Wedding of blood and lies- Lucaya

Capitulo 7

Día 7:

Por los ventanales se colaba una hipnótica luz tornasol que reflejaba justo hacia lo más alto de la iglesia, justo en la cúpula, en donde una hermosa pintura de ángeles reposaba, el olor a caoba y cera de vela se colaba en mi nariz al igual que el silencio en mis oídos, era extraño decirlo pero estábamos en una iglesia, ¿Qué que hacia ahí?, pues en realidad Lucas y yo habíamos ido para terminar de firmar algunos documentos sobre la ceremonia religiosa, que según los planes se llevaría acabo en una pequeña pero hermosa iglesia que estaba a pocos kilómetros de la casa de los Hapmtons que pertenecía a los padres de Lucas desde hace unos años y en donde se llevaría a cabo la fiesta, de hecho después de mucho hablarlo habíamos llegado al acuerdo de hospedarnos en ella desde hoy hasta pasado mañana, ya que mañana tendríamos que ir a la cata de vinos y champagne que se serviría y hacer tantos viajes de ida y venida sería muy cansado, pero no piensen mal, en esa casa se hospedarian los padres de Lucas, pues su mama insistió en acompañarnos en cuanto supo que yo vendría, lo cual no supe interpretar, quizá fuera bueno o quizá no, pero trataría de mantenerme tranquila o al menos lo mejor que se podía en una situación como esta. Pero antes de que pudiera seguir con mis pensamientos y mi análisis profundo en el interior del lugar el chirrido pesado de una puerta nos sobresaltó a ambos, obligándonos a volver la mirada a un costado donde un hombre mayor y completamente canoso caminaba hacia nosotros con una sonrisa amable, la cual no dude en devolver, en especial porque era claro que él era el encargado del lugar y posiblemente en padre que oficiaría la ceremonia.

-Jóvenes, buenos días- nos saludó mientras nos extendía la mano, primero a Lucas y luego a mí.

-Buenos días- respondimos los dos al mismo tiempo en coro, casi como si lo hubiésemos practicado lo que le saco un pequeña sonrisa al vaquero o al menos eso pude ver por el rabillo del ojo.

-Siempre es grato recibirles, sin embargo por la tarde tenemos un evento importante, así que agilicemos los papeleos- sugirió mientras nos indicaba el camino por un pequeño pasadizo detrás del altar que imaginaba nos llevaba a su oficina, sin embargo antes de llegar Lucas atrapo mi mano en el aire y me dio un pequeño apretón que en seguida me desconcentro y obligo a mirarle, deleitándome con su preciosa sonrisa y un guiño, ¿Cómo es que a pesar de los años para mi verle era como descubrirle de nuevo?.

Ingresamos por una puerta café para encontrarnos con una modesta pero cómoda oficina de un espacio regular en la que reposaba todo lo necesario aunque claramente con el toque religioso, como crucifijos en la pared, unas cuantas imágenes y cuadros de ángeles y santos e incluso un pequeño altar en el fondo donde había unas cuantas velas encendidas. Todo era tranquilo y por alguna razón cálido, como si hubiese alguna especie de chimenea que proporcionara un calor hogareño, aunque al mismo tiempo me sentía incomoda en ese lugar, ahí delante de Dios y todo lo bueno que movía al ser humano, mientras yo estaba cometiendo uno de los peores pecados, deseando al hombre de mi mejor amiga, mintiendo y por supuesto siendo egoísta, definitivamente no merecía estar en ese lugar, ni mucho menos ir a ver la iglesia cuando en realidad esa no era mi boda ni mi vida, pero el destino es cruel y le gustaba hacerme creer que le podía tener aun cuando en realidad Lucas ya tenía el nombre de Riley tatuado en el pecho, sonriendo tome asiento al igual que Lucas enfrente del hombre quien revisaba unos cuantos papeles y se los extendía a Lucas para que los terminara de leer y los firmara, yo trate de posar mi mirada en otro punto de la habitación, pero el hombre me analizaba desde sus ojos cafés como si de pronto pudiera leer mis pensamientos o pudiera saber mis pecados, aunque al mismo tiempo me tranquilizaba pues sabía que eso no era posible, pues si el nombre supiera todo lo que cargaba en los hombros probablemente ya me hubiera mandado a pedir perdón de rodillas al Vaticano o algo por estilo.