capitulo 1

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Bastaron unos minutos para que todos estuvieran gritando como locos alrededor de la cama. yo los observaba un poco confundida.

La sangre corría por él suelo como agua y yo intentaba ver de donde brotaba aquel liquido rojo.
Me acerque para ver y fue cuando estuve lo suficiente cerca como para contemplar a quien se encontraba tendida en la cama que comprendí lo que sucedía.
Mi esposo, ese maldito mal nacido a quien entregue mis mejores años gritaba como loco casi al punto de desmayarse.

No se porque su reacción.
De culpa talvez?
O solo era un teatro para que nadie sospechara del hombre prefecto que dormía a mí lado todas las noches.

Mamá lloraba como loca y preguntaba en voz alta porque lo ise, me hubiera gustado explicarle mis motivos pero ya no era posible, no podía escuchar una sola palabra de mi boca.

A pesar de que ella estaba destrozada y era mí culpa no podía sentir tristeza alguna. en cambio sentía odio, rabia hacia aquel que toda mi vida fue mi gran amor.

-donde esta mamá?- pregunto una dulce voz en el umbral de la puerta y mis ojos se detuvieron en el angelical rostro que miraba un poco curioso a los presentes.

-vamos a tu cuarto amor, no puedes estar aquí- dijo mi esposo mientras secaba sus lágrimas intentando persuadir a la pequeña de lo que pasaba.

A pesar de mi odio no podía negar el hecho de que era el mejor padre que podía tener cualquier infante.

Yo también quise acercarme para que mi pequeña no viera lo ocurrido, di unos pasos a hacia donde estaba y fue cuando intente tocarla que recordé que ya no había posibilidad de tocar su rostro nunca.... si, nunca volvería a hacerlo y eso me destrozaba.

Seguí a mí esposo hasta la habitación de mi pequeña y vi como intentaba distraerla sin ningún éxito, ella solo quería saber y el hecho de ver a su padre llorando solo aumentaba su curiosidad.

-Donde esta mamá?- volvió a preguntar entonces su padre la tomo en brazos intentando contener un mal de lagrimas, pero fue en vano. Parecía muy conmocionado. Mi pequeña era muy inocente como para entender y el no tenia necesidad de fingir con ella. Talvez sus lágrimas eran sinceras. Talvez me amaba de verdad porque solo de esa forma se puede estar tan desgarrado.
Pero entonces porque la traición?
Porque el engaño?
El sabia perfectamente que vivía solo para él y nuestra pequeña, yo estaba dispuesta a todo por el... a todo!

La Pena De ElenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora