Soy La Indicada (CAMREN)

Capítulo 22

Melissa estaba frente a mi, pero yo la sentía tan lejos, como si millas nos separaran. Hacía señas con sus manos y su rostro mostraba preocupación ante mi estado.

—¡Camila por Dios santo! —palmeó mi cara.— hey anda —insistia pero yo me veía imposibilitada a articular palabra alguna. —ire por Sinu.

No sé cuánto tiempo pasó ni como fue que de nueva cuenta me encontraba despertando, pero ahora estaba completamente sola en mi habitación.  Quizá y había sido un sueño todo lo anterior, casi como un déjà vu, pero me deshice de la idea cuando mire hacia la ventana y casi no había rastros de rayos de sol, empezaba a oscurecer. Me senté inmediatamente y traté de entender que había sucedido. Yo estaba con Melissa luego de una noche increíble y de repente...nada. todo me traía hasta este momento. Mi cabeza daba vueltas, no entendía nada, estiré mi brazo y tomé mi móvil de la mesa de dormir para mandar un mensaje a Melissa.

Camila (18:34): Huiste 💔

Mel (18:35): ¿Eso crees?

Camila (18:35): Eso parece

Esperé una respuesta por varios segundos que se me hicieron eternos, debería llamarle, eso sería mejor, quizá algo le había incomodado, quizá hice algo que no le gustó, quizá ...

—Despertaste doncella —entró sonriendo por la puerta y se acercó hasta donde me encontraba. Yo por mi parte sonreí y palmé a mi lado, ella no dudo en cumplir mi petición y se sentó.

—¿O sea que todo este tiempo estuviste abajo? —entrecerre los ojos.

—Asi es. Así que deja de poner esa carita —tomo una de mis mejillas y la apretó. —ahora dime, ¿cómo te sientes?

—Muy bien, tu compañía me gusta. ¿Por qué debería sentirme mal?

—Por nada, me alegro que estés bien.

—¿Que me sucedió?

—Tu, no estabas bien. Estábamos hablando y de repente quedaste como ida.

—No recuerdo nada. —y era cierto, lo que si recordaba es que ya me había sucedido en dos ocasiones unos años atrás por lo que no me sorprendió.

—Lo supuse —cambio de posición y se puso de rodillas frente a mi—entonces...—se acerco aún más, yo la miraba expectante —¿no recuerdas que estabas desnuda cuando todo eso pasó?

—¿y eso es malo por...?

—Por nada, porque no es malo, pero si vergonzoso cuando tú madre te ve igual a como te trajo al mundo.

—¿Qué? ¿Hablaste a mi madre?

—Me preocupabas, no supe que más hacer.

—Con qué cara la veré ahora. —tomé las sábanas y por impulso me cubri provocando risas en ella— No vendré en varios días a dormir.

—Eso no es problema. Podrías venir conmigo. ¿Qué te parece?

—Eso es estupendo. Así recuperariamos el tiempo perdido.

—Exacto, además sabes que solo estaré un mes cuando mucho.

—¿Enserio tienes que irte?

—Si. Pero vendré más seguido. Todos estarán cuidándote.

—¿Cuidandome? No necesito eso.

—No, no eso necesariamente —habló rápido y se alejó un poco de mi. —Tú entiendes.

—uhmm si —hablé con la duda presente en mi.

—Y por cierto, lo de tu madre es mentira, ya estabas con algo puesto cuando vino. —Empezo a reír.