Un Reencuentro Inesperado (Cancelada)

¿Sólo un estúpido error?

-¿Pero qué rayos...? - dijo adormilado mientras rascaba su cabeza.

-Buenos días, James- dije mirándolo divertida.

-¿Buenos días? Tú no te has levantado en el suelo. - respondió sarcásticamente mientras trataba de levantarse.

-Pero... mira el lado positivo, ya estas levantado. Me ahorré el paso de despertarte ¿no?

- JA. JA. Que graciosa eres Emily- dijo pegándome con una almohada.

- ¡Oye! Eso dolió.

- ¿Crees que cuando alguien te empuja de la cama, tirándote al piso, no duele?

-James, madura de una vez. Sólo fue una simple caída, no exageres- dije divertida mientras él volvía a golpearme. No me iba a quedar de brazos cruzados, así que tomé mi almohada y comencé a golpearlo. -¡Bueno, basta!- dije después de un tiempo golpeándonos. - tenemos que ir a clases. No lo olvides.

- Cierto... -dijo desanimado- ¿Qué hora es?

-Las... - agarré mi celular para fijarme qué hora era - seis y cuarto.

-¡Maldición! Tengo que pasar por mi casa para cambiarme. No llegaré a tiempo. - dijo

- ¡Espera! Si no me equivoco, creo que puedo conseguirte algo. -me miró confundido. Iba a decir algo pero lo interrumpí. - Ya vuelvo. Tú espérame aquí. - dije para luego levantarme e ir a la habitación de al lado. Si no me equivocaba, Jason había dejado algo de ropa por si algún día la necesitaba. Esperaba que a mi mejor amigo, no le molestara que James la usara.

Abrí el cajón y ahí estaba todo lo que esperaba encontrar. Agarré la ropa y volví con él.- Aquí tienes. Espero que te quede.

-¿Cómo rayos conseguiste esto? ¿A quién le pertenece? Es evidente que tuyo no es.

-Claro que no es mío tonto, es de Jason. Lo ha dejado por las dudas.

-Ahh... ¿Jason? ¿Y se puede saber para qué, Jason, necesita esto acá? - su tono de voz comenzó a cambiar por uno más brusco. No entendía que rayos le pasaba.

- ¿Y a ti que rayos te importa? ¿Acaso te molesta? Uuu... Que lastima. De todas formas no te daré explicaciones de nada. Si quieres usar su ropa, bien. Si no, puedes ir a la escuela así como estas ya que no llegaré tarde sólo porque tú quieres ir a cambiarte.- si quería enojarse, era su problema. Yo no tenía por qué explicarle nada a él.

Siguió hablando pero simplemente lo ignoré. Me dirigí a mi armario y tomé lo que me pondría ese día. No era nada especial, sólo iría a la preparatoria.

-¿Puedes dejar de ignorarme?- preguntó James. Hice caso omiso a su pregunta y caminé hacia la puerta. James tomó mi brazo y me detuvo. Traté de soltarme pero, como siempre, él era mucho más fuerte que yo. Y, aunque no me hacía daño, su agarre era demasiado fuerte para que yo pueda soltarme.

-¿Puedes soltarme? - pregunté de mala gana.

-¿Me puedes explicar qué rayos te pasa? ¿Por qué me ignoras?

- ¿Qué me pasa? ¿Eso quieres saber? Me pasa que odio que la gente me reclame cuando no tendría por qué hacerlo. Me pasa que trato de ayudar trayéndote algo para que puedas cambiarte, y lo único que consigo son tus estúpidas quejas. ¿Qué rayos te importa por qué Jason tenga una muda de ropa aquí? ¿Quieres saber por qué la tiene? Porque Jason es mi mejor amigo y muchas veces se ha quedado a dormir aquí. Ha dejado esta muda de ropa ya que siempre llegábamos tarde porque teníamos que pasar por su casa para que pueda cambiarse. No es mucha ciencia. Es más, ¿No te hace acordar a alguien? Si no fuese por mi mejor amigo, ese alguien estaría llegando tarde también. Ni siquiera sé por qué rayos estoy dándote explicaciones. De todas maneras no te incumbe. Eres un estúpido. Sólo he querido ayudarte y lo único que consigo es tener un mal día. ¿Sabes qué? No me importa si quieres usarla o no. Si no quieres, ahí está la puerta. Estoy segura de que tienes suficiente dinero para tomarte un taxi e irte a tu ca...- iba a seguir hablando pero de un momento a otro, sentí como sus manos tomaban mi rostro y juntaba nuestros labios. Estaba impactada, me había tomado por sorpresa. No sabía qué hacer, traté de separarme pero él fue más rápido que yo, pegando su cuerpo junto al mío. Me dejé llevar por el momento y le seguí el beso, rodeando su cuello con mis brazos. Lentamente terminó el beso pegando nuestras frentes.