Capítulo 2

132 9 0
                                    

Pov Camila

Realmente está se estaba volviendo una fiesta buena para mi gusto, Dinah tenía razón, el lugar había quedado increíble y el ambiente formado ya a partir de algunos tragos estaba más que maravilloso. Bendita la hora en que decidí quedarme en la ciudad un día más y hacerle caso a Jasper con su idea organizar una fiesta como despedida para mis amigos que tan gustosamente habían aceptado pasar una semana conmigo. Eres genial Camila.

Hace unos meses en vacaciones encontré este lugar por casualidad y al estudiarlo con detalle supe que podía hacer maravillas con el; un edificio de unos pocos pisos ubicado hacia las afueras de la ciudad que parecía abandonado a la vista de cualquiera que lo viera. Se lo pedí a mi padre como regalo de cumpleaños lo cual le pareció demasiado extraño ya que en primera, era un edificio viejo y decía no podía hacer mucho con el, claro, porque el no se imaginaba lo que traía en mente y en segunda, porque ni siquiera yo estaba segura de regresar, pero trataba de convencerme a mí misma que era lo mejor.

Conté mis planes a Dinah, mi mejor amiga, mejor dicho, mi casi hermana . Al principio se negó ayudarme ya que la idea le parecía descabellada pero al final cedió y ella fue quien terminó dando todas las ideas.

Hicimos ese lugar un escape, algo tan nuestro, ya que al fin de cuentas dentro de un año "supuestamente" iba a vivir en esta ciudad y necesitaba un lugar sólo para los míos o para mi. El viaje con mis amigos terminaba al día siguiente así que decidimos terminarlo con broche de oro, y que más podía ser que una celebración de esta manera acompañados de unos buenos amigos que conocimos en uno de los tantos clubes a los que acudimos.

Así es, es como soy; la señorita Camila Cabello (hija del gran Alejandro Cabello o eso era lo que decía la gente, cosa que odiaba y por la cual trataba de pasar desapercibida) que adoraba las fiesta y la diversion, porque como dice mi madre "sólo se vive una vez" y yo estaba en mi mejor etapa para ello.

-Por fin encontré a mi chica- dijo Vero a quien conocí junto a su primo en una de las muchas noches de fiesta a las que acudimos.

Que belleza de mujer.

Ella era una mujer sumamente atractiva y con una chispa increíble lo que hizo más grande mi atracción por ella, congeniamos de forma rápida. Bailaba muy bien, siempre tenía buenas platicas, y sobretodo, besaba delicioso.

- Hey- sonreí haciendole espacio junto a mi- creí que no vendrías.

-Como crees que me perdería la despedida de la chica más linda que he visto en la ciudad- respondió coquetamente mientras se sentaba a mi lado-. Llegué desde hace mucho pero me perdí por ahí con unos amigos- dijo señalando un grupo que acababan de entrar con cigarros en mano.

-Entonces supongo que gracias por venir-hablé mirándola a los ojos y tomando mi vaso de la pequeña mesa del centro- por pasar esta noche conmigo- aproximé el vaso a mi labios y tomé un trago viéndola a los ojos.

-Fue todo un placer, ya sabes.- respondió con la vista en mis labios-¿Te-te gustaría ir a bailar?- habló después de unos segundos en silencio extendiéndome la mano.

-Me encantaría

-¡Hey Camila! Deja algo para nosotros- habló André que por lo que veía ya llevaba no varias, sino muchas copas encima.

-Quisieras- fue lo único que dije mostrándole el dedo medio y empezando a avanzar entre la gente manteniendo un fuerte agarre de la mano de Vero.

La música sonaba muy fuerte y yo ya me encontraba con una buena cantidad de alcohol en lo que iba de la noche lo que me hizo soltarme un poco más al momento de bailar. ¿Es que acaso había algo que no me gustara de esta mujer? La manera en que se movía me dejaba sin habla, definitivamente ella sabía divertirse y yo quería hacerlo también. Con el transcurso del tiempo se nos unieron Dinah y las demás chicas; más tragos iban y venían entre las canciones y mas sensual se tornaba el ambiente.

Di media vuelta y pegué mi espalda al cuerpo de Vero, y me restruje en ella, lo que hizo que colocara sus manos en mi cintura moviéndose a mi mismo ritmo y sintiendo su respiración en mi oído acelerando así un poco más mi pulso.

-Te quiero mostrar un lugar- dije dándome la vuelta pegando casi nuestras caras.

-¿Qué lugar?

-Ven-dije a su oído y la tomé de la mano para guiarla a una puerta que se encontraba en el fondo de un pasillo y comenzamos a subir las escaleras.

-¿A donde vamos?- me cuestionó cuando nos acercábamos a otra puerta y me aproximaba para abrirla.

-A un lugar que te aseguro querrás haber venido antes- Dije haciéndola entrar a una habitación que yo misma había acondicionado para Dinah y para mí cuando el alcohol en nuestro cuerpo fuera demasiado y nos imposibilitara regresar a casa.

Apenas cerraba la puerta cuando sentí sus labios sobre los míos haciéndome la tarea casi imposible y dejando la puerta semi abierta que no duró tanto así cuando sentí que me pegaba a la puerta lo que hizo que se cerrara completamente y dejándonos sin nada mas que el ruido de nuestras bocas en un besos tan necesitado. Deslizando sus manos en mi cintura tomé la iniciativa de profundizar el beso pidiendo acceso con mi lengua que inmediatamente fue aceptado conectando nuestras lenguas en un beso efusivo.

-Por supuesto que me hubiese encantado venir aquí antes- fue lo primero que dijo en cuanto nos separamos cuando el aire se nos hizo insuficiente.

Sonreí con suficiencia y la besé nuevamente de una forma un tanto salvaje que respondió de igual manera. Caminamos entre el beso a hasta que sentí chocar con la cama que se encontraba al centro de la habitación y en la cual fui tumbada casi de inmediato mientras Vero se colocaba sobre mí. Abrí un poco más piernas para que se colocara mejor en cuanto sentí que rompía el beso para dirigir su labios a mi cuello y un leve gemido salió de mi boca cuando sentí su lengua sustituyendo sus labios.

Busqué a tientas el borde de su blusa para tirar de ella hacía arriba y sacarle de su cuerpo el cual se despegó un momento del mío para hacer la tarea más fácil y rápida. Ella siguió mi ejemplo y sacó la mía de igual manera. Me tomó de la cintura y giro sobre su espalda haciéndome quedar encima suyo. Se incorporo en la cama por lo que quedé sentada a horcajadas en su regazo y casi instantáneamente llevó sus manos a mi sostén del que se deshizo para después tomar uno de mi pechos con su boca. -Joder- fue lo único que pude murmurar mientras con su otra mano masajeaba el otro.

Placer, si, era lo único que me tenía atrapada en ese momento y lo que ocupada todos mis sentidos. Me tenía completamente excitada que temía tener un orgasmo con sólo esa acción. Tomé su cara con mis manos para reclamar sus labios nuevamente iniciando un beso voraz. Succioné su labio inferior y mordí de forma ruda obteniendo un pequeño gemido como respuesta. Llevé sus manos a mi trasero el cual apretó en cuanto sintió mi lengua entre sus pechos que aún seguían bajo el sostén. Seguí bajando con mi lengua por su cuerpo hasta la altura de su cintura y dirigí mis manos al botón de sus pantalones cuando la puerta se abrió de forma rápida haciéndonos mirar hacia las personas que habían interrumpido el momento.

-Vero- fué lo único que alcanzó a decir la pelinegra que se encontraba junto a Dinah en la puerta.

Soy La Indicada (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora