CORAZONES INVENCIBLES

HUMILDE

POV ANA LAURA OLIVAN
Soy tan feliz viviendo con mi familia, mi buelo y mi hermanita Sonia, recuerdo cuando mi buelito la rescato cuando tenía 4 años y yo tenía seis. Este bello pueblo de Chiapas, México. Para poder comer siempre voy al rancho de los Grey ha robar cosas de su huerto, no me gusta robar pero mi buelo no puede y mi hermana es ciega.

Voy caminando hacia la hacienda Grey para tomar algo de su huerto, mi ropa usual es un vestido blanco, holgado, viejo y me llega arriba de mis rodillas, no uso zapatos porque me lastiman.

Me apresuró a tomar algunas zanahorias cuando y hombre me toma por detrás.

-¡Suelteme!- Grito dando de codazos

-¡Eres una ladrona! ¡Ya verás lo que te haré bonita!

-¡Sueltala!- Grita otra voz

Me suelta rápido, se va y me deja ante ese muchacho tan guapo.

-¿Estás bien?

-Si- Murmuró

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo Ana Laura Olivan y usted joven- Digo estirando mi mano para saludarlo

-Soy Christian Grey- Murmura estirando su mano -Esas zanahorias son de mi huerto Ana

Me sonrojo.

-Tranquila Ana Laura puedes llevartelas y no sólo eso, te daré comida para que puedas llevartela

-No pus mucha gracias joven Grey

-Denada- Murmura -Háblame de ti Ana Laura

-Pus... Este...- Tartamudeo -Vivo en un pequeño jacal, con mi buelo y mi hermanita la Sonia

-Toma- Dice recogiendo las zanahorias -Ve a tu jacal Ana y no dejes que se aprovechen de tu inocencia

Las tomo y me voy despidiendome de él con una sonrisa.

POV CHRISTIAN GREY
No puedo creer el rumbo de mis pensamientos, por dios Grey, ella es tan desaliñada, ignorante, salvaje, pero es muy bonita, tiene una belleza natural.

Camino hacia el rancho para encontrarme con mi cuñada Kate y mi hermano Elliot. Entró al rancho y veo a Katherine.

-Christian que hacías platicando con esa mugrosa

-Te refieres a la linda muchacha del huerto

-Si- Dice cortante

-Pues le he dado comida y le daré aún más

-En vez de alimentar a esa muerta de hambre deberías casarte con una jovencita si quieres recibir tu parte del rancho

¡Que!, eso es ridículo, no me casaré pues todas son unas interesadas y muy molestas, prefiero las relaciones pasajeras.

-Kate tiene razón Christian

-Denme entonces dos días para presentarles a mi futura esposa

-¡Que!- Dicen en unísono -¿Quién es ella?- Preguntan al mismo tiempo

Sonrió frívolo. Ya verán la sorpresa que les tengo.