CORAZONES INVENCIBLES

LA MADRE DE ANA

POV CHRISTIAN GREY
Llegando a Alemania debo pedir en el aeropuerto otro vuelo para un pequeño pueblo llamado Gengenbach.

-Passagiere für den Flug nach Gengenbach, bitte durch Halle eins Tür sieben einsteigen, danke- Anuncian por la vocina

Mi cerebro en automático lo traduce, no se cómo pero se lo que dice, lo que dice es que los pasajeros rumbo a Gengenbach deben abordar por el pasillo uno puerta siete así que tomo mi maleta y voy a la puerta siete, no puedo esperar más. Al llegar a la puerta doy mi boleto y voy a mi asiento, coloco mi maleta arriba de mi asiento y tomo la revista del guía. En ella veo que información acerca de Gengenbach, al parecer es un pueblo al sur de Alemania y con mayores dimensiones, pero con encanto. Como dato curioso se encuentra que es un pueblo muy chico y poco conocido por eso no hay tantos turistas. El avión despega y se siente una pequeña turbulencia, cierro los ojos.
MIENTRAS TANTO EN SEATTLE...
POV ANALIDIA ADAMS
Desde que Christian se fue para Alemania la tensión a crecido con Alan, esa tensión es diferente a la que de alguna manera te pone mal es algo inexplicable. Es muy fácil cuidar a mis adorados sobrinos, Dani es una niña de once años muy independiente, Ximena es muy obediente y Christian junior pues es adorable, los quiero como si fueran mis hijos pero se que no puedo llenar el lugar de mi hermana. No he ido a mi consultorio más que por citas exclusivas, como el día de hoy, me tocó atender a la señora Sofía Fernández junto a su hija Miriam.

-Eso sería todo y pues las veo en un mes para ver cómo vamos y recuerden que si se puede- Les sonrió

-Muchas gracias doctora Adams- Murmura Sofía y se va con su hija

En cuanto salen de mi consultorio yo comienzo a recoger mis cosas para ir al escala, los niños me esperan además debo llamar a Christian o por lo menos enviar un correo para saber cómo va todo en Alemania. La puerta del consultorio se abre y es Alan.

-Es mi consultorio, te importaría tocar la puerta- Murmuró al verlo -¿Qué haces aquí Alan?- Pregunto mientras sigo poniendo en orden mi escritorio

-Iba camino a casa pero se avecina una tormenta así que llame al escala para preguntar por ti pero la señora Jones me dijo que aún estabas en tu trabajo así que decidí pasar por ti ya que tú vehículo no circula hoy

-No debiste molestarte iba a regresarme en taxi, así me vine y así iba a volver

-Bueno estoy aquí así que vendrás conmigo Analidia

-Solo por hoy

-¿Por qué me haz estado evitando desde que llegaste al escala?- Pregunta

-Alan no te creas el ombligo del mundo y te recuerdo que vivo en el escala para estar al tanto de mis sobrinos no de ti así que bájale a tu paranoia de acuerdo

-Se que te exito

-Estas loco- Intento no reírme

Se acerca a mi peligrosamente tomándome por mis caderas, mis ojos y sus ojos se entrelazan en una simple conexión hasta que finalmente me besa y muerde mi labio, me pega al escritorio, tomándome de los muslos me sube arriba de el escritorio. Sus manos entran en mi falda y baja mis bragas mientras yo desabrochó su pantalón. No deja de besarme y acariciarme los pechos. Su pene entra en mi duramente, sus movimientos son salvajes

-Ah- Gimo en su oído

Mis gemidos tienen repuesta porque el aumenta el ritmo y me da más duro

-Ah Alan- Gimo -¡Rayos ahh!- Jadeo sientiendo sus rápidos y bruscos movimientos

-Me encantas Analidia- Susurra en mi oído

Me recuesta en mi escritorio, donde me rompe mi blusa de botones y levanta mi sostén para poder besar mis senos. Cierro mis ojos