Sin titulo 42

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Ash sintio como un sentimiento extraño se le movía por dentro -internarme? En donde? - pensó con algo de azoro pero caleb aseguro que eso no pasaría lo cual la calmo un poco, el no era de su agrado pero por ahora seria una excelente idea el ser algo mas amable con el, además de empezar a actuar como aliss era pesado y aburrido, hizo una mueca de desagrado no es que no amara a su hermana pero la manera tan simplona que tenia de ser la fastidiaba de sobremanera dio un profundo suspiro y subió a su habitación cuidando de no despertar a su malherida hermana, se sentía mal por lo que le había pasado era su culpa, caleb había mencionado que la vara se había roto en por ser demasiado delgada como no lo pensó, dio un golpe a su frente bueno esque nadie nace siendo experto, se acomodo en su cama tomando su muñeca esa que el hombre desagradable le había regalado el único motivo por el cual la había aceptado era por que su padre Alan le había dicho que se parecía mucho a ella, por ello dormía todas las noches con la muñeca en su cama por que sentía que era el único hilo que aun la unía a el a pesar de la muerte, la abrazo a su pecho cerrando los ojos para después quedarse dormida profundamente.

                    * * * * *

-¿como la ayudaras?- pregunte abrazandome a él me sentía segura en sus brazos aunque no fuese asi.

-debe haber algún modo de hacerlo si me acerco más a ella si le doy amor-

Ash solo se dejaba dar afecto por parte de Alan y un tanto por sophie, Alan estaba... Muerto y sophie ni siquiera estaba segura de si se encontraba bien y aunque lo estuviese caleb no le dejaría estar cerca de su hija, o quizá...

-si dejas que sophie venga para que este con ella- levante la mirada.

-no lo creo ella no me soporta, no quedra venir lo se nunca ha sabido ser algo para mi, nunca ha podido quererme- notaba el dolor en sus palabras.

-esta bien busquemos otra manera entonces... Mi otra solución es llevarla con un medico-

-¿un psiquiatra?!-

-asi es, no solo para ella también para ti-

-las personas como yo no deben andar libres por ahi, por que es peligroso para las personas ¿quieres que nos encierren?!  ¿Quieres sacarnos de tu vida?!- se aparto molesto.

Esto había enpeorado todo -no quize decir eso caleb sabes que me refiero a que ustedes necesitan ayuda, no quería admitirlo pero... -

-nos encerraran y yo lejos de ustedes me perderé aun mas!!-

-baja la voz- me levante de la silla tomando sus manos.

-y ella también lo hará caerá mas rápido bekah no quiero que eso le pase, no quiero estar lejos-

En todo este tiempo lo había visto molesto, furico sin embargo el caleb que ahora miraba estaba  bastante alterado solo que no era enojo era algo muy parecido al miedo, en varias ocasiones le había visto hablar solo golpearse la cabeza con las manos igual que su padre la primera vez que le mire en el sótano de la casa, se estaba perdiendo en el mismo y era mi culpa todo este tiempo que le deje solo sirvió para que se hundiera en esa arena mobedisa que era su locura, pero si no lo hubiera hecho alissa y Ashley no estarían aquí conmigo o si?, acaricie su rostro tratando de calmarlo.

-no te dejare amor no lo haré  Ahora tranquilo, tampoco dejare a nuestra hija estaremos siempre juntos caleb siempre- bese la comisura de sus labios -ven vamos a la cama-

-si- asintió caminando de mi mano por las escaleras hasta llegar a nuestra habitación,  Debía encontrar una solución para ambos y que fuera rápido.

Le despoje de sus ropas para despues hacer lo mismo con las mías nos recostamos sobre la cama,  lo abraze queriendo que mágicamente todo esto se esfumara para poder estar juntos, si lo se soy una estúpida por amarlo tanto y no me importa lo amare asi hasta el día en que me muera.

                     * * * * *

El almuerzo olía delicioso me duche rápidamente bajando luego para almorzar.

-buenos dias enfermita como amaneciste?- bese la cabeza de alissa -hoy no iras a la escuela ni el resto de la semana tu madre avisara cuando lleve a ashley- dije sin mirarla aunque estaban una al lado de la otra.

-esta bien papá caleb- me gustaba como sonaba eso aunque se oiria mejor si solo dijera papá.

-buen día bekah- di un beso a su mejilla para luego sentarme.

-mamá?-dijo ashley -no quiero que me lleves a la escuela... Me podría llevara mi papá?-

Creo que ahora alucinaba con la voz de ashley -como? - pregunte incrédulo.

-que si me puedes llevar a la escuela Para que mi mamá  cuide a aliss- me miraba fijamente pero sin la frialdad acostumbrada.

-pues...- me quede en blanco al igual que bekah.

-estas bien papá? Te duele algo?-

Otra vez lo había dicho no era producto de mi mente o si? Pensé al tiempo que la odservaba -claro ash yo te llevo termina tu almuerzo y busca tu mochila- asintió y continuo comiendo su cereal.

Bekah me miro sorprendida estaba de la misma manera que ella , terminando el almuerzo ash salio en busca de su mochila me levante tras ella despidiendome de bekah y aliss subimos al auto poniendonos en marcha.

-Ashley?-

-si?-

-ayer lo que hiciste esta mal- la miraba de vez en cuando sin apartar la vista del camino.

-¿hice mal en defender a mi hermana?-

-sabes a que me refiero ash no finjas, lo que haces es malo no debes hacerlo las personas "normales" no hacen eso-

-¿no soy normal?- habia un deje de ironía que no supe percibir.

-no... No lo somos representamos un peligro para los demás peligro por el cual nos pueden encerrar lejos de quien amamos-

-¿a quien amas? -

- a bekah, a aliss y también a ti- la mire por el retrovisor -¿y tu Ashley a quien amas?-

Sonrió - a mamá, a aliss,  a la abuela lidya y... A ti papá- eso ultimo no sonaba muy convincente.

- ¿a mi?  ¿Estas segura ash?- detuve el auto fuera de la escuela y le ayude a bajar -Hey mirame por mamá no hagas nada malo, piensa en lo que una persona normal haría y haz justo eso-

-¿te cuesta trabajo el no hacer lo que realmente quieres?- fruncio el ceño.

-mucho pero se lo prometí a tu mamá haz el mismo esfuerzo Ashley no te dejes hundir yo te apoyare-

Me miro fijamente para luego asentir de una manera un tanto mas sincera, esperaba de verdad que lo entendiera.

La locura del amor.     (En edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora