Capitulo 23

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-no podré caleb, por favor deja que regrese al auto- temblaba de pies a cabeza de solo pensar en que la mataría.

Golpeo nuevamente la puerta -cálmate y haz lo que te diga si lo haces bien será rápido-

Alan lo miraba fijamente incrédulo, la puerta se abrió dejando ver a un hombre mayor con mala cara.

-Buenas noches- dijo el hombre -que se les ofrece?-

-busco a Emily- dijo caleb sin rodeos de ningún tipo.

-lo siento hace mas de medio año que no la veo- dijo el hombre antes de intentar cerrar la puerta.

-de verdad? - replicó caleb poniendo el pie entre la puerta y la pared evitando que se cerrara -vera me preocupa esta desaparecida si me permite- lo hizo a un lado para entrar.

-ustedes no pueden entrar de esta manera a mi casa es propiedad... -

Caleb lo interrumpió -llamara a la policía ja quiero ver eso- camino por la casa mirando el piso -sabe por que hay manchas de sangre?-

El hombre nos miro podía adivinar algo raro en su semblante pero no sabia si era miedo o preocupación.

-atropellaron a mi perro por la mañana y seguramente es por eso ahora si gustan retirarse-

-un perro?- pregunto alan -podría revisarlo si gusta se algo de medicina-

-ya lo he llevado al veterinario- respondió el hombre.

En la parte de arriba se escucho como si algo se hubiera caído.

-debe ser el perro lo tengo en mi habitación para poder cuidarlo

-el mismo perro que llevo al veterinario? - dijo alan mientras caleb subía conmigo a rastras por la escaleras.

El hombre camino tras de nosotros sus suplicas eran en vano nada nos detuvo hasta llegar a la puerta de la habitación la cual, caleb abrió de golpe Emily dio un salto apenas y la reconocí su cara amoratada he hinchada por los golpe, su apariencia era un tanto grotesca.

-hola Emily caray que difícil fue encontrarte-

-vete no diré nada me mudare del edificio pero por favor vete- la voz de la pelinegra temblaba por el miedo.

-ven, no dirá nada... -dijo el hombre pero caleb le hizo callar.

De su ropa saco un arma, apunto y disparo a la cabeza, el sonido hizo eco y Emily soltó un alarido que me hizo cerrar los ojos y cubrir mis oídos.

-callatee!!- dijo caleb al tiempo que la hacia incarse en el piso.

-creiste que no me enteraría nunca de lo que le hacías a becca? Contesta!!! Cárajo!!-

-lo siento... Lo siento no lo haré mas, caleb lo juro, becca lo siento no lo haré nunca mas pero... Por favor-

-callate Emily!!- puso el arma en su cabeza me jalo a mi por la mano y me hizo tomarla -disparale- dijo.

Emily me miro suplicante -no puedo-

Alan que había permanecido callado hablo —hazlo tu sabes que ella no es así, ella no es como tu, ni siquiera como yo, no podra, no lo hará, déjala—

Caleb le ignoro -¡vamos becca!!- golpeo las palmas de sus manos, una con la otra haciendo que diera un respingo —que lo hagas!!—

Emily lloraba y pedía una y mil veces perdón y yo lloraba con ella  —dice que no dirá nada por favor no quiero hacerlo—

—recuerda que sentiste cuando te molestaba, cuando se burlaba de ti, cuando entro por la madrugada a la habitación y corto tu cabello recuerda!!! Eso mismo siente ahora becca!! Hazlo!!— sus ojos azules me miraban exigentes.

—noooo!! No puedo por favor no puedo ya no siento nada no quise hacerle daño, no quiero hacerlo!!— Emily se aferraba a mi pierna rogando repitiendo que no quería morirse.

—caleb ya basta deja que becca y yo vayamos al auto y tu terminalo!!—

—ya te dije que no!! Ella lo hará!— Caleb se acerco tanto a Alan al hablar que crei lo golpearía pero no lo hizo.

Entre gritos y lágrimas alan se alejo de caleb para arrebatarme el arma y disparar a Emily en la frente,todo sucedió tan rápido, que no me dio tiempo a reaccionar hasta que la sangre me salpico al estar tan cerca, mire mis manos manchadas y el cuerpo de Emily en el piso, tuve que contener las ganas de devolver el estómago, en lugar de eso llore a mas no pode, algo me oprimía el pecho, sentí que me ahogaría o que me desmayaría.

—¡ya esta!— dijo alan y dio el arma a caleb —ahora la llevaré al auto—

Al tomarme del brazo pude sentir en su agarre como temblaba, alan nunca había matado a nadie solo se ocupaba de limpiar, caleb nos cerro el paso y dijo algo a su oído que no alcance a escuchar o tal vez estaba muy alterada para ello, alan solo lo miro luego lo rodeo y me guió hasta el auto.

—espera aquí ¿si? Caleb y yo dejaremos este lugar limpio—  dijo haciéndome entrar y quitando con la manga de su camisa la sangre en mi rostro.

—tengo miedo— admití aun llorando —perdóname por mi culpa tuviste que... — me detuve, no podía decirlo en voz alta.

—te romperias si hacías tal cosa y no dejare que eso pase— cerro la puerta del coche dejándome dentro y regreso a la casa.

La locura del amor.     (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora