Tu y yo juntos (alterno)

488 40 25
                                    

Los ojos de Rebekha pasearon por el pequeño salón de clases buscando a su mejor amigo, sus labios se curvaron en una bella y sincera sonrisa al reconocerlo.

-Ya estoy lista- dijo tras de él.

Alan se giro para mirarle -lo siento Rebekah, no puedo irme aun, debo hacer antes unos deberes junto con el profesor te pediría que me esperaras pero no se cuánto  tiempo me pueda tomar- la castaña suspiro con resignación.

-Ok, entonces me retiró- sin mas se despidió de su buen amigo y salio del colegio rumbo a su casa, en el trayecto decidió pasarse por la librería quería saber si el libro que habia pedido ya habia llegado. Después de que la chica de la librería buscara en la computadora por mas de quince minutos le informo que aun no llegaba.

-Puedes darte una vuelta la semana entrante quizá para entonces ya no lo hayan traido- Rebekah asintio y sonrio forzosamente, Bueno pues si ya estoy aqui puedo darme una vuelta y asi ver que otro podria llamar mi atención, pensó al tiempo que se alejaba del mostrador. Paseo por los pasillos sin que uno le atrajera en especifico , hasta que al dar vuelta por uno de los pequeños pasillos choco con lo que a su parecer era una pared.

-Lo siento- dijo una voz varonil -no te lastime o si?- Rebekah negó levantando la vista hasta encotrarse con un par de ojos azul oscuro, sintió como su cara se coloreaba, era bastante atractivo y tenia una bella sonrisa -me alegro- dijo el -bueno sabiendo que estas bien me permites pasar- los pasillitos del lugar eran bastante cerrados asi que rebekah se hizo a un lado para que el hombre pasara. El ojiazul se alejo luego de agradecerle, cuando estuvo lo bastante lejos la castaña solto un suspiro un hombre tan guapo no se fijaría en ella pero no estaba de mas soñar un poco. Al fin luego de rebuscar encontró un libro con un tema interesante,  lo llevo hasta el mostrador y pago para luego salir de la tienda y dirigirse hasta la parada de autobús, en el trayecto unas grandes gotas le alertaron de que debía apresurar el paso, el cielo ahora se encontraba completamente cerrado por unas grandes nubes negras que anunciaban tormenta, antes de que pudiese avanzar más la lluvia arrecio de tal manera que tuvo que esconderse debajo de pestaña de un local ya cerrado.

-¡Diablos!- solto al ver que su compra habia alcanzado a mojarse un poco.

-No parecia que fuese a llover ¿cierto?- rebekah giro hacia el lado izquierdo mirando al hombre alto de la librería.

-Pues- paso saliva -no-

-Y yo que deje el auto a dos cuadras de aqui, parecia una buena idea caminar un poco, ahora pienso que no lo fue- sonrio amigable -¿Vives lejos?- ella negó, la verdad por mas guapo que fuera no le conocía y le parecia un tanto peligroso entablar una conversacion, él parecio notarlo ya que no pregunto nada más. El viento comenzo a soplar con fuerza azotando la lluvia contra la cortina del local haciendo que la guarida de ambos no sirviera de nada, el ojiazul noto como rebekah se estremecia y sin importar que la chica se mostrara renuente y desconfiada,  se paro frente a ella para cubrirla con su cuerpo, un rayo ilumino el cielo seguido de un fuerte trueno. Rebekah cerro con fuerza los ojos y el castaño sin querer invadir del todo su espacio personal se acerco un poco mas a ella, no podia explicar la sensación que ella le producía desde que chocaron en la librería , sentía que ya le habia visto pero no daba en donde.
Una vez la lluvia ceso un poco Rebekah abrió sus ojos enmielados mirando al chico empapado por completo.

-Gracias- tartamudeo un poco al hablar.

-De nada- respondio el alejandose mientras limpiaba su cara del agua que le escurria de la cabeza -creo que ya no puedo mojarme más- suspiro mirando la brisna que caía tupida -No creo que arrecie de nuevo- estaba por avanzar cuando se detuvo en seco mirando a la chica -se que soy un desconocido y que podria se un loco, pero si gustas te llevo a tu casa-

-No, yo esperare a que disminuya mas la lluvia- esta vez para alivio de ella no habia tartamudeado.

-No tienes que mojarte más, doy vuelta y me estaciono aquí- señalo hacia la avenida.

Rebekah pensó un poco permaneciendo en silencio a lo que el río y se rasco la nuca.

-Mira- busco entre su chaqueta de piel y se acerco a ella mostrando una placa junto a una tarjeta de identificación -Soy policía, agente anticrimen organizado- la castaña observo la foto de la identificación y luego a el hombre.

-Celeb- el asintio con una sonrisa.

-Bueno pues tu ya sabes mi identidad pero yo no estoy seguro de a quien subiré a mi auto- decia en tono serio y a la vez divertido.

-Ah yo soy- rebekah busco en su mochila mientras guardaba el libro que habia comprado y saco una tarjeta de la biblioteca escolar con su fotografía y nombre.

-Rebekah- leyó caleb al tiempo que dibujaba una sonrisa picara en sus labios -Un gusto bekah- tendio su mano a modo de saludo y ella la tomo, estaba cálida costrantando con la frialdad de la de ella.

Pasaron unos minutos cuando un auto color negro se estaciono frente al local, la puerta del piloto se abrió y rebekah salio a toda prisa subiendo a este, se acomodo en el asiento y puso el cinturón de seguridad.

-Muy bien- dijo caleb mirando el camino y poniendo de nuevo en marcha el auto - ¿a donde te llevo?-

-Cruzando el puente a mano derecha y dos cuadras mas adentro- dijo bekah al tiempo que acomodaba su falda.

-Esta algo lejos-

-Si quieres solo déjeme cerca de una parada de autobús-

-No para nada- negó caleb, esta por oscurecer y parece que volverá a llover, me refería a que estas muy lejos de tu casa- las mejillas rosas de la chica le parecian de lo mas bello que habia visto.

-Esque asisto al colegio que esta en el centro de la ciudad- rebekah abrazo su mochila.

-¿Tienes frio?- se detuvieron en un alto, el castaño busco en la parte trasera mirando de vez en vez el semáforo hasta que tomo un suéter color azul marino y se lo dio a rebekah -toma pontelo encima-

-Lo mojare-

-No importa, es mejor eso a que te enfermes- la chica le sonrió y acepto el suéter, caleb sintió algo raro en el pecho al ver su sonrisa. El claxon del auto tras de el lo saco de sus pensamientos y se puso en marcha.

-¿Es difícil ser policía?- los grandes ojos miel de ella lo miraban de reojo.

-A veces, pero la verdad es que me encanta serlo-

-¿Tienes mucho de trabajar en ello?-

-Un par de años- solto una risa contagiosa -¿me veo muy viejo?-

Rebekah se sonrojo y se apresuro a negar -no claro que no-

-Tengo 26 años, soy mayor que tú pero no tanto... Creo-

-Hace dos meses cumplí dieciocho, solo son ocho años de diferencia- añadió con inocencia.

-Pues, son bastantes- caleb soltó un suspiro. El resto del trayecto ambos permanecieron en silencio, al llegar a la casa de la chica esta bajo del auto no sin antes despedirse con una sonrisa acompañada de un gracias y un no muy ptometedor hasta luego.
Caleb espero hasta verle entrar mientras sentía que esa rara sensación se acrecentaba en él causandole un malestar en el pecho muy parecido a un pinchazo, pero no entendía el por que. Por su parte rebekah no lograba conciliar del todo el sueño le urgía contarle a su único amigo lo ocurrido y asi sin mas y sin dejar de pensar en los ojos azules de caleb logró quedarse dormida.

(Holaaaaa se que dije que no habria un final alternativo pero!! Oh sorpresa este no es un final es un comienzo uno nuevo y bueno que para todos aquellos que les querían ver juntos y felices se les concederá, en la otra no habia modo pero aqui si lo hay. Este especial tendrá un máximo de 10 capitulos que espero disfruten mucho, me decidí a publicarlo por que hoy es el cumpleaños de mi hijo pequeño, cumple dos años asi que les comparto mi felicidad con este cap especial, voten y comenten para hacerme saber si les gusta o de plano le olvido de esta idea) ❤

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La locura del amor.     (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora