PARTE II-Un blanco profundo

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¿Qué es este lugar?

Ito: Hola, Shouko.

Nishimiya: Abuela Ito!!!!... Volvió... Volvió a pasar, cierto? Yo estoy...?

Ito: Estás bien hija, no estás lista todavía. 

Nishimiya: Pero... Ishida está bien? el me vio?

Ito: El está bien. Muy preocupado por ti, pero estará bien, y tu también pronto estarás bien.

Nishimiya: Porque tiene que pasarme esto abuela Ito? Hice todo lo que el médico me dijo la ultima vez... Este... en serio era un momento importante.

Ito: Lo sé pequeña... pero hay cosas que por más que lo intentemos, escapan de nuestras manos... esta podría ser una de esas cosas...Tu madre solía decir eso, ella se sentaba a tu lado mientras dormías y acariciaba tus oídos, sintiendo pena por si misma, y por el futuro que el destino te impuso... Pero nunca se rindió, nunca le dio el gusto al destino de verla en el suelo... Tu madre se volvió una mujer muy fuerte, mi pequeña shouko (acarició la mejilla de Nishimiya) y es en ti que ella encontraba su fuerza... No te rindas, hija mía. Eres más fuerte que esto; eres más fuerte que cualquier cosa que se te ponga en el camino... Aún no estás lista para venir con abuela... Pronto vendrán por ti, mi pequeña.

Nishimiya: No sé que más hacer.

Ito: La respuesta aparecerá frente a ti. Eres fuerte como un roble y sabia como las montañas. Nada podrá contigo.

Nishimiya: Abuela Ito?

Ito: Nuestro tiempo se acabó. No me gusta decir esto, pero espero no tener que verte por aquí en un largo tiempo.

Nishimiya: Abuela, espera, tengo que contarte muchas cosas aún, es sobre Yuzuru, ella...

Ito: Lo sé, ya lo sé, esa niña traviesa... veo todo desde aquí pequeña. Sé que sabrás cuidar muy bien de ella.

Nishimiya: Abuela yo...

Nishimiya: (Abre de golpe los ojos) *Oh... otra vez aquí*.

Las mismas paredes... La misma cama... El mismo olor a cloro y detergente... Un blanco profundo que cubría toda la habitación. Cegaba los ojos de un renacido. Este era definitivamente la cama de un hospital. 

No podía oír nada. Esta vez, nada de nada. Imaginé lo peor, pero no fue así.

Llevé una de mis manos a mis oídos, estaban cubiertos por grandes cúmulos de algodón y vendas. Imagino que por protección. 

Todo estaba nubloso aún.

Es verdad que me había caído antes, pero era eso, solo caídas. Era la primera vez que veía a la abuela Ito... Supongo que fue porque era la primera vez que me desmayaba. Y eso es... porque estoy empeorando. ¿Verdad?

Una mano acarició la mía de repente. Ishida estaba ahí, parecía haber dormido toda la noche a mi lado... Llevaba el mismo traje de anoche... Se seguía viendo fantástico, pero su expresión no me decía eso.

Koe no katachi - Por el resto de tus días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora