Capítulo 3

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Con la mirada buscó por todo el bar a la rubia, al fin la vio, charlando con un chico, le estaban poniendo la oportunidad en bandeja de plata, y él pensaba aprovecharla.

Con su mejor sonrisa, se acercó a ella, le rodeó la cintura con los brazos, la sintió tensarse, pero ignoró el hecho y hundió la cabeza en la curva de su cuello; ¡maldita sea, que bien olía!

-Perdona cariño la espera, había cola... -murmuró Zayn, antes de darle un beso en el cuello.
-Eh... bueno Perrie, yo... eh... voy a la barra... -dijo el hombre con el que hablaba.
-¿Pero se puede saber que estás haciendo? –exclamó ella, soltándose de él y mirándolo a los ojos con furia.
-Así que te llamas Perrie –comentó él ignorándola- bonito nombre.
-¿Pero qué te has creído? –preguntó acercándose a él con una mano alzada, dispuesta a pegarle.

Pero Zayn fue más rápido, le agarró la muñeca al tiempo que tiraba de ella, pegándola contra él.

-¿Sabes que hueles maravillosamente bien? Perrie...

Ella tragó saliva, mientras él le miraba los labios e inclinaba la cabeza poco a poco hacía ella, sus bocas se encontraron, Zayn la besó lentamente, saboreando esos labios que ya había probado, esos labios que había querido probar de nuevo, esa boca que estaba explorando... Perrie había dejado paso a la lengua de Zayn la cual exploraba su cálida boca, «¿Qué estoy haciendo?» se preguntó de repente a la vez que se soltaba de él, rompiendo el beso.

Zayn la miró confundido, por un minuto pensó que por fin la tenía, pero se había confundido, Perrie, su vecina iba a ser una mujer difícil, pero... a él le daba igual, no le importaba, no se iba a acostar con ella, simplemente: iba a jugar. Y él sabía jugar, pudiera ser que al final se la llevara a la cama como premio.

Perrie se recompuso, respiró hondo. Zayn estaba jugando, se había unido al juego... pero ella no se lo iba a permitir, no, no y no, ella era la única jugadora, y pensaba ganar el juego. ¿Él quería guerra? Pues iba a tener guerra, ella sabía cómo jugar, además se divertiría, y mucho...

Zayn la miraba con una sonrisa burlona, y ella alzó la vista orgullosa, definitivamente iba a ganar, si, ya no solo por Jade, también por ella.

-¿Qué te pasa? –preguntó él.

¡Maldito fuera! ¡Encima se burlaba!

-¿A mi? –pregunto ella- ¿Por qué lo preguntas?
-No se... -comenzó cogiéndola de la cadera y acercándola de nuevo a él- ...tal vez porque dejaste de besarme de una forma muy brusca... y no podrás decir que no te estaba gustando, Perrie...

¿Por qué siempre que decía su nombre lo hacía en un tono tan sensual?

-Uhm... ¿me oíste negar algo? ¿no, verdad? Y ahora... si no te importa... ¿me sueltas?
-Mmm... es que la verdad no me apetece soltarte... me gusta como hueles –le dijo pasándole la nariz por el cuello- como sabes... -continuó lamiéndole el cuello, Perrie se estremeció y al notarlo él sonrió- serías una magnifica amante... -por unos instantes Perrie se permitió dejar volar su imaginación, pero enseguida se regañó, no debía pensar en nada de eso, no iba a ocurrir- ¿te apetece pasarlo bien... Perrie?
-¿Sabes Zayn? –preguntó orgullosa- Tendré en cuenta tu oferta, cuando me apetezca divertirme... te llamaré, se donde vives... -tras decir eso, se soltó de él, y se fue dejándolo solo.

Zayn sonrió, sabía perfectamente que eso eran solo palabras, que no lo iba a llamar, que no acudiría a él, pero él, haría que ella lo deseara, haría que quisiera que la besara, que la acariciara... un juego, era un juego. Por lo menos se había ido, dejándolo con la libertad suficiente como para poder llevarse a una chica a la cama esa noche ¡por fin!, su vecina no iba a interceder...

Jugando con fuego (Zerrie) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora