Daegu, 1959.
El ceño del joven cosmólogo se había fruncido cuando pudo escuchar los fuertes golpes en la puerta principal de su hogar. Era sábado por la mañana, no tenía siquiera la más mínima idea de quién podría estar tocando la puerta de su hogar en aquel preciso momento. Si se veía en la necesidad de mencionar a una persona que pudiese ir a visitarlo sin importarle en lo absoluto que fuera fin de semana, sería Hyuna, su prometida.
Se equivocó.
– Jung HoSeok – se presentó el hombre de vestimenta elegante mientras se inclinaba un poco –. Soy un coleccionista, señor Kim – el ceño de TaeHyung se frunció –. Vi su pintura en la galería de Kim SeokJin, me pareció bastante interesante.
El cosmólogo asintió levemente con la cabeza mientras procesaba todas y cada una de las palabras que salieron de los labios de HoSeok en cuestión de segundos. No entendía lo que estaba pasando.
– Su amigo mencionó que podía visitarlo si estaba interesado – esbozó una pequeña sonrisa antes de continuar –. ¿Podría hacerme el favor de mostrarme su trabajo?
No le quedó más que asentir, aquel hombre había ido hasta su hogar sólo para observar sus pinturas. No podía negarle aquello.
– Soy como aquel lobo que se esconde entre la penumbra – el cosmólogo explicó mientras ajustaba correctamente la corbata en su cuello, después de guiarlo hasta el pequeño almacén que tenía en su hogar –, mirando a la luna desde lejos porque no puede tenerla cerca.
El hombre de zapatos importados y pantalones elegantes hizo caso omiso a las palabras del más joven. Sus brazos permanecían cruzados a la altura de su pecho mientras observaba minuciosamente las pinturas que se encontraban apoyadas sobre la pared de la pequeña habitación de TaeHyung. Era algo que no había tenido la oportunidad de admirar antes, pinturas monocromas como las del joven cosmólogo eran algo que no se veía todos los días y, si se veían, nunca eran lo suficientemente buenas.
Y mientras el crítico de arte se dedicaba a admirar las obras del cosmólogo, este se preguntaba cómo una persona tan importante en el ámbito del arte en Corea había llegado hasta su hogar sólo para ver sus pinturas.
Un suspiró se escapó de los labios del mayor. No sabía si era buena idea acordar un trato con un joven como Kim TaeHyung, y es que el problema más grande que tenía era que no había escuchado absolutamente nada de él antes de haber visto su obra exhibida en una galería muy poco reconocida.
No sabía si valdría la pena arriesgarse por un artista tan absurdo como el joven cosmólogo que permanecía apoyado en el marco de la puerta. Estaba más que claro que jamás se había atrevido a invertir en una persona tan poco reconocida en el ámbito, pero... a pesar de todo, Kim TaeHyung parecía prometer mucho en un futuro no muy lejano.
Su mandíbula se tensó mientras pensaba que, aunque le hiciera una propuesta bastante tentadora al más joven, no era del todo seguro que se dignara a aceptarla. Sabía de ante mano gracias a su amigo SeokJin que sólo había dejado que exhibiera una de sus pinturas en su galería para ayudarlo a completarla. El cosmólogo sólo lo había permitido porque SeokJin era su amigo, entonces... no estaba del todo seguro de si quisiera asociarse con él.
El cosmólogo parecía ser un hombre bastante inseguro respecto a lo que plasmaba sobre el lienzo y HoSeok lo entendía a la perfección. Podía notar que el menor no se consideraba una persona interesante. Él era más bien un misterio y sabía que no a muchas personas les gustaba resolverlos, por eso la soledad le parecía más apetecible, más fiel y mucho más sincera.
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Monocromo - Vmin
FanfictionMonocromo.- En arte se utiliza para referirse a una pintura o, por metonimia, a una obra sobre tela, tabla o pared, compuesta por un único color o en blanco y negro. «Si algún día volvemos a encontrarnos, sólo espero que por esa vez el destino se co...