Yael Volk Katin

Parte 7

-¿Quieres que te ayude con eso?

-¿Qué me ayudes con…..que me ayudes a….que dices, Elena?

-Que si quieres que te ayude a terminar lo que estabas haciendo?

-Ehhh….!  Estás loca!

-¿Por qué?

-Déjame en paz, Lena, por favor.

-Yo puedo hacerlo. Ya lo hice una vez. Te gustará más.

-¡No me lo puedo creer!

-Ven...déjame.-Dijo ella tratando de descubrir el pene de Julian.

-Déjalo ya Lena. Me estas poniendo nervioso. Vete a tu cuarto y duérmete.

-¡Déjame! -.Exclamó Lena mientras retiraba el edredón que cubría las partes nobles de Julian.

Julian cerró los ojos y ante la vista de Lena apareció el soldado, aún duro, clamando una batalla que no se iba a producir. Clamando por saciar su sed ante la interrupción que minutos antes había tenido.

-¡Vaya, que agradable sorpresa! La tienes bien grande.- El muchacho se volvió a tapar su hercúleo y abrió los ojos otra vez.

-¡Ya está! Ya me la has visto. Ahora te puedes ir.

-Y así te dejo que acabes con lo que has empezado ¿no?

-Tal vez-.Dijo él algo menos ofuscado.

-Muy bien. Me iré pero antes te dejaré algo para que te inspires.

Dijo ella a la vez que subía nuevamente su camisón y ahora sí, dejaba ver por entero la zona de astracán ante la atenta mirada de Julian.
Giró sobre si misma mostrándole sus nalgas blancas y sus piernas perfectamente moldeadas. Dejó caer nuevamente el camisón y salió de la habitación de Julian cerrando la puerta tras de sí.

Quedó mudo. La estupefacción se adueño de su mente por unos instantes. Cuando se hubo asegurado que Lena había salido definitivamente, retiró el edredón de su cuerpo y observó su miembro algo menos duro ya. Se sentó en la cama y paseó la vista por la pequeña habitación. Observó una fotografía de Lena que yacía encima del sifonier.
Cerró los ojos nuevamente y se dejó caer sobre la cama. Ahora su pensamiento estaba dedicado en exclusiva a esa imagen que le había proporcionado Lena. Su sexo. Instintivamente comenzó a acariciar su pene de nuevo. 

¿Y Lena que haría?
¿Se estaría masturbando como le había dicho?
¿Qué era lo que había insinuado de ayudarle a terminar?
¿Qué quería decir Lena con eso?
¿Tal vez ella quería sexo con Julian?

Eso era imposible, aunque su casi hermana era muy lanzada.
No. Eso jamás. Se castigó mentalmente por pensar siquiera en ello.

¿Pero como podría ayudarle Lena a terminar?
¿A qué se refería?

Dejó momentáneamente de hacerse preguntas y retomó nuevamente la imagen de Lena en el coche con el lechero. Follando. Los dos. En el asiento de atrás. O en el de adelante. Notó el hormigueo otra vez. Sobre su pene. Llevó su mano hasta el  y comenzó a menearlo. La dureza hizo su presencia de inmediato. Estaba excitado. Tendría que verter sus líquidos una vez más. Siempre solo.

Retomó la imagen excitable de Lena antes de abandonar la habitación. Vio como subía su camisón y le dejaba ver su sexo. Eso le alborotó. Ella le había dicho que la tenía grande. Eso le había gustado, pues venia de una experta que ya había visto a dos muchachos desnudos. El primo de Nastya y el lechero.
19 años a punto de caramelo, se dijo para si. Tenía que lanzarse y follar con la primera que se le pusiera a tiro. Tal vez Ami, tal vez Andrea, tal vez Vika.
Daba igual. Una de ellas sería. Estaba seguro que a ellas no les importaría. Era el quien fallaba. Quien se quedaba corto un paso antes de cruzar la línea.

Se puso en pie de un salto. Tomó sus pantalones y se los metió por los pies. Abotonó el botón de la cintura y subió la cremallera, y sin fijar el cinturón, descalzo, salió de su habitación. Llamó con los nudillos a la puerta cerrada de la habitación de Lena a la vez que emitía su nombre con cierto nerviosismo.

-Lena, ¿duermes?

-No.

-¿Puedo pasar?

-Entra.-Le contestó.-¿Qué quieres?- Pregunto ella fingiendo una tranquilidad que no existía.

-¿Qué haces así?- Pregunto Julian al descubrirla completamente desnuda tirada encima de la cama.

-Ya sabes lo que hago. ¿Para que has venido?

-¿Te estas masturbando?- Preguntó aún más acobardado.

-Si.

-¿No te vas a tapar?-. Preguntó ante la desnudez de Lena.

-No. Estoy bien así. ¿O es que te asustas?

-No. Pero….si te cubrieras un poco….

-Ya. ¿Y no te pone más al verme desnuda?

-Claro. Estas muy bien. Tú ya lo sabes.

-Quieres tocarme. -Julian quedó en silencio. Le dio calor.-¿Quieres tocarme?- Julian callaba.-No te pongas nervioso. No me importa que me toques. No hay nada malo en ello.

-Somos amigos CASI… hermanos, Lena.

-Lo sé. Por eso tenemos más confianza. ¿Quieres que te toque yo?

-No esta bien, Lena.

-No te he preguntado si esta bien. Te he preguntado si quieres que te la toque yo.

Lena se acercó arrastrando sus glúteos por encima de la cama. Sus pechos balancearon ante la atenta mirada de Julian.

-Déjame.- Dijo ella a la vez que hundía sus dedos entre el ojal y el botón del pantalón de Julian.

-¿Qué vas a hacer?- Pregunto inquieto.

-Shhhh….no digas nada….déjame…..déjame hacer.-Lena consiguió su fin. 

...