Capítulo 2: Mensajes.

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Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!

 Mi orgullo oficialmente se fue por la alcantarilla, y de paso se convirtió en materia fecal, así como lo que tengo en mi cabello en este momento. ¿Como es posible que en medio de una discusión épica me cague un pájaro encima? Además todos me estaban mirando, no es como si me importara lo que digan, pero esto de la abuelita amargada me tiene cansada. Dicen que las palomas te traen buena  suerte. ¿Qué es mas fuerte? ¿La maldición de una abuelita o que me cague una paloma en la cabeza? Creo que la abuelita, mil veces la abuela.

Caminé por los pasillos totalmente enfadada e ignoré las miradas burlonas hacia mí. Entré al baño y me paré frente al espejo. Mierda.

¡Que asco!

Abrí el grifo para que el agua saliera y...¡MIERDA! ¿Porqué a mí? ¡¿Porqué mierda no hay agua?!

La puerta se abrió y mi mejor amiga entró. 

— ¿Qué fue eso? —dijo mirándome con una expresión de sorpresa, muy exageradamente. 

— ¡No! —a señalé con el dedo amenazante—, no quiero saber nada de Shane —dije con desprecio.

Ella al ver que yo intentaba que el agua saliera, me extendió un pañuelo.

— ¿Pero que fué eso? ¿No te gustaba?

— ¡No! —hice una mueca de asco mientras me limpiaba con el pañuelo—, bueno, si, me gustó los  últimos 2 años hasta que me empujaste hacía él —la fulminé con la mirada y ella sonrió nerviosamente. 

— Pensé que había una conexión especial.

— Recuérdeme por qué no estoy destripándote en este momento. 

— Por que me adoras —sonrió. 

Yo sonreí de lado. De repente dos chicas entraron al baño. 

— ¿Has visto esa nueva película? —dijo una.

— ¿De cuál hablas?—preguntó la otra. La primera iba a responder pero al vernos se quedó callada.

Summer y yo nos dispusimos a salir del baño a lo cual mirámos a la puerta y comenzamos a caminar, yo casi salgo del baño hasta que reconocí un sonido muy particular que provenía de las chicas, como agua. Me giré muy lentamente a ver si ese sonido de verdad era el que yo creía que era... Si, lo era.

— ¡¿Enserio?! —grité y tanto Summer como las chicas me miraron espantadas. No lo podía creer, no era de verdad. Una de las chicas se estaba lavando las manos. ¿Y porqué a mi no me calló agua? Caminé con muy rabia hasta el lavabo y abrí el grifo, sigue sin caer. ¿Porqué a mí?

— Umh... —dijo una de las chicas y yo las miré fulminante, no quería que nadie me hablara. Ella señaló algo encima de mí.

Levanté la mirada lentamente y miré arriba el espejo donde había un cartél. 

No funciona, usar los de al lado.

No sabía si reír o llorar. Reír por que no fué mala suerte y triste por que de verdad soy idiota. No pude evitar esbozar una sonrisa. Las chicas me miraban espantadas. Abrí el otro grifo y el agua calló, la usé para limpiarme el cabello. Con la frente y parte de la cabeza mojada,  caminé muy lentamente hasta la puerta, me sentía de verdad feliz. 

¿Tu maldición no salió tan bien, eh abuelita?

Cuando cruzaba la mitad de la puerta... me caí al suelo. Miré mis zapatillas y mis agujetas estaban desatadas.

— ¡No! —lloré y pataleé como una niña pequeña mientrás todos los que pasaban por allí me miraban, no se si se reían o no, pero no me importaba, lo único que sé es que...

A Esto Se Le Llama Mala Suerte [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora