-Yo también te he visto a ti.- Dijo Lena.
-¿A mí?.....eh…. ¿cuando?.....como que me has…
-Siiii…..te he visto. Y yo no he dicho nada tampoco. Ni siquiera a ti. Te vi un día con una revista porno en la mano y con la otra la tenias ahí. -Dijo señalando la entrepierna de Julian.- Y como la movías, deduje que te estabas masturbando.
-¡Vaya, ahora me espías!
-No. Tenías la puerta entreabierta y fui a tu habitación a decirte algo. No recuerdo que. Y te vi. Eso es todo. La verdad, es que estuve tentada de interrumpir, pero decidí no cortarte y así evitar ponerte en una situación…. ¿difícil?
-¡Vaya, te lo agradezco, que buena amiga eres joder!
-No te enfades. Somos jóvenes y ambos hacemos lo que podemos. Te diré una cosa, pero me tienes que prometer que no saldrá de aquí.
-Sino te fías de mí, no me lo cuentes.
-Si me fío, tonto. Yo ya lo he hecho. Dos veces.
-¿Con quien?-. Curioso Julian.
-No los conoces. La primera vez fue en la Nochevieja del año pasado….en casa de Nastya. Ella invitó a unos primos y aunque casi todos nos conocíamos, yo estuve casi toda la noche bailando con un primo suyo. Al final nos liamos la manta a la cabeza. Él llevaba preservativos. Era mayor que yo. Tenía 22 años. Pero fue una mierda. No saqué nada de aquello. Y me salió sangre. Me desvirgó. Y no duró ni cinco minutos. Él si lo paso bien. Supongo. Se vino. La segunda vez que lo hice fue….
-No me cuentes nada. No quiero saberlo. Dime que es lo que te atormenta y dejemos esta conversación.- Dijo Julian. Y por supuesto, Lena ignoro el comentario.
-La segunda vez fue con el chico aquel que nos traía la leche ¿Le recuerdas?
-Si... ¿Trevor?
-Ese. Un día estaba yo sola en casa y le vi llegar con las botellas de leche. Pasó las botellas a la cocina y coqueteé con el un rato. Lo demás fue sencillo.
-¿En la cocina?
-No. Quedé con él una tarde para ir al cine. El encantado. Después del cine, me llevó en su coche a un lugar apartado y no pasó nada. Pero los dos sabíamos que si quedábamos otro día, pasaría. Y quedamos otro día. Y pasó. En el coche. Luego, el dejó de trabajar con la leche y no le volví a ver.
-Muy bien. Así que ya has estado con dos y con ninguno has llegado a estar más de una vez-. Concluyo Julian.
-¿Eres virgen?-.Pregunto Lena.
-¿Y qué que lo sea?
-No me puedo creer que no hayas estado con ninguna chica con tantas que estas.
-No. Y no pasa nada.- Le resto importancia Julian.
-Sólo que te matas masturbándote.
-Es asunto mío.
-Ya lo creo que si. Pero dime, no has estado por miedo o….
-¡Pues no he estado por que no he estado! ¡Y ya está!
-¿No te atreves?, porque se que te gusta el sexo. Te masturbas. Y mucho.
-No. Me gustan las chicas… sólo que no me atrevo.
-¿Y lo has hablado con ellas? Quiero decir, que si has llegado al momento en que se da el paso definitivo…
-Si. Pero no me atrevo.
-¿Y ellas que dicen?
-Nada. Les debo gustar demasiado para que se enfaden conmigo.
-Si. Guapo si eres. Nada más que tienes que verme mí.
-Somos guapos los dos.- Animo Julian.
-Pero sólo tienes que llevar algún preservativo contigo y ya está.- Simpatizo Lena.
-No es tan sencillo. Me da cosa. Nunca he estado con nadie. No sé como tengo que hacerlo.
-No me digas eso. Te he visto con revistas, con pelis porno. Es igual. Eso no se enseña, se hace.
-Ya lo se.
-Pues querido, Julian, debes hacerlo. Es maravilloso.
-¡Mira quien fue a hablar la que lo ha hecho una vez!
-Dos. Bueno, una. La primera no cuenta.
-Peor para ti.- Se mufo Julian.
-No estés enfadado conmigo. Yo no tengo la culpa.
-Ni te la estoy echando. Pero dime que es eso que te tiene tan jodida en tu cabeza. ¿Haber visto a mis padrinos en la cama?
-No. Yo era pequeña entonces. Ahora lo comprendo todo. Pero me queda algo que no sé…
-Ves a un psicólogo, Lena.
-No. No es eso. Es la imagen del pene de mi papá lo que me tiene así. No se me va de la cabeza.
-¿Estas traumatizada por ver a mis padrinos follando?
-Tal vez. Aunque no lo creo. Pero es que mi papá la tiene muy grande, Julian.
-Mejor para el. ¿Y tú qué sabes como la tiene si eras una niña? Para ti en ese momento todo sería excesivamente grande.
-Tendrás razón. No lo dudo. Pero me impactó aquello.
-Voy a preparar una pizza ¿quieres?- dijo Julian a la vez que se incorporaba.
-Está bien. Comeré.
Julian se levantó y se dirigió a la cocina a calentar la pizza. Diez minutos eternos bastaron para que al fin, volviera con ella al salón y trocearla en porciones.
Tomó una y se la ofreció a Lena. Abrió dos latas de coca-cola y comieron sin decir nada.
Abstraídos. Sin abrir la boca más que para engullir, Julian tres porciones, Lena dos. Terminaron de saciar su apetito y se dejaron caer en los sillones. Miraban la tele sin decir nada.
Julian miró el reloj.-Son las 12 de la noche. ¿A que hora volverán?-. Pregunto Julian.
-Supongo que de madrugada. Como siempre. El teatro, las copas… etc. Les darán las 5 de la mañana por ahí. Siempre llegan a las 6. Les oigo llegar. Hablan muy fuerte.- Dijo Lena.
-Me voy a ir a mi habitación. No hay nada en la tele. Es un royo. ¿Tienes algo más que contarme?
-No. Que no le digas a nadie, ni siquiera a tus amigos ni a tus conquistas lo que te he contado.
-No lo haré. Nos protegeremos como buenos amigos y hermanos que somos.- Dijo Julian sonriendo.
-No lo dudes.- Dijo ella.
-Bueno, pues te voy a dejar solita. Me subo a la cama.
-Julian.
-Dime-. Dijo girándose hacia ella.
-¿Me la enseñas?
...
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Yael Volk Katin
FanfictionEl aroma a amapolas y margaritas se hacían percibir en el olfato de ella. La embriagaba ese aroma. Esa paz. Esa sensación de reposo y tranquilidad absolutos. Con los ojos cerrados, se dejó llevar. Se transportó a otro lugar. A otro momento. En la ha...