Pasado olvidado. ➳ MewArt.

Capítulo 17: ¿Como pudiste?

Rambo.

La enorme estructura se encontraba frente a él. Una casa enorme para pocas personas, siempre había pensado lo mismo.

-¿Estas segura?.- Le dijo Rambo a la frágil mujer que temblaba cerca de él.

-Si..-

-Sabes que mi idea era estar solo en este momento, puedes irte si quieres..-

-No, quiero estar aquí.- Contestó Bell. Rambo se preguntó si siempre había sido así? Tan decidida, incluso sabiendo las consecuencias. Su amiga había cambiado no sabía si era por sus palabras o por decisión propia o quizás incluso por Pree. No lo sabía, pero agradecía ese cambio.

La imagen de Pree se formó en su cabeza, con su sonrisa, sus largas pestañas reposando sobre su piel, con los ojos dormidos y despeinado. La última imagen grabada en su cabeza hace a penas unas horas.

Lo había decidido hace unos días, lo haría solo. ¿Por que? Las palabras de Pree hace unos días hicieron eco sobre sus oídos. El antiguo Rambo no había tenido la fortaleza para enfrentar a su padre, había caído fácilmente ante sus palabras, negando su identidad y sus deseos para sucumbir a la orden de su padre. Se había considerado un cobarde.

"Yo tendría que haber hecho esto hace mucho tiempo, entonces soy yo quien debe remediarlo"

"Seguramente estarás enojado cuando despiertes, pero si todo sale bien, entonces llegaré pronto a casa"

Una parte de él pensó que quizás todo podría salir mal y lo menos que quería era que él fuese afectado. Pero si todo salía bien entonces sería libre...

Sacó la llave y abrió la puerta, fue rápidamente recibido por los sirvientes de la casa, que con amabilidad tomaron su abrigo y el de Bell quien lo seguía por detrás.

-¿Donde está mi padre?.- Preguntó Rambo

-El señor se encuentra en la sala.-

-Perfecto.- dijo serio e hizo un gesto a Bell para que se mantuviera al margen por el momento.

La figura de un hombre medianamente grande se encontraba sobre el sillón, un libro sobre sus manos, sus ojos enfocados en la lectura. Los pasos lo alejaron de su concentración, cuando levantó su cabeza vio a su hijo frente a él y por detrás, la mujer que sería su prometida.

-Que sorpresa!.- Dijo felizmente al verlos, para acercarse rápidamente y acobijar a cada uno con un abrazo. Abrazo que difícilmente pudo ser correspondido por su hijo.

-Padre...-Susurró Rambo a penas se separaron.

-Falta una semana para el gran evento, pero no se preocupen nos estamos encargando de todo, ustedes solo deben ser felices y estar juntos!.- Exclamó

-....-El silencio fue la respuesta de ambos jóvenes que se miraron por segundos.

-Vamos siéntense!.- Dijo. Bell observó a Rambo aún rígido así que lo tomó de la mano y lo obligó a sentarse a una silla al lado de ella..- Un café para los tres por favor!.- Dijo luego el padre a uno de sus empleados.

Rambo podía sentir una gota de sudor deslizándose por su frente, sus manos entrelazadas y apretadas, intentado disipar los nervios.

-Padre he venido a hablar contigo..- Dijo Rambo tratando de retomar su compostura. No era momento para titubear, ni mostrar debilidad, debía ser fuerte ante su decisión sin perder el tacto y afecto en sus palabras.

-¿Sucede algo?.- Preguntó expectante mientras repasaba su mirada sobre ambos jóvenes.

-No vamos a casarnos....- dijo finalmente y el silencio se hizo aparecer en la gran sala. Pasaron varios segundos hasta que algo de ruido se escuchó pero no proveniente de ellos, sino de uno de los empleados que llegaba con una bandeja y tres tazas de café. Colocó todo sobre la mesa, como si de un desayuno familiar se tratara.