Parte 4

175 11 0
                                    

-¿Y que pasa por que follaran? Son pareja. Se quieren. Es lo más natural.- Dijo Julian.

-Lo sé, Julian. Pero es que esa imagen a mí se me ha quedado grabada. Aquello que presencié despertó en mí algo que no sé como explicarte.

-Vamos, vamos, tú estas envuelta de esas cosas. Te he visto.- Dijo Julian.

-¿Me has visto?

-Si.

-¿Qué me has visto?

-Hacer esas cosas. Ya sabes.

-No te entiendo, Julian.

-Eso. No me hagas que te lo repita.

-Dímelo.- Insistió Lena.

-Masturbarte. Tú lo sabes que te he visto.

-¡Ah, es eso! ¿Y qué pasa? ¿Acaso tú no lo haces?

-No.

-No me digas bobadas. Tú te masturbas cuando quieras. En el baño, en tu habitación …y donde pinte. Además ¿Por qué carajo me has espiado?

-Yo no te he espiado. Tú has dejado que yo te viera, que es distinto.

-¿No se lo habrás dicho a nadie?

-No. Descuida. No soy metiche. Además, ¡a mí que me importa lo que hagas!

-Debería importarte. Yo soy tu amiga y me preocupo por ti.

-Yo también me preocupo por todos. Por ti, por mis padres y mis padrinos, pero no voy espiando a nadie.

-¡No me digas tonterías, Julian! ¿Tù crees que no te he visto espiarme? ¿Crees acaso que no me he dado cuenta que me miras cuando estoy en el baño?

-No te espío. Pero no me puedo tapar los ojos. Si entró en el baño y estas duchándote, se que estás duchándote. No te veo nada. Pero si entro en tu habitación, siempre llamo, y si me recibes en bragas y con las tetas al aire, no es mi problema. Y como ya habrás observado, enseguida me voy de ella. No quiero herir tu sensibilidad. Pero no deberías recibirme así. Un día entrará mi padrino y te verá.

-El siempre llama. Las pocas veces que sube.-  Dijo Lena.

-Ya. Pero algún día te puede ver así.

-¡Oye, yo no estoy desnuda siempre!

-Me imagino. Pero casi siempre que subo a tu habitación, estas igual.- Le recuerda Julian.

-¿Y no te gusta lo que ves?

-No miro.

-Se que miras. Dime ¿no te gusta lo que ves? ¿Estoy buena verdad?

-Buffff…

-¿Eso es un desprecio a la belleza de tu amiga?-. Preguntó indignada

-No. Pero no te veo como…..te veo como lo que eres, mi amiga es mas mi hermana mayor.

-Y la única que tienes. Se ve que mis padres aquel día no fueron fértiles.

-Tal vez no quisieran más hijos.

-Tal vez, ¿se lo has preguntado?- Dijo  Lena.

-No. Ni lo haré. No es de mi incumbencia.

-Dime, Julian ¿eres virgen aún?

-¡Y a ti que te importa!

-Ya lo has hecho verdad.

-No es de tu incumbencia.-  Protestó  Julian.

-No. Cierto. Pero me hacia ilusión saberlo. Como siempre te veo con chicas…y chicos.

-No voy a estar con chicos. ¡Me gustan las chicas sabes!

-Y a mí los chicos y...

-Pues no te veo nunca con ninguno.- Dijo Julian.

-Ni me verás. Soy más sutil y más cuidadosa.

-¿Te has acostado con alguno ya?

-No se si puedo tener tanta con fianza contigo…

-No te preocupes. Ya me has contestado.

-Yo no te he dicho nada.- Enfatizó Lena

-Lo sé. Pero tu respuesta…

-¿Y qué si fuera cierto?

-Nada. No es de mi incumbencia. Y sí puedes tener confianza en mí. ¿No te das cuenta que te he visto masturbarte en varias veces y no he dicho nada a nadie?

...

Yael Volk KatinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora