Final ⚠

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—No hay nadie por aquí, diablos, estas demasiado ebria.—

—Fóllame Jimin, ahí—señale la puerta de su habitación —tomame ahí ¡Ya!

—Nena, lo haré si me sigues tentando.

El rubio con casi nada de esfuerzo la llevó adentro de su habitación acomodándola en su cama, EunMi realmente estaba ebria y aunque ese jodido vestido gritaba que la folle, sintió que no era el momento. No quería sacar provecho de la situación, quería que EunMi recordara lo bien que la hizo sentir.

Algo de no duraría tanto, la pelinegra se revolcaba en su cama como un gusano, cada vez su vestido corto se alzaba más y podía ver sus bragas color negro.

Joder, se estaba poniendo duro.

—Jimin~—gimió dulcemente el nombre de su primo, su mano derecha comenzó a apretar sus senos de manera obscena, llamando la atención de Jimin.

—Santo Dios—botó un pequeño aire de sus labios y se los relamio, tener a EunMi en su cama revolcándose con su vestido subido hasta su cintura dejándole ver sus bragas, agarrándose las tetas y gimiendo su nombre.

—¿Qué tanto piensas Park?—de un momento a otro las manos de la fémina comenzaron a subir por el abdomen del contrario, tocando sus pectorales, masajeandolos.

—EunMi...—gimió leve cuando sintió que sus tetillas fueron machandas por un poco de saliva por encima de su playera.

Sin perder tiempo Jimin fue atraído por EunMi, fue empujado en su cama cayendo boca arriba y encima suyo estaba su prima, con sus muslos separados a cada lado de su cintura.

Un movimiento circular de caderas lo hizo retorcer de placer, su erección cada vez se ponía mas dura.

—Ah~ Jim-in~—gruñó el de cabellos rubios, la tomo de las caderas apretando mas su pelvis contra el clítoris de Eunmi.

Su pliegues ya estaban completamente mojados por sus fluidos, Jimin tenía una jodida y excelente vista. Pero solo una pequeña tela le jodia.

Sus bragas.

Oh benditas bragas.

—Ah~— esta vez fue Jimin quién gimió debido a los recientes saltos que comenzó a recibir.

EunMi se acerco a sus labios y los lamió con su lengua, excitada y con todo el cuerpo hecho fuego, retiró su vestido por encima de su cabeza botándolo hacia quien sabe donde.

Sus pechos estaban abultados en el sostén de color negro, se veían apetitosos y Jimin mentiría si dijera que no quería marcarlos, dejar chupones para que ella mañana los vea.

Los papeles cambiaron, ahora ella estaba en la cama boca arriba gimiendo y encima suyo un rubio penetrándola aún con la ropa.

Las pequeñas manos de Jimin fueron a parar en el broche de aquel sostén, con habilidad lo desabrochó y lentamente los retiró.

¡Joder! En su inútil vida jamás había visto unos pechos tan rosados y con sus botones tan erectos. Se veían apetecibles, listo para ser mamados.

Quería hacerlo, pero la noche era suficientemente larga y no iba terminar tan rápido.

Se alejó de sus pezones y miró a EunMi, se encontraba con los ojos cerrados y sonriendo, quizás esperando la buena mamada. Jimin la toma de sorpresa cuando la carga y la vuelve a poner en su regazo.

—Seduceme...—solicitó perdido es los labios de la pelinegra, comenzó a besarla de manera salvaje mientras su prima comenzaba a tomar acción.

 EXPLICIT [Park Jimin] #1 Play TempestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora