Sin titulo 35

436 15 0
                                    

Alan miro la jeringa sin perder su maldita calma -¿crees que me asusta? Puedes empezar cuando quieras se que de algún modo uno paga lo que hace y si este es el modo en que lo pagare me parece bien- sus palabras y mirada eran una cosa pero,  el ligero temblor de sus manos me decían una versión distinta.

-pues... Empecemos erick amarralo-

El fortachon lo recostó sin delicadeza sobre la mesa y comenzo a amarrarlo a ella, me acerque hasta alan para mirarle, su pecho subia y bajaba a gran velocidad por la respiración agitada era evidente que tenia miedo.

-ya esta- dijo erick al terminar de atarlo.

-vas a gritar?- le pregunte al oído.

-no te daré ese gusto!- apretó los dientes al hablar.

-ok- rei un poco dando una palmada a su pecho.

Lentamente sin despegar mi vista de su rostro para no perder ningún detalle de su sufrimiento,  clave la aguja en la vena de su brazo dejando correr de apoco el liquido. Su cuerpo dio un salto sobre la mesa que de no ser por que estaba atado se habría caido.

-Ahghhh!!!- parecía convulsionar  apretando la mandíbula para no gritar.

El liquido entre por completo saque la aguja dejando la jeringa sobre la mesa junto a el -que sientes alan? ya no me diras nada? -

Los ojos de alan estaban llenos de lágrimas, su cuerpo seguía dando bruscos movimientos hasta que de pronto se quedo quieto con la mirada fija en el techo de la fabrica, un hilo de sangre salia de su nariz,  boca y oidos tome su mano para constatar la muerte.

-que desagradable- lo solté -ahora hay que cortarlo para ponerlo en el barril de ácido, te apuntas grandote?- mire a erick parecía que vomitaria en cualquier momento.

-no creí que lo harías de verdad, pense que solo lo asustariamos unos golpes y ya- decia horrorizado.

-yo siempre hablo enserio, además no sufrió tanto solo fueron unos minutos, entonces no me ayudaras a cortarlo?-

-yo... No necesito salir afuera creo que vomitare- dijo mientras salia a toda prisa.

-pues yo lo hago que mas- remangue las mangas de mi camisa tomando una cierra pequeña.

                   * * * * *

El teléfono sonó y corrí a contestar -alan?? Me tenias preocupada... Ah lo siento lidya creí que eras alan... No no he sabido nada de el en toda la mañana... Lo se debe estar ocupado pero podría mandarme un mensaje... Si mas tarde intentare de nuevo... Si estan aqui conmigo en el local... Claro espera que ya les digo- cubrí el auricular y llame a las niñas- Alissa Ashley su abuela lidya las llevara a comer y después al parque están de acuerdo? -levante el teléfono para que lidya del otro lado pudiera escucharlas.

-siiiiiii- gritaron al unisono.

Baje el teléfono llevandolo a mi oido -creo que si quieren... Muy bien en quince    minutos estarán listas adios- colgue poniendo en su lugar el teléfono estos dias eran fríos y nublados lo que me parecía triste en exceso.

Media hora mas tarde lidya (sophie)  aparecio para llevar a las niñas a comer le entregue sus chaquetas y gorros por si el frió intensificaban por la noche, me dijo que estuviera tranquila que lo mejor seria que llamara a la empresa seguro estaba ahi y no podia entender el celular por que lo habia dejado olvidado en el auto, conteste que lo haría en un rato mas,  me despedí con un beso de las tres y les mire irse. La inpaciencia me hizo llamar de una vez.

Tome el teléfono y marque, espere unos segundos hasta que una mujer contesto -bueno si ammm vera quisiera saber si el señor alan aparecio por hay debido al atraso en nuestro pedido- seguramente la señorita pensaría que yo era una esposa celosa y quería tenerlo bajo mi control pero poco me importaba -¿como?- el alma se me salio del cuerpo al oír que no lo habian visto en toda la mañana que habia quedado de llegar a cierta hora pero el pedido seguía ahi -bueno gracias... Si yo le llamo para que el se comunique con ustedes... Si gracias- tome mi celular y marque su numero daba linea nuevamente- Alan por dios- respire aliviada al oir que habia contestado -me has tenido toda la mañana preocupada no solo eso no has pasado por el pedido y...- la voz del otro lado no era la de el -¿quien es?-

-ahora ya ni mi voz puedes reconocer bekah?- dijo esa voz que yo bien reconocía del otro lado ademas era la única persona que abreviaba mi nombre de ese modo -¿dime puedo pasar? Bueno creo que si es un local no necesito invitación- me di la vuelta para mirar a través del cristal que daba hacia la calle estaba ahi justo afuera parado en la acera.

-¿donde esta Alan?- dije sin querer conocer la respuesta por que ya la sabia.

-¿no me vas a preguntar como estoy? - dio dos pasos hacia la puerta y yo corri para cerrarla poniendo el seguro -no me has extrañado como yo a ti?- la puerta al igual que la pared a la calle era de vidrio podia mirarle muy de cerca.

-no no lo hize- mentira cada noche lo habia extrañado en mi cama sobre mi.

-eso me duele pase por tanto para encontrarte... Para encontrarlas- puso su mano sobre el vidrio.

Negue y volví a preguntar -¿Alan que le hiciste?-

-abre la puerta y te lo digo- su mirada era de molestia.

-no vete por favor vete- dio un golpe al vidrio que me hizo saltar -llamaras la atención de las personas y traerán a la policía... -

-no me importa, abre la puerta tengo a alguien siguiendo a la mujer que se llevo a mis hijas, dime me voy pero...- lo que sugeria me hizo quitar el seguro de la puerta y hecharme hacia atras temblaba de pies a cabeza, habia olvidado la sensación que el me provocaba, una de las tantas solo que esta era la mas desagradable.

-recorre las cortinas y vuelve a cerrar- me ordeno y yo estúpidamente sin mas que hacer le obedeci.

-ya esta- conteste conteniendo las lágrimas.

-te extrañe tanto- dijo tomandome por la cintura -te necesito bekah-

Trataba de apartarme de él -sueltame!! Dime , ¿que le hiciste a alan? ¿Donde esta?! - grite al fin safandome.

-tanto te importa ese idiota!! Pues sabete que no lo volverás a ver y respecto a donde esta pues... No lo se, ¿ crees en el alma??!  por que te aseguro que es lo único que hay de el en este y cualquier plano!!-

Tuve que sostenerme del mostrador no podia respirar el aire se hacia pesado de nuevo esta maldita sensación -alan no- a mi mente vino su recuerdo de esta mañana su sonrisa -te odio, te odio te odio!! - repetí una y otra vez al golpearlo en el pecho el trataba de determe pero yo solo atinaba a tirar golpes.

-ya basta bekah! Ya basta!! - decia al mismo tiempo que me daba la vuelta quedando mi espalda en su pecho y tomaba mis manos sin dejarme moverlas. 

-eres un maldito eres un maldito te odio tanto!!, ¿como pudiste??!!!  Alan nos cuido el... El nos quería, caleb te odio eres un monstruo te odio!!- las pocas fuerzas me abandonaron me doblegue en un llanto lleno de coraje y frustración.

La locura del amor.     (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora