«Perfección»
Jimin había vivido la mitad de su vida presionado por aquellas simples letras; encarcelándolo en una fantasía en la mirada de los demás.
Y al final, quizás nunca fuera a darse cuenta, pero ante sus ojos; él era aquello que llamaba «perf...
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El frío a su alrededor hizo que se removiera incómodo en su sitio, sorbió su nariz y juntó sus manos en busca de calor. Era muy malo para su acostumbrado cuerpo estar despierto antes de las 9 de la mañana, cosa que solo hacía por cuestiones de trabajo.
Y quizás por Jimin.
—Esta vez te irás por unos largos meses ¿Cierto?
Jimin despegó la mirada de su teléfono para prestar atención a Kim, que se encontraba temblando levemente. El frío aeropuerto estaba abarrotado a pesar de ser las 2 de la mañana, a lo lejos podía observar la silueta de su pelinegro mánager y su novia confirmando su respectivo vuelo a París.
—Algo así, solo ha sido una decisión de Shin de la noche a la mañana. Creo que me lo merezco por haber huido por mucho tiempo, ya sabes...lo que sucedió hace una semana.
El rubio sonrió. Tomó la mano del contrario con suavidad hasta envolverla entre las suyas, sorprendiendo al castaño, puesto que la acción podría malinterpretarse a esas alturas, mas si era ante los ojos de cierto pelinegro malhumorado.
—¿Me dirás donde estuviste aquel día, luego de la fiesta de Namjoon?
Jimin bufó con un ápice de indignación y segundos luego dejó que una pequeña carcajada escapara. Ya había pasado una semana desde la dichosa fiesta. Taehyung, a pesar de haber sido su capricho mas bonito tiempo atrás, era su amigo después de todo ¿Qué podría salir mal? De todas maneras, él no iría a decirle a su amargado mánager. El castaño suspiró y removió su cabello con su mano libre.
—Te diré...quizás cuando regrese.
Taehyung formó un puchero que enterneció al mayor.
—Ahora es tiempo de que vuelvas con tu, uff, que difícil es esto. Con tu alfa.
—¡No le llames así! Si sabe que te dije podría estrangularme.
Jimin rió histéricamente y apretó la mejilla izquierda del rubio.
—No me extrañes mucho—dijo antes de partir a donde Shin le hacía señas desesperadas para llamar su atención.
Taehyung observó el perfil del mayor mientras aguardaba su turno para confirmar su vuelo desde los asientos donde le había dejado. Jimin sintió la mirada del actor y sonrió débilmente antes de que finalmente fuera su turno.
—Mi dulce y perfecto mochi, lo siento...por no haber sido lo suficientemente valiente para ti. Por nosotros.
Y entre muchos pensamientos sobre el castaño, Taehyung dejó el aeropuerto.
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