Cuando morimos, a la mente no le queda más remedio que abandonar el cuerpo y carece de libertad para elegir su destino. Nuestra mente viajará al lugar de su próximo renacimiento empujada por los vientos de las acciones o karma –nuestra buena o mala fortuna–. Si el karma que madura en el momento de nuestra muerte es negativo, nos arrojará con toda seguridad a un renacimiento inferior. Es muy fácil acumular karma negativo grave. Por ejemplo, solo con aplastar un mosquito con odio creamos la causa para renacer en los infiernos. Tanto en esta vida como en las innumerables vidas pasadas hemos cometido muchas acciones terribles, y si no las purificamos con una confesión sincera, su potencial permanecerá en nuestra conciencia y es posible que madure en el momento de la muerte.
¿Qué es el Karma? Según varias religiones dhármicas, el karma es una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se genera a partir de los actos de las personas. Generalmente se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto. Se refiere al concepto de «acción» entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de . Según el karma, cada una de las sucesivas quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.
Para el budismo, el karma no implica solamente las acciones físicas, sino habría tres factores que generan reacciones como los actos, las palabras o los pensamientos. Por lo tanto, Buda es la fuente de nuestra felicidad; el Dharma es la verdadera protección con la que podemos liberarnos para siempre del sufrimiento de las enfermedades, la muerte y el renacimiento; y la Sangha son los amigos espirituales supremos que nos guían por los caminos espirituales correctos. Con la ayuda de estas tres gemas preciosas que colman todos los deseos –Buda, el Dharma y la Sangha–, conocidas como las Tres Joyas, podemos cumplir tanto nuestros propios deseos como los de todos los demás seres.
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¿Budismo como estilo de vida espiritual?
SpiritualEn estos capítulos, voy plasmar mi experiencia personal con el budismo. Qué cambios he sufrido y qué he aprendido.