Bifurcación

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—¡¿Qué hiciste qué Hermione Jean Granger?! —preguntó casi gritando Ginny a Hermione el día domingo siguiente a eso de las seis de la tarde, cuando al fin la pelirroja había dado con su amiga en la habitación de ambas.

—Que estuve con Malfoy... ya te dije.

—¡¿Estuviste toda la noche con Draco Malfoy y ni siquiera tuviste la decencia de avisarme antes?!

—Pensé que sería una salida normal, como las de siempre... no que terminaríamos así...

—Imagino que te protegiste, ¿no? —Hermione miró a su amiga y esta tenía una chispa de rabia en la mirada. Era como si una hermana mayor... o peor, su mamá, la estuviese reprendiendo.

—Bueno...

—¡¿O el muy imbécil no fue capaz de llevar un maldito condón con él?!

—Ginny por favor cálmate... hace rato que perdí la virginidad si es lo que te preocupa.

—Eso lo sé, amiga. Solo es que temo que Malfoy te vaya a dañar.

—Si lo hace no te lo diré. No tendría valor para escuchar tus sermones.

Ginny guardó silencio unos segundos y vio que Hermione solo miraba por la ventana hacia la lejanía. No parecía molesta, al contrario, sus mejillas tenían un leve tono rosado y sus labios dibujaban una sonrisa que ella no había visto nunca antes en ella.

—Debes estar muy feliz y yo haciendo un escándalo de abuela medieval —bromeó finalmente acariciando un brazo a Hermione.

—Lo estoy, sí. Me siento bien... feliz. Él es todo un caballero conmigo.

—¡Ja, ja, ja! Sí, claro, menos mal que es «tooodo un caballero»...

—Lo es, Ginny, aunque no lo creas. Él entendió cuándo, sin decirle, intuyó que yo tenía dudas...

—¿Tuviste dudas? ¿De tener sexo con él?

—No precisamente de eso... yo tengo miedo que me pueda enamorar.

—¡Dijiste que eso no ocurriría!

—¡Lo sé! ¡Lo sé! Pero tras cada paso que doy, siento que el puente se tambalea muchísimo...

—Estás loca... debes cuidarte y no me refiero a tus sentimientos, me refiero a que debes empezar a usar tú un anticonceptivo. Si bien el preservativo te asegura un noventa y ocho por ciento de efectividad, existe un dos que no. Ten —dijo dando una botellita con un líquido color rosa en su interior—, da la casualidad de que yo tengo esta poción que no seguiré utilizando.

—¿Tú la preparaste? A ver... espera... ¿no la seguirás tomando? ¿Por qué?

—Sí, yo la hice... pero olvidé tomarla un par de días y...

Hermione miró a Ginny y esta se había sentado algo pensativa. Guardó el frasquito en el bolsillo de su pantalón y se acercó a su amiga.

—Gin, ¿qué ocurre?

—Tengo tres semanas de atraso... —confesó. Hermione guardó silencio y se acuclilló frente a Ginny—...Y ayer, me hice un test y dio positivo.

—¡Auch! Y Harry, ¿lo sabe? —Ginny asintió.

—Anoche se lo dije. Quiere que nos casemos antes de Navidad.

—Pero no te veo muy feliz que digamos. ¿Es por el embarazo o por el matrimonio?

—No quiero ser hipócrita ni mentirosa contigo, Hermione. Realmente este embarazo no es esperado... no digo que «no deseado», pero no estaba dentro de los planes, pero es mi hijo y de Harry... y está dentro de mí... es una vida.

OTRA OPORTUNIDAD PARA AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora