Al despertar la mañana siguiente me encontré en la blanca sala del hospital.
Mi hermana dormía plácidamente a mi lado, todavía me abrazaba.
Lo único que pude oír aparte del alterado latido de mi corazón era el sonido de los pájaros cantando a lo lejos, las máquinas conectadas a Sophie y su débil respiración.
Todo estaba bien, estaba en paz, mire a Sophie, no parecía estar sufriendo, no parecía sentir dolor, estaba tranquila y dormía plácidamente ...Aparté sus brazos suavemente y los dejé apoyados en la cama, y me levanté sigilosamente de la silla donde había dormido.
Me dirigí al balcón y contemplé las vistas mientras dejaba que el viento me meciera suavemente la melena.Me giré y contemplé a mi hermana, entonces me dí cuenta de un detalle que antes no estaba, entre sus preciosos y despeinados rizos castaños había un tulipan azul, lo cojí con delicadeza y me quedé contemplando el azul vivaz y alegre de sus pétalos.
De repente un agudo y fuerte pitido emergió de una de las máquinas acabando con toda la paz y tranquilidad y dando paso al pánico total.
Me quedé en shock, y todos los demás sonidos quedaron amortiguados de golpe, estaba paralizada y mi cuerpo no respondia, todo parecía haberse detenido de golpe.
Casi de inmediato entró en la sala un grupo de médicos y enfermeras, las enfermeras me arrastraron hacia la puerta, mientras los doctores rodeaban a mi hermana impidiendome verla.
De repente sentí un extraño sentimiento nacido de la rabia y el miedo que me invadía por completo. ¿A donde me llevaban? No quería que me alejaran de ella, teníamos que estar juntas, no podían alejarme de ella.
Todo pareció perder color y volverse gris de golpe, justo antes de que perdiera el control, comenzé a gritar desesperadamente, a patalear y a intentar librarme de los brazos de las enfermeras que me miraban fríamente mientras sus manos me aferraban con más fuerza todavía .
De repente noté unos brazos que me rodeaban y que me abrazaban con ternura y fuerza.
-Tranquila cielo, estoy aquí contigo... - oí que decía una voz quebrada detrás mío.
Me giré, era mi madre que también estaba llorando y parecía asustada, pero que hizo acopio de sus fuerzas y me sonrió mientras las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas.
La abrazé con fuerza, sin dejar de llorar. Hasta que las enfermeras nos pidieron que por favor nos fuéramos a la sala de espera, cogí la mano de mi madre, la sentía cálida y cercana, y de alguna manera, el simple tacto de su piel me hizo sentir mejor.Llegamos a la sala de espera, una enorme sala también blanca con un montón de sillas y un enorme reloj de pared.
Nos sentamos, teníamos toda la sala para nosotras y nos pusimos una enfrente de la otra en aquellas incómodas sillas de plástico negro.
Todo era gris y sin vida para mi, lo único que desprendía color era el tulipán azul que había encontrado junto a Sophie y que aún conservaba, lo cogí con delicadeza y lo contemplé sin dejar de pensar en el sueño que había tenido la noche anterior.Pasarían sólo unos minutos, pero a mi me parecieron siglos, ninguna dijo nada desde que entramos a la sala. Todo estava en silencio, menos por el incisivo tic tac del reloj de pared, un sonido preciso y seco que no se detenía, y que me recordaba el incesable paso del tiempo.
Apreté mis manos aún sosteniendo el tulipan azul y me dí cuenta de que estaba temblando. Contrariamente a lo que se podría pensar tenía la mente en blanco y no podía pensar en nada.Al fin entró una enfermera, era muy delgada, su cara desprendía preocupación y no paraba de arreglarse el uniforme y el pelo que tenía rubio plateado y recogido en una especie de moño, enseguida me di cuenta de que seguramente era su primer día.
-¿S-Señorita Rogers? - titubeo con un hilo de voz.
Mi madre se levanto de la silla de inmediato, y la miro con profunda preocupación, la enfermera le hizo tímidas señas para que la acompañará, y acto seguido ambas abandonaron la sala, dejándome a solas con mis pensamientos, no se cuanto tiempo estuve allí esperando, pero se me hizo eterno. No paraba de repetirme que pasará lo que pasará se vería reflejado en el rostro de mama.
Tenía la misma sensación de opresión en el pecho, que me impedía respirar, y de desesperación que había sentido al caer por aquel negro abismo sin fin de mi sueño , como si el mundo entero se me echara encima.
Finalmente entraron mi madre y la enfermera. La enfermera parecía nerviosa como antes, y sonreía, aunque parecía más una especie de mueca que una sonrisa forzada. Y detrás estaba mi madre.
En cuanto ambas entraron me levanté como empujada por un resorte y clavé la mirada en la expresión de mi madre, sabiendo que lo que hubiera pasado se vería reflejado en sus ojos. Pero no podía verlos, ya que ella no dejaba de mirar al suelo evitando mi mirada, miré a la enfermera la que parecía bastante incómoda y nerviosa y empezó a arreglarse el moño con sus temblorosas manos .
-¿M-mama? - dije con un nudo en la garganta y con ganas de romper a llorar, mientras buscaba desesperadamente su mirada.
Ella levantó la cabeza lentamente, y nuestros ojos se encontraron, tenía una mirada gélida y que parecía estar enfadada y a la vez triste. Vi que tragaba saliva, como si le costará hablar y al fin dijo : - ''Lo siento ... '', al igual que en mi sueño.
No dijo nada más, pero tampoco hizo falta, me quedé allí quieta sin poder moverme o reaccionar con las palabras de mi madre resonando en mi cabeza, mientras la imagen de mi madre se transformaba en la de la Sophie de mi sueño.
Cerré los ojos al fin y dejé que las lágrimas bajarán por mis mejillas. Noté como todo mi cuerpo temblava y en como se volvía cada vez más pesado, hasta el extremo en el que mis temblorosas piernas ya no podían sostenerlo en pie, por lo que me dejé caer en el blanco suelo, mirando las baldosas que se veían borrosas por las lágrimas que empañaban mis ojos , y que caían al suelo formando un pequeño charco debajo mío.
Sophie se havía ido...
A partir de entonces las cosas nunca volverían a ser lo que fueron ...--Iré publicando capítulos si veo que la gente lo lee, os esperan muchas sorpresas, espero que disfrutéis de la história (perdón por las faltas) y agradezco vuestro apoyo --
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La História de Raven
Teen FictionTodos formamos parte de nuestro pasado, ya que este habita en nuestro interior , y siempre deja huella. Algunos esclavos de su pasado intentan huir y esconderse, pero es imposible huir de él y de lo que representa por mucho que corras. Por lo que a...