Lauren
El primer día con Camila no pudo ir mejor, aún no sabía como fue que logré concentrarme en el trabajo, ella se la pasaba hablando, sonriendo, contando chistes malos pero que me sacaban risas la mayoría de las veces.
-¿Lauren?
-Hey -respondí rápidamente a Camila que me observaba muy atenta desde el asiento frente a mi.
-¿Qué pasa?
-Camz...sólo estaba distraída ¿Me decías algo? -tome un mechon de mi cabello y empecé a jugar con el.
-Si, que sólo falta el reporte de ganancias que nos traeran y esto estará listo. -terminó con una enorme sonrisa.
-No te creo.
-Pues si, te dije que esto sería muy rápido -dijo y se puso de pie acercándose a mi Minibar que había colocado en mi oficina . -¿puedo? -Preguntó tomando una de las varias botellas que había en el pequeño pero distinguido mueble.
-Adelante Camz, tu puedes hacer lo que quieras.
-¿Enserio lo que yo quiera? -colocó un cubo de hielo en el vaso y me lo ofreció.
-Prefiero un café.
-Hoy soy tu empleada así que en un momento te lo traigo. -Habló atravesando la oficina.
Pensé que era mentira que lo haría hasta que la vi dirigirse hacia la puerta y me apresuré hacia ella tomandola por la cintura en el momento exacto en que ponía la mano en la manija de esta para impedir así que saliera.
-Epa -dije inmovilizandola - era broma camz - dije quedando una frente a la otra. Estábamos tan cerca, tan cerca que hasta podría parecer tonto decir que podía sentir a su pequeño corazón casi tan acelerado como se puso el mío en ese momento. Ella me miraba con curiosidad, yo la miraba con aprecio examinando de cerca esos bellos rasgos de su delicado y hermoso rostro.
Podría haber dejado su cuerpo libre y dejarla avanzar o podría ser un poco aprovechada y no dejar pasar esta oportunidad. Lo pensé tanto que no me di cuenta que sus ideas eran casi las mismas.
Su rostro a unos pocos centimetros del mío empezó a acercarse más y más permitiendome cerrar los ojos al momentos que sus labios hacían contacto con los míos. El pequeño roce provocando una serie de sensaciones a las que ya me estaba acostumbrando y que me hacian querer más. Entreabri mis labios para tomar de manera delicada los suyos mientras mis manos se aferraban más a su diminuta cintura oculta bajo esa ropa formal y sus manos iban a la parte trasera de mi cuello, perdiéndose entre mis cabellos. La bese lentamente para hacer mas duradero el momento, quería guardarme su sabor y si era posible hacerle saber lo mucho que lo necesitaba.
El sonido de mi celular resonó en el lugar haciendo que nos separaramos y me disculpe antes de contestar. Maldita sea dije en mi mente por la interrupción.
-Si -dije apenas tome el teléfono.
-Lauren ¿cómo estás ? -oh no, lo que me faltaba.
-Bien, muy bien gracias. Espero que tu igual -dije para no hacer larga la plática.
-Si, gracias. Quería recordarte la fiesta la próxima semana.
-¿Qué? Creo recordar que me dijiste que aún faltaba unas semanas.
-Si, lo se; pero...bueno, en realidad no será esa la fiesta pero vendrá uno de los socios al país y quieren ir a cenar, ya sabes, como son nuestros padres, algo así como la bienvenida y eso.
-Oh entiendo -dije hechando un vistazo rapido a Camila que me observaba desde el sillón en el que se había sentado en cuanto empecé la llamada.
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Soy La Indicada (CAMREN)
RastgeleLauren, una chica hermosa con un novio ideal pero se ve envuelta en un engaño creado por ella misma sin saber que está equivocada y tratará de culpar a la persona que menos culpa tiene y la cual la hará perder la cabeza.