Igual que una apresurada estampida, pasos agigantados y ráfagas de viento azotaron la Rua Augusta. Se trataba del equipo Extend con sus formas adultas, acompañados de João y Leomon, yendo a toda prisa hacia la Praça do Comércio.
Mucha gente echaba a correr, aunque algunos valientes permanecían en su sitio, maravillados, y les vieron aterrizar e inspeccionar el lugar.
— Entonces... ¿dicez que Víctor simplemente ze desvaneció? — Monmon se bajó de Kiwimon, dirigiéndose a Martim.
— Así es. Venía en dirección a esta plaza, pero poco a poco se fue haciendo transparente, era muy extraño de ver. La gente ni siquiera se dio cuenta. Estaba aquí, pero al mismo tiempo... no estaba. No sé explicarlo del todo.
— No suena como un viaje al mundo digital — comentó Pulsedramon, haciendo señales a Sketchmon para que se bajara.
— ¡ESTOTOTOTOY MONTANDO EN UN DRAGÓOOOOOOON! ¡YIIIIHAAAA! — el robot se puso a cabalgar tontamente, cuando Monmon se subió a su pantalla, haciendo peso.
— Uki. ¿Nos bajamoz ya? Te recuerdo que Víctor eztá en peligro.
— Sí, cacacasi que mejor.
— Todo esto es muy raro... — Lynxmon sentía en el ambiente que algo no iba bien —. Víctor no puede desaparecer así como así, tiene que haber ido a alguna parte.
— Lo que ha pasado aquí no es cosa del mundo digital — explicó Martim —. No hubo interferencias como las que suele haber cuando se abre la puerta digital. ¿Habéis pasado por algo parecido, chicos?
— ¡Ezpera un momento! — Monmon consultó su enciclopedia por la letra K —. Uno de los niñoz elegidos fue a parar el mar ozcuro, el mismo de donde vino el doctor narigudo. Los síntomaz son más o menoz los mismoz. Kari se encontraba mal aquel día, tenía mareoz, parecía despiztada, y se desvaneció en el aire zin dejar más rastro que zu mochila.
— ¡Entonces, esto debe ser culpa de Blightmon! — gruñó Pulsedramon —. No ha tenido suficiente conmigo, ahora va detrás de él...
— ¿Detrás de quién? — preguntó Kiwimon. Todos se quedaron en silencio mirándola —. ¿Qué?
— Detráz... de Víctor, Kiwimon. ¿No lo vez? Se lo ha llevado a zu mundo. ¿Estáz bien, de verdad?
— ¡Que sí! ¿Qué os pasa conmigo últimamente? ¡Estoy perfectamente! Un fallo de memoria lo tiene cualquiera, ¿no...?
— Monmon, ¿cómo podemos entrar en ese otro mundo? — inquirió el lince de fuego, impaciente por hacer alguna cosa.
— Puez... no lo sé. De hecho no se zabe casi nada de eze mundo... sólo que tiene algo ver con los sentimientoz negativoz de los corazones. Se puede acceder con un D-3 ozcuro sin necezidad de ningún monitor, pero...
— Bueno, habrá que intentarlo — Pulsedramon dio unos pasos al frente, y se centró en buscar el poder del D-3 que residía dentro de él, activándolo y proyectándolo al frente. Se centró con fuerza en el laberinto que recorrió, aquella vez que estuvo a unos metros de liberar al malvado doctor. Pero no ocurrió nada —. Vaya... no funciona. No sé si debería alegrarme de que ya no tengo conexión con "el poder de la oscuridad".
"Te aseguro que yo no lo echo de menos, Iván. Por muy útil que sea ahora mismo, lo prefiero cuanto más lejos mejor."
— ¿Y si lo intentáis todos juntos? — sugirió Leomon —. A lo mejor concentrando los D-3 conseguimos sacar algo.
— Bueno... no perdéiz nada por intentarlo. Ezpero.
Esa vez, Lynxmon también se centró en el D-3 estaba almacenado en su ser digital, y João apuntó con el suyo. Kiwimon dio un paso al frente, comprobando su estado mental. Empezaba a dudar. ¿Realmente se encontraba bien? Recordaba que algo había pasado antes del ascensor, pero todo era muy turbio... ¿quizá estuvo hablando sola? ¿O tal vez era algo más...?
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Digimon Extend III: El regreso del rey de la Umbra
FanfictionHan pasado dos meses desde el inesperado regreso de Goupemon, y la batalla sigue en una extraña calma. El dios de las sombras no parece hacer ningún movimiento, y se desconoce su nuevo paradero. Eli, Lucas y Víctor continúan con sus vidas mientras...