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El sonido de aquellos finos tacones, resonaban por todo el inmenso pasillo de la universidad, ganándose las miradas sedientas de los chicos.

Incluida la de su querido primo.

El contorneo de sus caderas eran las
más pedidas en la cama, y claro que a  ella le encantaba ser una puta.Gracias a eso, ahora es conocida, chicas ardidas siempre existieron, estaba agradecida de estar en esta universidad, era carísima.

Bah. Su padre era el rector.

Nadie era lo suficientemente valiente para enfrentarla, y no menciono en lo físico, pues nadie era capaz de compararla, sino que mentalmente, era demasiado suspicaz y astuta, aveces lo daba a relucir y otras no.

Al tiempo, tocó el timbre indicando el ingreso y el inicio de otra aburrida clase, pero como ella no tenía limites, se iría a escapar unos segundos.

Iba directo al baño de mujeres para poder retocar ese labial rojo que humedecía y provocaba erecciones.

A unos pasos de llegar a esta, fue jaloneada a la habitación encontrada al costado de los servicios higiénicos, un cuarto de limpieza, claro.

Y de impacto unos labios fueron estampados en los suyos, con desesperación, como si quisiera devorarle la boca en esos instantes, en la oscuridad de aquellas cuatro paredes.

Estuvo confundida unos segundos, pero se dejo llevar por aquellos labios, un tanto gruesos y esponjosos,el sabor de su labio inferior sabía a....coco.

¿Acaso hoy se cumplían milagros? No jodas, era su fruta favorita.

Después de aquel largo y húmedo beso, la ganas de follar se hicieron presentes, aún estaban en silencio, EunMi no se quejaba, si le causaba placer, continuaría.

Lo empujó hacia delante,haciendo que este chocara con la pared. No dudo más y atrapó sus labios en los de él, tomándolo del cuello para profundizar.

El no se quedaba atrás, succionaba los labios rosas de la fémina, atacándolos sin piedad, provocándole algunos jadeos.

Colocó sus brazos en la pequeña y curvada cintura de EunMi, enterrando sus dedos en esta, generando un gemido de placer en ella.

EunMi bajo sus helados dedos hacia sus pectorales, tocándoles por encima de la tela y sin querer, ya estaba sacando el primer, segundo y tercer botón de esta, queriendo ver y deseando tocar más allá

No llego a su cometido, pues la masculinidad de enfrente la detuvo.

—No quiero hacerlo aquí—mencionó con voz ronca irreconocible, algo que jamás habia escuchado—

—No podemos salir de aquí idiota, ya comenzaron las clases y de seguro el rector esta afuera, oh si, mi padre—habló sarcástica —

—Lo haría princesa—respondió— pero quiero ver tu rostro cuando te llenes de placer y me pides más—habló con una voz más calmada, EunMi no tardó en adivinar—

Se separó de este y busco el interruptor que permitía la luz en estos necesarios momentos.

Una vez encontrado y ya con la luz y la vista de aquel hombre que casi la lleva a un orgasmo con solo besos y caricias, esta lo miró divertida.

—Primito, que sorpresa ¿tan desesperado estas?—rió—

—No lo estoy—indicó—

—Claro que lo estas—le contradijo— tus besos lo demuestran—sonrió con sorna mientras que el la miraba fastidiado— Oh Mochi, no me pongas esa cara, todo esto es tu culpa, si no me hubieras rechazado hace tiempo, nada de esto pasaría,y nada de eso—señalo su erección —sería real.

—Eres una estúpida—gruñó su acompañante—

—Si claro, todo por no acostarme contigo—rodeo los ojos—escucha, yo saldré primero y luego tu, si nos ven juntos estarás muerto—estaba dispuesta a irse cuando el rubio tomó de su muñeca y la jaló hasta colocarla en su pecho para después robarle un beso—

EunMi se quedó mirándolo y maldiciendo en voz baja, ya estaba húmeda.

[...]

Después de aquel fugaz y exitante encuentro, no le quedó mas remedio que recurrir a su hermano.

Era el momento perfecto, sus padres se irían a visitar a los abuelos súper aburridos, ellos se quedarían solos.

No le importaba follar con su hermano, después de todo, el no es tan sano que digamos.La otra vez encontró en el historial de su laptop vídeos porno.

Oh sí el estaba necesitado y EunMi lo iba a desvirginar.







Editado.

 EXPLICIT [Park Jimin] #1 Play TempestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora