III

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Seúl 1968.

«Su corazón danzante estructuraba una sincronía con el ritmo de su respiración, el rubor de su piel enardecía en aquella habitación, mientras la suspicacia de su cuerpo detonaba al entrar en contacto con mis manos. Estaba a punto de cruzar la línea, esa delgada línea que por mucho tiempo llevaba evitando.»

Permanecía de pie, su espalda se encontraba recargada en la puerta de su automóvil. Aquel Mercedes-Benz 280SL color negro que conseguía llamar la atención de cualquier persona que estuviese caminando por la acera en aquel preciso momento. Llevaba los brazos cruzados a la altura de su pecho mientras esperaba que el joven Park JiMin terminase su turno para poder llevarlo a almorzar después de aquello, tal y como lo habían acordado el día anterior.

Como ya era costumbre, el pintor había optado por una vestimenta formal para la ocasión. Su atuendo constaba de un traje con corte italiano color negro acompañado de un abrigo del mismo color debido al frío que hacía aquella mañana. También es importante mencionar que sus manos estaban siendo protegidas por los guantes blancos que le había obsequiado su mejor amigo hacía ya unos meses atrás.

Soltó un ligero suspiro mientras verificaba la hora en el Rolex submariner 5513 que descansaba en su muñeca izquierda, rezando en silencio para que Park JiMin saliera por la puerta principal de aquella enorme juguetería en cuanto alzara la cabeza para observarla.

Señor Kim, lamento mucho haberlo hecho esperar.

Y cuando el más alto pudo escuchar aquella dulce voz, sonrió.

Sus plegarias habían sido escuchadas.

«He escuchado que estamos hechos del mismo polvo que las estrellas, pero sus ojos, se los juro... esos tramposos estaban hechos de constelaciones completas.»

Después de decirle al de mejillas regordetas que no debía preocuparse por aquello, le indicó que debía subir al auto si no quería congelarse debido al frío infernal que hacía en aquel preciso momento.

Está de más decir que el joven empleado de la juguetería quedó completamente sorprendido por el automóvil de TaeHyung. Es decir... tener un costoso automóvil alemán en las calles de Seúl era algo que simplemente no se veía todos los días. Absolutamente todos los ciudadanos eran conscientes de que no cualquier persona tenía el privilegio de obtener un automóvil así, mucho menos en Corea.

Esta vez no sólo era la vestimenta extravagante y costosa, ahora también tenía un automóvil de lujo, uno que sólo una persona con una buena posición económica podría permitirse.

Fue entonces cuando comenzó a preguntarse qué tan importante podía ser el hombre que se encontraba conduciendo justo a su lado.

¿Cómo ha estado su día?

El más alto rompió el silencio después de algunos minutos.

Ha sido bastante común – respondió sin mas – ¿cómo ha estado el suyo?

Giró cuidadosamente la cabeza con la única intención de observarlo fijamente por un par de segundos.

Ha mejorado considerablemente.

Park JiMin se sonrojó después de escuchar aquello.

¿Cuál es su edad, joven Park?

El menor soltó un suspiro mientras jugueteaba con sus manos.

Recién he cumplido los 28 años, en octubre – Kim TaeHyung lucía sorprendido. Park JiMin en verdad parecía conservarse bastante bien – ¿cuál es la suya?

Monocromo - Vmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora