¡Esto no puede estar pasando!

1.2K 45 2
                                    

~A La Mañana Siguiente~

-¡Estúpida alarma! – dije intentando apagarla. Mi vista aún seguía borrosa por el cansancio. Cuando por fin pude hacerlo, me fijé la hora que era. Siete y cuarto de la mañana. Debía levantarme temprano ya que, si no lo hacía, llegaría tarde al Instituto. Rápidamente me dirigí hacia el cuarto de baño. Tendría que apurarme, no tenía mucho tiempo. Me miré en el espejo y lo que vi no me agradó demasiado. Tenía unas ojeras inmensas, incluso peores que las de ayer. Me cepillé los dientes y tomé mi maquillaje para poder ocultar las ojeras. Me peiné y me vestí con el uniforme. Me miré en el espejo por última vez y, una vez lista, bajé a desayunar. Una vez abajo, tomé el desayuno que había preparado mi madre. Minutos después me encontraba en mi auto, camino a la Academia Wall Street.

Cuando llegué, lo primero que hice fue buscar a mi mejor amiga, Valery. No la encontraba por ningún lado, así que decidí llamarla. El celular timbró un par de veces hasta que sonó el contestador. Extrañada, caminé hacia mi primer clase, historia. Entré al salón y allí estaba ella sentada donde siempre. La llamé haciendo que me mirara y sonriera. Corrí y la abracé fuertemente. Luego me senté a su lado. Ella no paraba de contarme cosas. Lamentablemente, ese lindo momento fue interrumpido cuando entró el profesor y nos dijo.

- ¡Bueno días chicos! Voy a presentarme. Mi nombre es Steve y seré su profesor de Historia. Muy bien, ahora que me he presentado, daré por comenzada mi clase.

Esta clase era definitivamente muy aburrida. Estaba sumida en mis pensamientos cuando una bolita de papel cayó enfrente mío. La tomé y la abrí para ver si contenía algo. Cuando leí lo que decía adentro, me dieron ganas de pararme y matar a Candy. Ella es una de las zorras del Instituto, una de las que me hacen la vida imposible.

Media hora después la clase por fin había terminado. Me levanté de mi asiento y metí mis cosas en mi bolso. Luego, me dirigí hacia la puerta pero un brazo me detuvo. Ya sabía quién era, así que giré y le dije.

- ¿Puedes soltarme?- pregunté furiosa.

- No, no quiero ¿Y ahora que harás? ¿Llamarás a tu mami y le dirás que una chica no te quiere dejar ir? Por dios, eres tan patética.

- Candy, si no me sueltas, golpearé tu maldita cara. ¡Así qué Suéltame! - Grité enojada.

- Jamás te atreverías a golpearme, si eres una indefensa. Ahora vamos a hablar, así que sígueme - Ordenó ella.

- Yo no voy a hablar contigo. Es más, ni siquiera sé por qué rayos estoy discutiendo con una persona tan plástica como tú. Adiós- dije y me solté de su agarre.

Caminaba por los pasillos, estaba más que furiosa. Lo único que hace la estúpida de Candy es hacerme enojar y tener un mal día. Me dirigí hacia la cafetería, busqué a Valery con la mirada y la encontré sentada en una mesa que estaba pegada a la pared. Me dirigí hacia ella, me senté y le dije.

- ¡Ya no la soporto más!

- Dime que sucedió esta vez- Preguntó ella divertida.

- Compruébalo tú misma- saqué de mi bolsillo la nota y se la leí

- ¡Esta vez si la mato! ¿Cómo se enteró de lo de Ethan y tú? ¿Acaso le contaste a alguien más que a mí? - Preguntó ella.

- No, jamás le conté a alguien lo de...ya sabes. Sólo lo saben tú y mi madre.

- ¿Estás segura? - Dijo dudosa.

- No lo sé, por ahí nos escucho la vez que fuimos a tomar un helado y ella estaba allí ¿Lo recuerdas? Ese día hablamos mucho de él.

Un Reencuentro Inesperado (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora