La promesa de Sasuke

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A la mañana siguiente Sasuke despertó y vió a su sol eterno a su lado, dormido plácidamente. Se quedó observándolo y recordando todos los momentos que pasaron juntos en la niñez...momentos tristes, de peligro, pero también momentos graciosos que ese Usuratonkachi siempre lograba con su impertinencia. Comenzó a reír y Naruto abrió los ojos.

- Vaya!!! Buen día Sasuke!!! Hace mucho que no te veía reír...no lo haces muy seguido.

- Lo sé, solo tú consigues hacer eso mi sol eterno...

- Oye, tienes hambre?! Porque yo me estoy muriendo de hambre...veamos que tiene el viejo Kakashi sensei en la nevera.

- Mhhh...vaya, si tiene comida, pensé que se alimentaba de frutos del bosque.

- Usuratonkachi!!! Cómo puedes creer eso...deja, yo preparo el desayuno..

Pero al levantarse para hacerlo sintió un fuerte mareo...Naruto corrió a sostenerlo.

- No Sasuke!!! Tú dejame a mi, debes recuperarte.

Naruto comenzó a sacar unos huevos de la cocina y jamón y aceite y pensaba hacerlos estrellados con jamón y jugo de naranja. Primero no podía cortar las naranjas, se cortó con la primera, los huevos no podía romperlos....era un caos.

- A ver, Usuratonkachi, déjame a mí, es increíble que no puedas hacer un simple desayuno, eres un ninja, héroe de la aldea...yo lo hago, estaré bien.

Sasuke comenzó cortando las naranjas y se las pasó a Naruto para exprimir, luego hizo los huevos con el jamón frito y el pan tostado...

Naruto se sintió aliviado puesto que su desayuno hubiera sido muy desagradable.

Los dos se sentaron a comer y Sasuke se disponía a lavar los trastes pero de nuevo el mareo se lo impidió.

- Esto si lo haré yo...descuida mi amor, tú solo siéntate y cuéntame de tu niña...de Sarada.

Platicaron mientras Naruto lavaba los trastos y después se fueron a la sala donde había una televisión..se sentaron en el sofá y comenzaron a ver la película de la tv. Naruto recostado en las piernas de Sasuke, se sentía tan felíz que no podía expresarlo con palabras, de vez en cuando se daban un beso, una caricia en el rostro. De pronto Naruto volteó a ver a Sasuke y ya se había dormido.

Naruto lo tomó en brazos y lo llevo a la recámara. Cuando lo iba a depositar en la cama, Sasuke se aferró a él y le susurró en el oído.

- Duerme conmigo, no me dejes solo hoy...por favor...

Sus mejillas estaban rojas, puesto que le daba pena decir esas cosas, pero a Naruto le fascinó.

- Oh, Sasuke, no me digas esas cosas...porque me enciendes de una manera que no imaginas, haces que quiera devorarte completo, la vista se me nubla, es como un instinto animal!!!

- Usuratonkachi....yo....aghh...mi cabeza....no otra vez....

- Qué tienes?! Te duele de nuevo?! Acuéstate.

Naruto lo recostó y fué a buscar una bolsa con hielo a la cocina para ponerla en la cabeza de Sasuke. La colocó con cuidado y se acomodó  al lado del Uchiha acariciando el brazo que perdió en la pelea.

- Sasuke... mi vida entera eres tú, si no estas conmigo mi corazón se siente vacío y estando a tu lado me devuelves el aire y siento que respiro. Definitivamente me enamoré de tí desde el día en que te vi...y nunca me di cuenta.

- Yo también te amo Naruto, más que a mi vida...eso lo sabes verdad?

Naruto se limitó a darle un beso en los labios.

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