LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)

Misterios y alianzas

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Cuando el amanecer alcanzó la isla embrujada y despertó al par de dragones, Stormfly y Toothless se aventuraron a entrar de nuevo en el bosque para buscar a sus amigos; andando por la espesa flora gritaban sus nombres para localizarlos, cuando de repente les pareció escuchar una melodía extraña en los más profundo de las entrañas del bosque.

—¿Qué es ese sonido? —tragó saliva el furia nocturna, pues nunca había escuchado un sonido así.

—Se escucha como el sonido de alguna clase de instrumento. —creyó la nadder también asustada.

—¿La seguimos? ¿crees que Hiccup y la princesa estén ahí?

—Ah... pues no perdemos nada con ir... eso creo.

Inseguros, ambos dragones humanos se fueron muy juntitos en dirección hacía donde aquella melodía se escuchaba; sin embargo, al cabo de unos minutos esta dejó de escucharse. Ellos apenas habían alcanzado a salir de la zona más frondosa cuando la música se apagó, y viendo que no había nada a que temerle, ambos continuaron con su búsqueda.

— ¡Hiccup!, ¡Astrid! —Gritaron ambos esperando que alguno de los dos humanos les respondiera.

—Que raro, puedo sentir a Hiccup cerca, pero no puedo dar exactamente en donde...

— ¡Mira! —Interrumpió Stormfly señalando hacia unos árboles donde salió el cabizbajo y empapado Hiccup.

—¡Hermano! que bueno que estás bien. —Se acercó Toothless emocionado por haberlo encontrado, aunque rápidamente se calmó al ver que su compañero no compartía la misma emoción. — ¿Pasó algo?

—No, nada. —respondió Hiccup muy apenas.

— ¿Y dónde está Astrid? ¿No estaban juntos? —Preguntó la nadder mirando alrededor.

"Astrid" con sólo escuchar y pensar ese nombre hizo que el corazón de Hiccup bombeara rápidamente.

—Hiccup... ¿no estaba contigo? —preguntó una vez más la dragona al no recibir respuesta.

—Uh... sí, ella está por un río, hacia aquel lado. —indicó cabizbajo pues no quería que vieran su enrojecimiento.

Stormfly de inmediato corrió hacia donde le había dicho para buscar a su amiga, sin notar nada en aquel extraño comportamiento, a diferencia de Toothless que ahora estando ya más cerca de su hermano podía sentir su angustia y preocupación.

— ¿Qué tienes Hiccup? ¿Qué pasó?

—Toothless, yo... yo creo que...

— ¡hey! ¿Qué hacen ahí? —Interrumpió ruidosamente Stormfly que había dado con Astrid a medio camino.

Toothless le echó un vistazo rápido a la princesa de Noytrol dándose cuenta que esta se veía en el mismo estado que Hiccup, quien al verse con ella desvió su mirada a otra parte completamente sonrojado al igual que ella, algo que no pasó por desapercibido por los dragones mirones.

—Ah... están empapados, creo que deberíamos buscar un lugar en dónde quedarnos para que descansen. —Opinó la dragona sintiendo un poco tenso el ambiente.

—Yo también lo creo. —concordó Toothless sin poder quitar su mirada sospechosa a su hermano, quien por todos los medios evitaba verlos.

—Podemos ir a esa casa—habló Astrid con voz bajita, pero lo suficientemente fuerte para que los dragones las escucharan.

—¿Una casa? —preguntó la nadder

—Sí. Le pertenecía a un señor, larga historia, no creo que a los kodomas les moleste.