acuesta entre Óscar y yo, creo que son más de las tres de la mañana y no consigo dormir, siento una gran presión en mi vagina y tengo la tripa muy dura.

Después de más de nueve meses, puesto que estoy de cuarenta y una semanas, me alegro de que llegue este momento, estoy en ese punto del embarazo en el que no puedo casi hacer nada, y mucho menos sin ayuda, la barriga está enorme, tengo los pies hinchados y llevo dos semanas con contracciones irregulares...

—Mami...— mi hija me saca de mis pensamientos y me giro hacia ella.

—¿Qué pasa?— hablo en un susurro.

—Estoy despierto, nena— la voz de Óscar inunda la habitación.

—Mami.

Emma me llama de nuevo, enciendo la luz y le miro esperando que diga algo.

—Quiero pis— se me escapa una sonrisa y miro a Óscar.

—No, ayer fui yo, hoy te toca a ti— dice mientras me mira con el ceño fruncido.

—Amor, no me siento bien...— mis palabras hacen que él lleve su mano a mi vientre— creo que se acerca el momento...

—Vale, vale, la llevaré a hacer pis...— se levanta resignado y coge a la pequeña en brazos.

Yo también me levanto, pero para beber un poco de agua, cuando cojo el vaso noto como un líquido baja por entre mis piernas.

—¡Mierda! ¡Joder! ¡No puede ser verdad...!— Óscar entra en la cocina asustado por mis gritos.

—¿Te has hecho pis otra vez?— pregunta mientras se ríe, y todo porque hace unos días me hice pis de la risa por su culpa.

—¡Capullo! ¡He roto aguas!— mi grito hace que su sonrisa se borre y me mire asustado.

—¿Qué hago?

—Sacarme de aquí, si no, me voy a caer...— hace lo que le digo y me coge en brazos.

—Pesas demasiado...

—¡Será porque llevo un bebé dentro!

—Venga, no me grites...— me da un beso en la cabeza— voy a llamar a Raquel para que venga y que Álvaro se quede con Emma.

—Vale, pero esto puede llevar su... ¡Joder!— siento el dolor de la primera contracción antes de acabar la frase.

—Deja de decir tacos, eres una mala influencia para nuestras hijas.

—Enserio, como no me dejes tranquila te voy a dejar sin más hijas...— le asesino con la mirada y él se da prisa en coger el móvil para llamar a Raquel y a su familia— Óscar, ¿y Emma?

—¡Mierda! ¡Emma!— corre hacia el baño mientras habla por teléfono, no puedo evitar echarme a reír por lo tierno que se ve cuando está estresado.

Camino a la habitación para coger ropa e ir a ducharme, pero cuando estoy a punto de entrar al baño, llaman a la puerta.

Voy a abrir y me encuentro a Alba enfrente.

—¿Qué haces aquí?— pregunto confusa.

—Óscar me llamó y me dijo que estabas de parto y bueno... Quiero estar con vosotros— sonríe como una niña pequeña y le abrazo.

—Pues llegas justo a tiempo, porque tú primo está muy estresado y yo necesito a alguien que me acompañe al baño para contar las...— dejo de hablar cuando siento el dolor.

Desde Que Estamos Juntos|O.C.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora