Mi pequeño Stark

Capitulo.

Ya había pasado dos meses despude que Tony Stark se volviera a transformar todo habia cambiado de la noche a la mañana.

Todos habían peleado y regañado a Tony por su falta de responsabilidad, ningún se había advertido de esa forma para expresar lo que sintieron y sentían con respecto a lo que había pasado con la famosa medicina del dueño de la torre pero no todo era malo ya que durante todo es periodo su amistad se había vuelto cada vez más fuerte.

— ¡¡Tony!! — grita Banner al verlo sin pantalones, solo traía una camiseta de Steven — Esta bien que ustedes y todo lo que conlleva a eso, pero por favor respecto para los demás que vivimos aquí también — dice con una mirada fría mientras que negaba con la cabeza.

— No seas llorón Banner — dice Natasha con diversión — Solo estás celoso de que el cap y iron man estén así mientrtque tú — lo señala — estas solo gracias a que tu amorcito esta en una misión.

— ¡¡NATASHA!! — le advierte Clint — CUIDADO CON LO QUE DICES — habla entre dientes pero muy furioso Clint.

— Baneer no me hables en ese tono, uke — habla una Natasha enojada — demás todos saben tu relación con aquel niño, asalta cunas — le saca la lengua — y lo peor de todo es que TÚ ERES EL UKE.

— Retira lo dicho — Clint avanza hacía Natasha.

— Obligame — dice Natasha desafiante.

Banner y Natasha empezaron a discutir después de ese comentario de la viuda negra, Tony solo miraba la escena con diversión antes de irse a su habitación donde su amante lo esperaba.

Tony no podía creer que después del beso que él y Steven se habían dado aquella mañana daría paso a empezar una buena relación, aun recordando que no pudo caminar por dos semanas gracias a que el capitaleta no lo dejo tranquilo hasta según él parle todos su berrinche, y demás. Aún le dolía su culito y eso no fue un impedimento para que Steven no lo hiciera con él ayer.

— ¿Porque te tardaste tanto pequeño?  — dice Steven a recostado en la puerta — Estaba apunto de ir a buscarte.

— No exageres tanto Rogers — digo pasando de lado — no podría tardar tanto ya que me duele mucho mi maldito culo por culpa de un viejo.

— ¿Que tal si hacemos otra ronda? — Steven me abraza por detrás, su respiración en mi oido me volvía loco.

— ¿Tengo otra opción?  — trato de que no se note mi nerviosismo.

— Nop — menciono Steven.

Me voltio para invadir mis labios con brusquedad pero a la vez con amor al que me hacía perderme en sus dulces y suaves labios, creo que no podre volver a caminar pero esta vez por dos meses.

FIN