El sol ya no estaba en posición del amanecer, se encontraba más bien en posición del mediodía, podría ser así también porque tenía hambre. Caminó, atravesando el prado hasta unos árboles en hileras: eran manzanos. Manzanos plagados de alimento. Se le hizo la boca agua cuando vio aquella fruta con aspecto jugoso e irresistible. No se pudo resistir; cogió una y la limpió con su jersey blanco, que se ponía junto con el pantalón del pijama de rayas celestes, verdes y blancas. En cuanto le dio un bocado, fue como si le abrieran las puertas del cielo; no sabía que tuviera tanta hambre, pero así era. Se comió dos manzanas; sin embargo, cuando mordió la tercera… algo comenzó a ir mal, se sentía extraña y mareada. ¿Una manzana envenenada como la de Blancanieves? No podía ser, eso solo era un cuento, además, ¿quién podía haberla colocado allí para…? ¿Quién podía saber que iba a coger justo…? ¿Quién sabría…? Las preguntas se iban disipando a medida que las formulaba, toda su mente se fue quedando poco a poco en negro, al igual que su vista. El cuerpo le pesaba y ni siquiera sintió el golpe cuando cayó al suelo, y lo último que vio fue unas botas negras aproximándose a ella. Después, todo se tornó oscuro y desapareció en la penumbra.
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Night.
FantasyComenzó con la llegada de la noche, una noche que me llevaría a la aventura de mi vida... una aventura que se apoderaria de mi. El mundo que descubrí, mis poderes, quién soy realmente, todo lo inició una noche.