Capítulo 8.
.
.
Huye.
.
.
En los extensos paramos cubiertos de nieve que dividían el territorio de los brann y los neutrales, volaban tranquilamente el perezoso Grump así como el energético Gobber; este último se encontraba más que ansioso por reencontrarse con su buen amigo Finn, con quien por fin formalizaría un verdadero acuerdo de paz y comercio que de seguro ningún elemental esperaba se hiciera.
Al llegar al punto de reunión, no tardó en divisar a su amigo que iba escoltado de su compañero, un unicornio blanco, así como con un pequeño escuadrón de soldados.
Desde la lejanía, se saludaron alegremente con un movimiento de manos, felices de la vida por volverse a ver desde su aventura en el mar. Todo parecía marchar bien, al menos eso pensó el herrero quien esperó en su lugar a que su amigo lo alcanzara, cuando de repente, la tranquilidad del páramo se vio interrumpida con estallido que salió de entre la tierra en dirección hacia el pequeño escuadrón.
—Pero qué...
El impresionado Gobber, quedó impactado al ver que de escondites ocultos en la tierra, dragones, en compañía de sus amos, salieron para atacar a su amigo y súbditos, los cuales quedaron esparcidos por la primera explosión.
¿Quiénes eran? ¿Por qué atacaban? Gobber apenas podía pensar mientras trataba de llegar lo más rápido que podía Grump al lugar de la batalla.
— ¡Cabezas de carnero deténganse! —Gritó desesperado con su hacha/mano en lo alto; sin embargo una explosión a su espalda y la de su dragón los hizo zambullirse y caer precipitadamente en la nieve.
A tientas, trató de ponerse en pie de nuevo para ayudar a su amigo neutral, pero fue demasiado tarde, sus ojos azules no pudieron más que presenciar que a lo lejos el pequeño escuadrón trataba de soportar el ataque sin conseguirlo, para finalmente ver como un dragón lanzaba un mortal ataque a Finn, quien cayó de su espantado caballo y ya no se pudo levantar.
Gruñó por la impotencia de no haber podido hacer nada, pero más rabioso se puso al reconocer aquel dragón amarillo, así como al jinete que a pesar de estar encapuchado reconoció claramente.
—¡ ¡ ¡ ¡ ¡FOGO! ! ! !...¡Maldito! ¡¿Qué hiciste?!
El encapuchado al percatarse que este seguía en pie se volvió hacia él y se descubrió por sí solo.
— ¡Algo que quería hacer desde hace mucho, "viejo amigo"! —vociferó con una sonrisa desde las alturas.
El indignado brann preparó su mejor ataque para derribarlo; sin embargo Fogo, nada lento, sacó una de las imitaciones de la piedra de la neutralidad, la cual brilló ante la voluntad del portador.
— ¿Cómo es posible?—Balbuceó Belch al verse neutralizado.
—No eres el único con contactos amigo, alguien muy cercano a los neutrales me la dio para hacer de las mías.
¿Un traidor entre lo neutrales? Gobber no sabía en qué pensar, y no tenía tiempo de sacar conclusiones, lo único que sabía en ese momento es que debía derribar al traidor de su pueblo para advertir rápidamente a Stoick; así que sólo auxiliado de su dragón y su hacha se preparó para atacar a Fogo, sin embargo tan rápido lo intentó, los súbditos de su ahora enemigo salieron en su defensa, y estando en desventaja, fue directamente a su perdición.
ESTÁS LEYENDO
LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)
Hayran KurguRe-edición: Ella, una princesa orgullosa y rebelde dispuesta a todo por su reino el cual siempre ha sido despreciado por ser impuros. Él, un joven jefe que tuvo que tomar las riendas a temprana edad por su pueblo, ambos envueltos en una guerra donde...