PRIMERO LO PRIMERO

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NARRADORA...
Las emociones eran intensas dentro del reclusorio. Anastasia cayó al suelo muy lentamente perdiendo el conocimiento por completo. Los silbatos de las guardias se oían al compás de sus gritos, Ana fue transladada a la enfermería de inmediato, solo ahí podrían evitar que se desangrara ya que perdía sangre rápidamente. La guardia encargada se vio obligada a ir a hablar con el director del penal.

-Que es lo que quiere- Dijo el director mientras volteaba a ver la entrada de su oficina

-La reclusa Anastasia Steele- Señor -Fue apuñalada

Al oír eso el director se levantó de la silla.

-Tienes idea de quién es esa mujer- Susurra nervioso -Es la hija de un hombre muy poderoso- Se pasa la mano por el pelo exasperado -Ella está muerta

-Puede morir si no se translada aún hospital y siendo honesta morirá la documentación tardaría unos días

-¡Escucheme oficial!- Le grita a la guardia encargada -Anastasia Steele no va a morir porque yo mismo daré la orden de que la lleven a una buena clínica

-Pero señor- Murmura -Debemos seguir el protocolo sin excepción alguna

-Yo soy la autoridad y quiero que averigues quien la lastimo- Toma aire -Da la orden de que preparen a la reclusa que saldrá en diez minutos hacia el hospital, yo llamaré a sus familiares

-Si señor- Sale de la oficina
POV CHRISTIAN GREY
Fue un reto sacar a la madre de Ana pero al fin lo conseguí, me costó dos millones de dolores pero lo pude lograr.
FLASH BACK...
-Señor Grey- Murmura el director del hospital psiquiátrico

-Señor Eucán seré breve

-Una costumbre de su país supongo

-Prefiero decir que ya es costumbre mía, que le parece si negociamos- Me siento enfrente de su escritorio

Me fulmina con la mirada. Llevo un traje  de seda negro, calzado italiano negro y dos portafolios negros uno de cada lado.

-Negociemos- Finalmente dice con ironía

-Le daré dos millones de dólares para que deje libre a la señora Steele- Subo uno de los dos portafolios al escritorio -Un millón para que la deje libre y el otro para comprar su silencio- Le muestro el dinero

-Y si yo no quiero

Sonrió irónicamente poniendo el otro portafolio en el escritorio, abro el portafolio dejándole ver un arma -Tengo otros métodos más convincentes usted elije señor Eucán que método prefiere, lo fácil o lo difícil

-No lo esperaba de un señor tan distinguido como usted señor Grey- Murmura -No me asusta

-Cree que no soy capaz- Murmuró -Hay gente a su alrededor que lo vigila a usted y por supuesto a Doris

-Mi hija- Murmura

-En este momento va camino al colegio y en sus manos lleva los hermosos guantes color rosa que usted le regaló ayer en el restaurante Dances uno de los mejores en Gengenbach por cierto

-No se atrevería a lastimar a Doris

-Se equivoca- Sonrió -En este momento tengo la vida de su hija en mis manos y con una llamada puedo hacer que hoy la vea en una funeraria

-Entiendo- la señora Steele no debe salir

-Vale más la mierda de su Raymond que la vida de Doris una niña de siete años

Se queda callado así que sacó el teléfono y hago una llamada.

-Señor- Me contesta y pongo el altavoz

CORAZONES INVENCIBLES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora