El Sueño

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Además de que el divorcio de mis padres solo nos había traído problemas, ahora mi madre trabajaba sin pausa para pagar todos nuestro gastos, y ya casi nunca estaba en casa, además que el estrés le estaba tomando factura por lo que comenzó a beber y a fumar.
Nuestros gastos también incrementaron por una medicina muy cara que mi hermana necesitaba, ya que un par de años después del divorcio le detectaron una grave enfermedad de corazón que no parecía que fuera a mejorar.

Con el paso del tiempo mi hermana empeoró, tubo que dejar los estudios y pasaba la mayoría de su tiempo encerrada en su cuarto, ella quería trabajar para ayudar a mama con los gastos, pero su enfermedad se lo impedía.
Y yo solo tendría 11 años y no había nada que pudiera hacer, excepto hacer compañía a mi hermana, aunque ella no paraba de repetirme que estaba bien y que no hacía falta que me quedara allí.
Es increíble como aún estando así, la prioridad de mi hermana seguían siendo los demás, se seguía preocupando por mi, me siguió apoyando y siempre estuvo allí para mí, incluso tiempo más tarde, quando mi hermana fue ingresada en el hospital debido a que su enfermedad iba en aumento. Incluso entonces ella siguió apoyándome, e incluso entonces yo seguí con la esperanza de que algún día se recuperaría y volveríamos a ser una familia feliz, o al menos lo que quedaba de ella.

Aún así yo iba al hospital todas las tardes, y a veces Max también me acompañaba, recuerdo la habitación donde estaba ingresada mi hermana, toda completamente blanca y lo único que le daba algo de color eran las plantas de la terraza que Max y yo cogíamos de la floristería. Tulipanes azules, las favoritas de Sophie, y lirios amarillos, mis preferidas.

Recuerdo el ruido de las diversas máquinas conectadas a mi hermana y el leve sonido de los pájaros cantando a lo lejos.

Con el tiempo aquella habitación comenzó a parecer una habitación de verdad, con las blancas paredes adornadas con nuestros dibujos de mil colores y la mesita llena de nuestros variados juegos y libros.

Aquella se volvió como nuestra habitación, por lo que se volvió normal dormir allí de vez en cuándo.
Como aquella noche, recuerdo que hacía una semana que el doctor nos había advertido de la posibilidad de que Sophie no sobreviviera , aunque yo me aferraba a mis esperanzas, no paraban de rondarme en la cabeza las palabras del doctor mientras estaba con Sophie.

Casi sin darme cuenta comenzé a llorar, Sophie me vio, se acerco a mi incorporándose como pudo, aunque no pudo disimular una mueca de dolor, y me acarició la mejilla con sus suaves y delicadas manos mientras me quitaba las lágrimas.

-¿Qué ocurre Raven ? ¿Porqué lloras? -me pregunto mientras me mira profundamente con sus verdes ojos.

Mis ojos se empeñaron de lágrimas, mientras en mi cabeza recorrían miles de recuerdos y pensamientos entre mezclados.

- No te irás, verdad? Prometeme que no me dejarás... - dije yo sin poder reprimir las lágrimas.

-Raven yo... Sabes que no puedo prometertelo... - dijo bajando la mirada al blanco suelo. Levanto la cara levemente, y me sonrió con amargura mientras me abrazaba, pude ver tristeza reflejada en sus ojos pero también ternura y esperanza .

Entonces empezó a cantarme nuestra canción preferida la que tantas veces habíamos escuchado en mi viejo mp3 , '' Titanium'' , al oído, de manera dulce y casi inperceptible, y por un instante mi mente viajo en el tiempo, recordando aquellas noches mientras mis padres discutían y Sophie me aropaba cantando con dulzura mientras me abrazaba entre sus brazos.
Y así arropada entre sus brazos de nuevo me quede dormida con una sensación de paz y esperanza que hacia mucho que no sentía, mientras recordaba otra época más feliz y sencilla...

Al abrir los ojos me encontré rodeada de una extraña oscuridad, miré a mi alrededor, donde estaba? ¿Era un sueño?

De repente vi un extraño polvo pasar delante mío, vi como se reagrupaba y separaba formando espirales y figuras a mi alrededor que brillaban iluminando aquella extraña y profunda oscuridad.

De repente se quedaron quietos y fueron cogiendo solidez, color y forma hasta formar una imagen, eramos Sophie y yo, eramos más pequeñas y estábamos jugando con nuestras antiguas muñecas , también estaba mi padre con dos ramos de flores, tulipanes azules para Sophie, y lirios amarillos para mi.
No pude evitar sonreír al recordar aquello. Y entonces ví como la imagen comenzaba a desvanecerse tan rápido como se había formado y formaba otro recuerdo.

Está vez eramos Max y yo, era mi cumpleaños y estábamos jugando fuera con Rocko, Leannie y Allan .
Y puedo oír a lo lejos el eco de las risas.
Sonrió con tristeza, parecía tan feliz, como podían haberse complicado tanto las cosas ?
Me acerco a la imagen que ya está volviendo a cambiar.

El polvo mágico cambia por última vez y muestra una imagen de mis padres, Sophie y yo. Estábamos en un picnic, y papá y mamá nos llevaban a caballito. Parecíamos felices y unidos, lamentablemente no creo que podamos volver a ser la familia que algún día fuimos.

Me acerco a la imagen, se que esto es solo un sueño, se que no es real, pero parece tan cercano, como si con solo alargar la mano pudiera tocarlo.
Me acerco alargando la mano como hipnotizada por la mágica luz que desprende, miro al suelo, un enorme y oscuro vacío me separa de mi recuerdo. Pero esta tan cercano, me acerco al borde del abismo, alargo el brazo desesperadamente, ya casi...

Consigo rozar el mágico polvo con la yema de los dedos antes de perder el equilibrio y caer por el oscuro abismo, que parece no tener fin.

De repente noto como he dejado de caer, miro a mi alrededor y veo una mano gigante formada por el polvo mágico, me coge y me lleva hacia la negra plataforma de nuevo .
Me deja en el suelo y el polvo vuelve a formar una imagen, esta vez es mi hermana en la actualidad.

-¿Sophie...? - digo confundida.

Sophie ni se inmuta, ni siquiera se si puede verme o oírme, sus pies se elevan del suelo y ella comienza a elevarse y a alejarse en la oscuridad.

-¡Sophie! ¡Sophie! Espera... - grito mientras corro detrás de ella, la verdad no se porque corro, pero mi instinto me dice que si la dejo marchar se irá para siempre.

Miro al frente, la extraña y negra plataforma en la que estoy se acaba, parece que no hay escapatoria, y entonces comienzan a separase trozos flotantes que forman una extraña escalera flotante que me conduce hasta ella.

Subo con grandes zancadas, mientras me corroen los nervios, e incluso olvido mi miedo a las alturas.
Llegó al final de la escalera, quedandomé cara a cara con mi hermana.

La miro, sus normalmente vivaces ojos verdes emanan tristeza,alarga su brazo e intenta acariciar mi mejilla,pero no puede tocarme, es como si algo se lo impidiera. Veo como por su mejilla baja una lágrima y noto que yo también estoy llorando ahora.
Sophie abre ligeramente los labios y me susurra: '' - Lo siento''.

Cierra los ojos y aparecen unos pétalos de tulipanes azules que comienzan a envolverla, y de repente Sophie se desvanece en aquel extraño polvo mágico que comienza a alejarse hasta esfumarse de mi vista junto con los pétalos azules.

Noto un extraño temblor debajo mío, la escalera comienza a desmoronarse, y de repente mi vértigo y mi inseguridad vuelven, corro desesperadamente hacia la plataforma que cada vez parece estar más lejana y salto hacia ella con la esperanza de estar a salvo.

El tiempo se detiene por unos instantes mientras salto y luego comienzo a caer a las profundidades de aquel hoyo sin fondo, cierro los ojos con fuerza, las lágrimas brotan de mis ojos y mi mente esta demasiado conmocionada y estupefacta como para pensar con claridad. Y lo único en lo que puedo pensar es en la mirada de Sophie, mientras me pierdo en la oscuridad.

Cuando vuelvo a abrir los ojos estoy de nuevo en la habitación del hospital junto con mi hermana, que sigue dormida y que aún me abraza, supongo que todo ha sido solamente un sueño...

--Iré publicando capítulos si veo que la gente lo lee, os esperan muchas sorpresas, espero que disfrutéis de la história (perdón por las faltas) y agradezco vuestro apoyo --

La História de RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora