Sin titulo 30/?

466 15 0
                                    

El tiempo no se detiene y mucho menos cuando eres feliz, después del nacimiento de Ashley y Alissa salimos del país con un nuevo destino el plan era alejarnos lo mas posible de caleb aunque eso significara dejar mi corazón atrás junto a el. No fue nada difícil encontrar el lugar indicado para establecernos un pueblo hermoso oculto del mundo a las afueras, alan creía que ahi las niñas crecerian felices y vaya que tuvo razón, para empezar dejo atrás su viejo "empleo" fundando uno nuevo productos de limpieza caseros al principio no fue del todo bien pero, conforme la gente nos fue conociendo y a los productos pronto no nos dábamos a basto en surtir hasta yo tuve que aprender a hacer cada formula. Las niñas eran hermosas al mirarlas me sentía bajo los ojos vigilantes de su padre ese azul oscuro penetrante, pronto balbucearon, caminaron, dibujaron hacían destrozos aqui y allá la casa estaba llena de alegría, alan jamas me toco ni lo intento su amor era tan limpio como su laboratorio además mi amor aun eran de el, solo de el. Los meses después los años no lograron borrarlo ni sanarlo solo se me clavo mas hondo mas profundo recordar sus caricias aun me dolía, la piel me ardía por las noches deseando estar entre sus brazos e impregnarme el alma con su colonia era un amor loco sin lugar a dudas.

-que estarás haciendo?- dije mirando el cielo nublado mientras quitaba las sabanas lavadas de las camas de las niñas.

-mamaaaaa?!!!- dio un salto al oír el grito de Alissa. 

-que pasa?!- dije preocupada.

-Ashley se callo quizo tomar el frasco de las galletas y se callo!!- dijo manoteando.

Con apenas 5 años Ashley era temeraria no había poder humano que la detuviera cuando algo se le metía en la cabeza excepto alan el con su manera tan tranquila de hablar lograba hacerla cambiar de parecer lo amaba por completo.

Al entrar a la cocina alan ya la tenia en brazos.

-ashley por dios cuantas veces te he dicho que no debes subir a las sillas para bajar cosas del gabinete?!!- dije entre molesta y asustada.

-ya paso no lo volverá a hacer cierto princesa?- dijo alan en tono calmado.

-si papi ya  entendí no lo hare de nuevo- dijo ashley negando con su cabezita.

-pero debe ser cierto Ashley me has dado un susto que tal si el frasco te ha caído encima?-

-pero no te enojes mami ya dijo que no lo hara- Alissa excusaba a Ashley en cualquier cosa y viceversa tenian un lazo bastante fuerte.

-muy bien ya no la regañare mas pero no habrá galletas para ella en una semana-

-mamiiiii- dijo ashley en repelo desde los brazos de alan.

-para que pienses mejor las cosas antes de hacerlas una semana he dicho y punto- Sonreí dándole un beso en la nariz.

han escuchado la frase el mundo es un pañuelo? Pues quien la haya dicho se quedo corto es menos que eso. La directora del colegio donde las gemelas asistian (que no esta demas decir era el único colegio en todo el pueblo para preescolar, primaria y secundaria) era una guapa mujer cerca de los 50s a la cual conocí mejor después de un incidente con las niñas una chica de ultimo grado de primaria había tomado el afan de molestarlas Ashley harta de eso ideo un sencillo plan que acabo mal ya que en el proceso la chiquilla perdió dos dientes. Cuando la directora me llamo a su oficina para darme la queja fue que pude odservarla bien al principio creí estar perdiendo el juicio mi amor y odsesion por caleb me hacían verle en todos lados y ahora en cualquier persona pero no era asi, la reconocí poco después de entrar a la oficina era sophie la misma de la foto que había visto años atrás pero ahora sus rasgos mas maduros me habían impedido reconocerla al instante.

-por favor señora sientese- me indico señalando una silla delante del escritorio.

-ha pasado algo malo a las niñas?- pregunte ya que aun no sabia que habían hecho.

-a ellas no- dijo cruzando los brazos -vera una niña mayor las molestaba y a Ashley le pareció sencillo hacer que cayera el problema es de donde hizo que pasara-

-de donde?- dije asustada.

-de la escalera que da al cuarto donde se guarda el equipo de gimnasia no es gran altura pero al caer de frente perdio dos de sus dientes delanteros ademas -

-hay mas?- podrán imaginar mi cara.

-si hay mas la encerraron en el lugar dejándola a oscuras por dos horas hasta que a alguien se le ocurrió buscarla ahi-

Pase mi mano por mi frente.

-la madre esta muy molesta he hablado con ella y le he calmado diciéndole que su hija actuaba de una forma muy agresiva no solo con ella si no con mas niños obviamente no es una justificación asi que tendré que suspender a Ashley a Alissa por dos semanas- dijo con seriedad.

Daba gracias por que no las expulsara.

-le seré sincera señora rebekah Ashley y Alissa son dos niñas sumamente inteligentes de mi total agrado ademas reconozco que solo lo hicieron por darle una lección a la niña y que al final todo se salio de sus manos, siendo tan pequeñas no creo obraran con malicia-

Pues yo creía en eso de la sangre llama.

-estuvo muy mal de cualquier forma señora sophie y estoy sumamente apenada- mi bocota.

-como me llamo?- su aspecto cambio por completo.

Me quede helada sophie en ese pueblo no se llamaba de tal modo era lidya, se había tomado la molestia de cambiarse el nombre prudentemente cosa que alan y yo no habíamos hecho un grave error para nosotros.

-perdon estoy pensando en otras cosas disculpeme señora lidya... -

-pero por que ese nombre?- parecía molesta , asustada y sin duda intrigada.

-no,  no lo se solo...- la secretaria inrrumpio en la oficina con mis hijas y di gracias.

-mamiiii- dijeron al unisono pero solo Alissa lloraba.

-calma si ya paso- las abrace con fuerza -directora lidya cree que podriamos irnos ya? Estan asutadas y... -

-esta bien pueden irse no se preocupen en dos semanas las recibiremos-

Salí del lugar no sin antes dar gracias de nuevo, había metido la pata al llamar a lidya por su nombre y algo me decia no se había quedado conforme con mi explicación.

Al volver a casa pase el resto de la tarde pensando en mi error, en si este podria ponernoa en peligro, por la noche cuando Alan volvio le comente lo sucedido,  inclui lo que caleb me había comentado de sophie incluso le dije lo de su padre.

-vaya! Eso es una enorme coincidencia?- dijo asombrado.

-tu crees en las coincidencias?  Por que yo no- hablaba a baja voz para que las gemelas no pudieran oirnos,  estaban mirando un programa de television en su cuarto pero alguna podria bajar al baño o a otra cosa.

-le dirás la verdad si te cuestiona por que sabes su nombre real? -

-no lo se, temo que crea que se lo diré a caleb o que no me entienda que igual estamos escondidos de el-

-pues si no lo entiende nos iremos ella llego primero aqui asi que... -

-tal vez deberíamos irnos ya- miraba mi taza de té -hemos permanecido mucho tiempo en este lugar me asusta que el aun siga buscandonos-

-este lugar esta realmente lejos de el no creo que aun lo haga- dejo su taza en la mesa -subire a dar el beso de buenas noches a las niñas, descansa rebekha-

-eso espero Alan,  descansa tu igual- yo no estaba muy segura de que caleb hubiese desistido tan facil de su busqueda , deseaba con el alma que ya no me recordara aunque eso me rompiera el corazón.

La locura del amor.     (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora