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Durante los últimos años la vida de Alaska no ha dejado de cambiar y sorprenderla siempre con nueva información o sucesos que le hacen cuestionarse muchas cosas...
Era claro que, cuando se trataba de Harry o Alaska, nada salía muy bien. La rubia no se sorprendió mucho cuando encontró un enorme letrero colgado en el tablón de anuncios al día siguiente. En grande estaba escrito con letras negras:
POR ORDEN DE LA SUMA INQUISIDORA DE HOGWARTS
De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes. Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes. Para volver a formar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club será necesario un permiso de la Suma Inquisidora (profesora Umbridge).
No podrá existir ninguna organización ni sociedad, ni ningún equipo, grupo ni club de estudiantes sin el conocimiento y la aprobación de la Suma Inquisidora.
Todo alumno que haya formado una organización o sociedad, o un equipo, grupo o club, o bien haya pertenecido a alguna entidad de este tipo, que no haya sido aprobada por la Suma Inquisidora, será expulsado del colegio.
Esta medida está en conformidad con el Decreto de Enseñanza n.° 24.
Firmado: Dolores Jane Umbridge Suma Inquisidora
Alaska que había estado leyendo el letrero por encima de las cabezas de otros alumnos volteó hacia su derecha cuando sintió a Ann acercarse a ella.
—Esto no es una coincidencia —Afirmó la castaña—. La profesora Umbridge lo sabe.
En cuanto entraron en el Gran Comedor comprendieron que el letrero de la profesora Umbridge no había aparecido únicamente en las mazmorras de Slytherin. En el comedor se percibía un rumor de una intensidad peculiar y una agitación mayor que la habitual: los alumnos iban y venían por sus mesas, comentando unos con otros lo que habían leído. Alaska y Ann acababan de sentarse cuando el equipo de Quidditch de Slytherin formó un corro a su alrededor.
—¿Qué pasará con el equipo?
—¿Hablaste con Umbridge?
—¿Crees que permitirá la formación del equipo?
Sus compañeros miraban a Alaska esperando una respuesta, parecía que no poder jugar Quidditch era la peor cosa que podía sucederles.
—Aún no he ido a hablar con Umbridge, pensaba hacerlo luego de desayunar...
Algo en la mesa de Hufflepuff llamó la atención de Alaska, Zacharias Smith acababa de levantarse de la mesa y no parecía muy feliz.
