Capítulo 4

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La luz del día empezaba a molestar a la chica morena que se movió incómoda en la cama. Se puso de pie y se dirigió a la ventana para cerrar las cortina que impedían descansará cómodamente y al momento de hacerlo lo sintió, el dolor de cabeza ya estaba presente y la hizo maldecir hasta llegar de nuevo a su cama.

-Ni se te ocurra Verónica -Una ya arreglada Lauren apareció por la puerta haciendo que un gruñido saliera de los labios de la chica más pequeña-Vamos- jaló las sábanas del cuerpo de Verónica

-¡Lauren no!-intento aferrarse a las sábanas pero fue en vano.

-Lo prometiste, dijiste que me acompañarias a ver a la abuela- se dirigió a la ventana y corrió las cortinas que anteriormente habían movido su amiga.

-Arg, te odio Jauregui- se sentó en cama y sostuvo su cabeza a causa de la resaca del día anterior.

-Para que veas que te quiero te traje esto- le tendió un par de pastillas y un vaso con agua.

-Para que yo vea que me quieres o para que vaya contigo

-Para que veas que te quiero porque tu te ibas conmigo con o sin resaca, así que ya vete a dar una ducha para que nos de tiempo de ir a tu casa por ropa para cambiarte .

La chica de cabellos Castaño se levantó perezozamente de la cama y se dirigió al cuarto de baño. La noche anterior Lauren se había llevado a Verónica a su casa para cuidarla. La chica había empezado la fiesta tranquila pero al final luego de la interrupción había bajado directo a la barra y tomado varios vasos de licor de una forma sorprendente como si de agua de tratara. Los efectos de este se empezaron a hacer presentes luego de unos minutos por lo cual la chica que estaba con ella terminó ayudandola a subir al auto. A medio camino Lauren  había hecho una llamada a su novio que iba en su auto adelante de ellas, le había dicho lo de llevarse a su amiga consigo a su casa para no dejarla sola en la suya en ese estado. Lauren cuidaria a Vero, veria por ella por que ella en ese momento era su lado bueno así como lo era su amiga cuando ella era la ebria.

"En las fiestas somos una sola si una está borracha la otra la cuidará y si las dos nos emborrachamos entonces...para eso está tu novio" era lo que la castaña siempre le decía haciendola reir. Eran mejores amigas desde el colegio y se conocian casi a la perfeccion, eran inseparables y fue eso lo que las llevo a vivir juntas en un departamento cuando iniciaron la Universidad pero dado que eran vacaciones ambas pasaban con su familia en sus respectivas casas.

-Vero apresurate

-Ya, ya, espera- salió del baño mientras secaba su cabello con una toalla- ¿Sabes qué desayunaremos en casa de la abuela?- se acercó a la cama y tomó la ropa que la pelinegra había llevado para ella cuando entro al baño-. Vaya creí que enserio me harías ir a mi casa por ropa.

-Lo iba a hacer pero como vi que tardaste tanto tuve que traerte eso-apuntó la ropa que la castaña ya estaba colocándose -y desayunamos un poco de revoltijo de huevo, frutas...- utilizó sus dedos para ir contando- y yogurt, jugo...ah y tostadas, nada del otro mundo.

Vero la miro incrédula

-¿Como que ya desayunaron? Entonces ¿A dónde me llevas?

-Ya te dije, a la casa de la abuela, idiota pero vamos al almuerzo ya que le dije que sólo vendría por ti y regresaría rápido.

- Pero que caraj...¡¿Que hora mierda es?! - busco su celular con la mirada, lo que le fue imposible.

-Pues...-saco su móvil - 2:35 PM Aurora- habló en burla mostrándole el móvil.

-Mierda, mierda, mierda, mierda- se colocó los zapatos dando saltos mientras lo hacía- no puedo creer que me hayas dejado dormir tanto, prefería el desayuno que la comida, mis padres estaran ahi y de seguro me mataran cuando me vean.

Soy La Indicada (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora