Capítulo 14

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Lauren

Cuatro semanas habían pasado ya desde mi graduación y ahora me encontraba de regreso en casa. Mi padre prácticamente me había obligado a realizar un viaje antes del trabajo para quitarme toda el estrés y presión que había acumulado en las últimas semanas de Universidad según él.

-¿Estás nerviosa?- preguntó Vero, quien se encontraba sentada como indio en la mitad de la cama mientras buscaba mis cosas para mañana ir a trabajar.

-Para nada en realidad lo que estoy es ansiosa-Dije tomando lugar a lado de esta en la cama-no quiero decepcionar a nadie, y menos a mi padre.

-Por Dios Lauren, nunca decepcionarias a Michael, todos cometemos errores al principio, si no como aprendemos eh? Vamos a dormir, mañana es el gran día- dijo apretando suavemente una de mis piernas.

Me encontraba un poco ansiosa y eso dificultaba todo para dormir, daba vueltas una, y otra, y otra vez en la cama, nunca antes me había parecido tan incómoda.

•~•

-¿Estás lista?

-Demasiado lista.

-Mira, sólo por ser tu primer día te preparé esta delicia- dijo y por primera vez desde que había entrado a la cocina, observé la charola que tenía repleta de todo un poco. Desayunamos y me dirigí rápidamente a la empresa que no quedaba muy lejos de donde vivía pero no podía darme el lujo de llegar tarde en mi primer día. Al llegar me percaté de la presencia de mi padre en la entrada del edificio, tan formal y demostrando mucha autoridad aún sin hacer nada más que estar de pie esperando por mi.

-Buenos días cielo, ¿lista?- habló mi padre.

-Hola,y si, muy lista- dije con mi pequeño bolso colgando y mostrando una enorme sonrisa.

Entramos al edificio y  de nueva cuenta me tocó ser testigo de todo lo que pasaba cuando mi padre entraba en el lugar, buenos días repitiéndose una y otra vez por lo empleados en el lugar y otros volviendo a sus actividades.

-Tu oficina esta lista; Susan te ayudará por unas horas, - dijo refiriéndose a la secretaria- en la tarde llegará una chica, ella es quien será tu asistente.

-¿Tendré asistente?

-Claro ya verás por que.

Me despedí de él y me dirigí a mi oficina asignada, más grande de lo que imaginé. Me dedique a hacer una pequeñas cosas y el tiempo se me pasó volando.

-¿Cómo le va señorita Jauregui en su nuevo trabajo?- dijo Vero quien acababa de entrar a mi oficina.

-Muy bien- sonreí y la observé sentarse en un pequeño sillón que se encontraba en el lugar.

-Genial, entonces vámonos

¿A dónde?

-A comer, ¿donde más? Es que en las poco horas que llevas aquí ya te haz convertido en una de esas personas obsesionadas con el trabajo? Me decepcionas Jauregui.

-No, como crees. Sólo que, supongo que el tiempo se me ha pasado volando. Vamos.

En ese momento tomé mis cosas y nos dirigimos a un restaurante, para comer según; pero era Verónica,  así que no se conformó con ello sino que pidió una botella de vino para celebrar mi primer día de trabajo.

-Sólo una copa.

- Solo una copa Jauregui.

Y si, de una copa pasamos a dos, tres, la segunda botella. 

-Rayos, mira el tiempo, ya debemos irnos.

-Deja pido la cuenta.

Pagamos y cuando me puse de pie fue que sentí todo, estaba un poco mareada. Que inconciencia la mía. 

Soy La Indicada (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora