«Perfección»
Jimin había vivido la mitad de su vida presionado por aquellas simples letras; encarcelándolo en una fantasía en la mirada de los demás.
Y al final, quizás nunca fuera a darse cuenta, pero ante sus ojos; él era aquello que llamaba «perf...
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Al principio había pensado que quizás asistir a esa fiesta había sido muuuuy mala idea.
Por muy irónico que sonara; aglomeración era el temor más grande de Min Yoongi. Sin embargo, al ser una fiesta de uno de sus mejores amigos, Kim Namjoon, no tenía escapatoria alguna.
Cuando Namjoon dijo "Solo serán personas cercanas, no te preocupes" no se imaginó que solo sus personas cercanas fueran más de 200 personas en realidad. Yoongi maldijo por lo bajo, había demasiadas personas, y su mayor problema fue darse cuenta de que la mayoría eran celebridades.
Sí, el conocía a la mayoría pero desgraciadamente no sabía lidiar con estos.
Gruñó frustrado mientras se recargaba en la pared a un lado de la puerta de la salida de emergencia, dispuesto a irse tan pronto se presentara la oportunidad. Quería terminar aquella tortura, envolverse en mantas cálidas mientras mataba su tiempo libre en cualquier tonteria, todo en la comodidad de su hogar.
Una carcajada resonó sobre la música, llamando su atención y sacándolo de sus cómodos pensamientos.
Era Kim Taehyung llegando al evento. Tan radiante como siempre, posó para diversas cámaras mientras saludaba a sus conocidos, que fueron casi todos los que se cruzó. Estuvo varios minutos viéndole fijamente, analizando cada una de sus expresiones.
Al alzar la mirada un poco, un jadeante pelinegro llegó caminando con cansancio y golpeó el antebrazo del actor con diversión.
— ¡Kim Taehyung! ¡Me dejaste atrás! ¡Eres un tramposo!
Jeon Jungkook, un alfa. Ver a Jeon solo le recordaba lo enfadado que estaba con él por haber herido a Hoseok tiempo atrás. Yoongi no era una persona vengativa ni rencorosa, sin embargo, no era como si no le importase que las personas que consideraba importantes fueran lastimadas.
Fue un tiempo doloroso para su amigo.
Retuvo el aliento por unos segundos al percatarse de que a lo lejos, muy lejos, Park Jimin bebía una copa de vino con la cual trataba de esconderse, sin éxito, observándolos también.Alternó su mirada entre la pareja y Park, hasta que Taehyung tomó por la barbilla al pelinegro deteniendo su acción de molestarlo momentáneamente. La escena de ellos viéndose con intensidad mientras conversaban y se dejaban caricias entre ellos se le hizo incómoda. Al parecer era igual de incómoda para Jimin, quien se ahogó con su bebida y rápidamente desapareció entre la multitud.
El peligris gruñó molesto.
Decidió despegar su vista cuando los besos comenzaron y se tornaron menos inocentes. No supo en que momento terminó resguardado en la oscura y solitaria barra de bebidas, solo observando al barman limpiar un vaso de cristal con mucha dedicación.
Un suspiro algo largo llegó a sus oídos, haciéndole abrir los ojos desmesuradamente.
—¿Tienes jugo de naranja?—preguntó al barman el chico a su lado. Al voltear a su derecha con una lentitud casi dramática, observó como Park Jimin se sentó un puesto más allá de él, con un puchero en sus labios.
Yoongi no despegó su vista ni un segundo, observó cómo acomodaba con sus dedos algunos mechones rebeldes de su cabello, y también como tecleó con frustración en su celular.
Igualmente observó cuando finalmente volteó a verlo y soltó una especie de jadeo que Yoongi pudo escuchar con claridad.
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