Capítulo 5

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Todos en la mesa se habían puesto de pie para recibir a los recién llegados menos las dos mejores amigas que aún estaban sentadas en la mesa del jardín.

-¿Pero que te sucede a ti?- Verónica la miró con desconcierto.

-¿De qué hablas?

-¿Cómo que de qué hablo? Acabas de hacer todo un interrogatorio a Alejandro- le recriminó a la castaña.

-Oh- se acarició el brazo- es sólo que me pareció  extraño lo de su hija, ya sabes - la miró con disculpa.

-No puedes pensar si quiera que sea la misma chica con la que estuviste a punto de acostarte ayer.

- Es que mira, si lo pien...-una voz la interrumpió

-¿Y usted no piensa saludarnos señorita? - Vero saltó del susto por la forma en que habia aparecido su padre a su lado sin siquiera haberlo notado .

-¡Por Dios Santo papá! - se llevó la mano al pecho- me has dado un susto.

-Al menos así llamo tu atención siquiera - la ojiverde se puso de pie seguida de Verónica quienes saludaron inmediatamente al padre de esta.

-Lo lamento papá, esperaba a que te desocuparas para hacerlo y me entretuve hablando con Lauren.

-De eso me di cuenta- sonrio y dirigió su mirada a la ojiverde- ¿Qué tal tus vacaciones Lauren? Déjame decirte de estoy un poco celoso de que mi hija te prefiera a ti antes que a nosostros sus padres- la ojiverde empezó a reír - casi todos los días se la pasaba lamentándose de no haber ido contigo.

Verónica sólo puso cara de fastidio, si era cierto que había extrañado a su amiga pero no era necesario que le dijera todo eso, lo que para ella parecía aparte una exageración.

-Ya papá, para y tú - dijo apuntando a la ojiverde - deja de reírte, pff iré a saludar a mamá- empezó a caminar hacia ella que se encontraba aún con Victoria, Clara y Sinue.

Lauren observo a su mejor amiga alejarse y llegar hasta donde su madre. Definitivamente no se había equivocado al elegirla como compañera de equipo cuando estaba en el colegio años atrás. Vero era su hermana, de esas que las vida nos permite elegir, de esas con las que compartimos más aventuras que incluso los de la misma sangre, de esas con las que no pelean por ser el preferido de mamá porque tenían diferentes aunque si tenían que pelear por su abuela pero eso no importaba, le encantaba sus pequeñas discusiones por ella, porque aunque no compartieran genes ahí estaba, formando parte de su familia, conviviendo como uno de ellos.

-Un beso por tus pensamientos.

-Hey- dijo la ojiverde saliendo de sus pensamientos.

-Mente ocupada eh- dijo su novio que recién llegaba- Hola - la abrazó por la cintura y le dio un beso

-Hola- respondió sonriendo, ¿Dónde andabas? Creí que ya no vendrías.

-¿Cómo puedes pensar eso de tu novio?

-¿Quizá porque llegaste tarde? Bueno, y tus papás no vinieron?-

-No, estaban muy ocupados- la chica lo observo muy atenta, estaba mintiendo, lo conocía muy bien.

-Hoy en domingo...

-uhmm si si, ya sabes como son ellos con el trabajo, se exigen mucho- habló de forma atropellada. Este...uhm Victoria la está pasando muy bien eh.- quiso cambiar de tema rápidamente.

-Así es, ella realmente está muy feliz.

-uhmju- fué lo único que respondió.

La tarde transcurrió de manera tranquila y satisfactoria, las tres familia divirtiéndose en ese ambiente tan cómodo. Así como lo era para las dos jóvenes amigas que se encontraban desempacando sus cosas en su departamento en Canadá. 

Soy La Indicada (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora